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Personalidad


Enviado por   •  10 de Enero de 2013  •  4.762 Palabras (20 Páginas)  •  333 Visitas

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LA PERSONALIDAD.

CONCEPTO DE PERSONALIDAD.

La expresión personalidad proviene del griego “prosopón” , que cuyo significado de “máscara” alude a las máscaras que en el teatro griego se colocaban los actores para interpretar a los personajes de las tragedias. Puede considerarse que en cierto modo responde a aquello que se percibe o la forma como se aparece ante otros; posiblemente una traducción más apropiada fuera “imagen”. En latín el término “personare” equivale a “resonar a través de...” (per sonare); es decir que también alude a la forma como se es percibido por los otros, o en que cada uno se manifiesta ante los otros.

Pero la personalidad no solamente consiste en la forma en que un individuo se presenta o es percibido por los demás; la personalidad está conformada por ciertos rasgos que conforman patrones en la forma en que el individuo percibe y se relaciona con el ambiente y las demás personas, pero también consigo mismo , y que se pone de manifiesto en una amplia gama de actitudes y aún de pensamientos, tanto sociales como personales.

La personalidad es la cualidad abstracta resultante de un conjunto de factores no visibles, que son inherentes al individuo y que son determinantes de lo más específico de su identidad como persona; a la vez que de su comportamiento social y personal característico.

Los intercambios de estímulos y reacciones de respuesta entre la conciencia individual y el mundo externo, resultan ser un elemento indispensable para comprender el funcionamiento de la personalidad.

LA LLAMADA HOMEOSTASIS, está estrechamente ligada a los procesos del aprendizaje y la motivación, en cuanto consiste en que el ingreso a la conciencia individual de estímulos externos, acumula en la personalidad elementos que van modificándola de alguna manera; tendiendo a que se conforme un nuevo estado de equilibrio a partir de la incidencia de esos factores que se reciben, sobre la situación preexistente de la conciencia. En consecuencia, en cierta medida el devenir externo condiciona y modifica — sea por su aceptación como por su rechazo — el ser de la personalidad.

La modificación del orden de la personalidad, es un efecto de más largo plazo que la inmediata recomposición del equilibrio producido por la homeostasis; en la medida en que con el transcurso del tiempo, la personalidad se modifica incorporando de manera permanente nuevos componentes, como por ejemplo objetivos de vida, que normalmente no son resultantes de un único impulso exterior, sino de su acumulación y elaboración reflexiva o inconsciente.

LA INTERACCIÓN CON EL MEDIO, es una resultante de todo lo anterior, en la medida en que aunque en gran medida la personalidad es un sistema que puede funcionar internamente al individuo, también produce una proyección de sí misma, y de sus modificaciones, sobre el ambiente exterior; sobre todo en el medio social en que se desenvuelve el agente. Proyección que puede generar influencias en los presentes en ese medio (lo cual se percibe claramente en el caso de los líderes y de las personas dotadas de “carisma”); del mismo modo que puede retroalimentar en el propio sujeto emisor, dando origen a respuestas que a su vez generan una nueva homeostasis.

Actualmente, las investigaciones habilitadas respecto de los procesos eléctricos y químicos de la fisiología del cerebro, han permitido conocer con un alto grado de certidumbre los factores filogenéticos implicados en el comportamiento; y los procesos inhibitorios y desinhibitorios que a nivel neurológico operan sobre las estructuras denominadas superiores y sobre las denominadas inferiores, que determinan diversos tipos de conducta tanto frente al mundo exterior como al interior de la personalidad; habilitando especialmente a la psicología y la psiquiatría médica, así como a la neurología, el estudio de la personalidad y especialmente de sus alteraciones patológicas conocidas como trastornos de la personalidad.

PROCESO DE FORMACIÓN DE LA PERSONALIDAD.

La personalidad de cada individuo humano — en cuanto él constituye un ser absolutamente peculiar y diferenciable de todos los restantes integrantes de su especie — está compuesta de un conjunto de elementos altamente integrados entre sí, que funcionan de una manera coherente. Cumplen diversas funciones en el comportamiento y en la intimidad de su conciencia de sí mismo; que en definitiva dan por resultado una estructura que opera como una unidad específica que conforma su personalidad.

No es posible saber si en el momento de su nacimiento, el individuo humano porta algunos elementos que puedan considerarse configurativos de un componente de personalidad. Cabe admitir — especialmente a medida que progresan los estudios acerca de la genética — que es muy posible que, de la misma manera que ocurre con muchos otros componentes de su ser (que incluyen factores tales, como por ejemplo la propensión a ciertas enfermedades), al menos algunos factores de su personalidad se encuentren contenidos en la herencia; o sean resultantes de la combinación de componentes genéticos de los progenitores. La psiquiatría admite que ciertas conformaciones patológicas de la personalidad puedan tener componentes hereditarios; aunque también pueden influir en ello componentes derivados del desarrollo de la personalidad en la convivencia con sus ascendientes o con otras personas del ambiente familiar o social, durante su edad temprana.

De cualquier manera, puede afirmarse con certeza que en la estructuración de la personalidad intervienen, de manera diversa y en buena medida aleatoria, componentes que provienen de un fondo hereditario — genético, por tanto — y componentes que provienen del medio ambiente, considerando éste no tanto en su aspecto físico como en cuanto al medio social que rodea al individuo durante las distintas etapas de su crecimiento y maduración, así como las experiencias que vive y sobre todo los procesos educativos formales e informales que realiza, principalmente — pero no exclusivamente — en los primeros años de su vida.

De todos modos, los progresos realizados en épocas recientes en los ámbitos de la psicología, y la psiquiatría especialmente en relación a los transtornos de la personalidad —particularmente en el denominado trastorno de la personalidad antisocial (TPA) — habilitan a la criminología moderna a considerar la instrumentación de medidas dirigidas a prevenir diversos tipos de delitos vinculados a la personalidad patológicamente agresiva o a la ya de antiguo denominada locura moral, o incapacidad

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