Pronto Lúnula y Violeta se hacen inseparables

leta, es una mujer de mediana edad que se siente muy sola hasta que conoce a Lúnula, una mujer de anchas medidas con aficiones muy parecidas a las de Violeta. Pronto Lúnula y Violeta se hacen inseparables y Lúnula le ofrece marcharse unos días a una casa de campo de la que ella es propietaria. A pesar de tener la misma devoción por la escritura su carácter es muy diferente. Violeta es tímida e introvertida y Lúnula, jovial y segura de sí misma. Durante la estancia Violeta se siente inferior a Lúnula porque siente que esta última le corrige todo cuanto ella escribe pero eso no parece intervenir en el cariño que Violeta sentía por Lúnula ya que, cuando Lúnula enfermo, Violeta la acompañaba y la cuidaba constantemente pero cuando Lúnula se recuperó casualmente Violeta cayó enferma. Lúnula pidió a Violeta por favor que guardara cama mientras ella salía a la ciudad unos días.

Finalmente así acaba el relato pero la autora nos adjunta una nota que es la que nos hace darnos cuenta del problema que había realmente; la doble personalidad de Victoria Luz, la auténtica y única protagonista.

La ventana del jardín:

Nuestro protagonista va de visita a casa de unos antiguos compañeros porque casualmente pasaba por el pueblo de donde ellos vivían y pensó en presentarse. José y Josefina (pero sobre todo Josefina) tratan al recién llegado con hospitalidad hasta que nuestro protagonista recuerda que sus amigos tenían un niño con un pequeño problema y después de insistir y preguntar por el unas cuantas veces, los padres al final cedieron a enseñarle a su hijo que ya tenía catorce años. El protagonista poco tardo en captar el lenguaje que hablaba el pequeño y así lograron comunicarse y el comprendió que el pequeño solo anhelaba salir de esa casa de la que vi

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