Mi Lúnula y Violeta

Nada no es felicidad si no se comparte con otra persona, y nada es verdadera tristeza si no se sufre completamente solo” Anónimo.

Lúnula y Violeta es un interesante cuento, narrado en primera persona, de la escritora española Cristina Fernández Cubas. En este se cuenta la historia de una mujer desesperada, por su vida solitaria y rutinaria, que en medio de su desespero encuentra, en su imaginación, una amiga que se convierte en su compañía, en su confidente y hasta en una razón para vivir.

El cuento es narrado en pretérito por Violeta, quien empieza por contar como en un bar de una ciudad que no es de su agrado, conoce, o crea, a Lúnula. En el texto puede entenderse claramente la necesidad que sentía esta mujer para comunicarse con alguien, pero esa necesidad había trascendido al desespero, esto queda demostrado cuando, en el bar, Lúnula intenta romper el hielo, Violeta narra de la siguiente manera lo que siente: “Pero yo seguía angustiada, sin atreverme a levantar la vista, con el pensamiento, insoportable para mi orgullo, de haber dejado traslucir mis ansias de comunicación, mi soledad, parte de mi misma”1.

A medida que se avanza en la lectura del cuento se cae fácilmente en pensar que son dos mujeres las protagonistas de la historia, esto se debe a la narración en primera persona donde la protagonista y narradora, Violeta, hace pensar que tiene una interacción real con otra mujer, Lúnula. El uso de comillas en las supuestas conversaciones entre Lúnula y Violeta son indicios que hay en el texto para mostrarnos que Lúnula solo existe en el pensamiento de Violeta, sin embargo, solo hasta el final, en un pequeño texto que la autora llamó Notas del editor, queda completamente claro que Lúnula no es más que una creación de la mente de la protagonista. También en esta parte se aclara que el verdadero nombre de la protagonista es Victoria Luz.

Luego del encuentro casual en el bar, Lúnula invita a su amiga a pasar un tiempo en una casa que está ubicada en el campo, Violeta entusiasmada por haber encontrado una compañera dice inmediatamente que si. En poco tiempo violeta ya tenía la capacidad de describir a su amiga, textualmente la definía como “Una fabuladora capaz de diluir su figura en la atmósfera para resurgir, en cualquier momento, con los atributos de una Penélope sollozante, de una Pentesilea guerrea, de una gloriosa Madre Yanqui”2. Lúnula, era una excelente narradora de historias, esta era unas de las cualidades que más le admiraba Violeta; talvez porque ella era una escritora aficionada. Desde este mismo momento su misteriosa amistad iba haciendo lasos muy fuertes: “Me embargaba la sensación de que para Lúnula era yo casi tan importante como para mí su amistad”3. Hasta este memento, es la soledad que viven ambas las que las hacía tan unidas.

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