Perla sin collares

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perla sin collares.

ANALISIS DEL TEXTO: POR PAULA A, URIBE. [pic 9]

Los niños y niñas están pensados metafóricamente como perlas que provienen de las profundidades, de mundos mágicos por así decirlo, y como muchas veces lo que ocurre es que no están en un collar, en algo que los tiene que hilvanar, que los puede enhebrar ese collar.  

Por este motivo la escuela necesita volver a pensar, indagar en que sienten sus alumnos, qué pasiones los recorren, con qué palabras nombran sus mundos.

El autor nos propone algo muy importante que es el poder pensar a la escuela como una organización inteligente. Nos dice lo que tiene que hacer la escuela; debe recuperar la dignidad de los sujetos, cuando pensamos en dignidad es algo que es inherente a los seres humanos que nos convertimos en el marco de una sociedad en sujetos sociales e históricos la dignidad es un valor que no tiene precio y que solo se encuentra en la especie humana. Pensamos como va a recuperar la dignidad de los sujetos, tiene que ir alentando diferentes formas de dialogo que dentro de ella se producen, de esta manera, conociendo y sabiendo principalmente que ese diálogo tiene que darse entre los mundos que habitan ese niño, niña o adolescente que concurren a la escuela.

Otra de las ideas que propone es la de aumentar el campo de lo visible, muchas veces los niños son invisibilizados como sujetos, y nosotros como docentes debemos aumentar este campo rearticulando lo que tenemos con lo que queremos obtener, es decir que, se debe tener en cuenta lo que el niño sabe y ver lo que podemos alcanzar con nuestra mediación, guiando el conocimiento. Como docente no nos tiene que interesar lo que sabe hoy, lo que realmente interesa es lo que puede llegar a saber y adquirir si hay otro que guie por lo tanto un docente debe estar dispuesto y preparado para enseñar, ser el andamiaje que esos niños y niñas necesitan.

Lo que se ha tornado como una problemática es la filiación simbólica de los niños, niñas y adolescentes, aquí lo metafórico del título porque nos hace ver a los niños como perlas, como sabemos las perlas son un objeto brillante y duro de gran valor para el ser humano que se genera en el interior del tejido blando de un molusco, y tienen que ser hilvanadas, pulidas para formar algún tipo de joyería para que se pueda apreciar su belleza. Lo mismo sucede con los niños y niñas se los debe hilvanar, pulir en la escuela para que cuando terminemos el trabajo, puedan pertenecer a la sociedad, por eso se necesitan de esos hilos para inscribir a esos hijos en totalidades mayores, en lo simbólico de que formen parte de la sociedad.

La escuela puede y debe generar las nuevas filiaciones. Pero va a poder hacerlo a medida que ese niño o niña tenga familiaridad con otras filiaciones previas. Cuando esas otras filiaciones no están, es muy difícil que la escuela logre configurara nuevas relaciones. Todo niño necesita de muchos terceros a quienes poder recurrir, el autor plantea que un niño puede desilusionarse de un adulto. Por eso las posibilidades que tienen estas familias que son ampliadas es que siempre puede haber alguien con quien se pueda hablar o descargarse.

Las nuevas conformaciones familiares son las nuevas filiaciones, porque con el tiempo se fue modificando la familia nuclear y también la dominancia del patriarcado, aunque siempre sigue ofreciendo resistencia.

El autor lo que hace es cuestionar el modelo neoliberal que deposita y culpabiliza al sujeto de su suerte, el autor los denomina los nadie, entonces, esto nos dice que, aunque estén en una misma sociedad siempre van a estar excluidos. Porque lo único que hace este modelo es deconstruir las configuraciones institucionales que pueden filiar a estos sujetos para que no queden a la deriva. Por eso la organización inteligente de la escuela lo que puede y debe hacer es reintegrar vidas a la sociedad.

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