Psicologia

INTERACCION NIÑO-PSICOLOGO EN PROCESO TERAPEUTICO

Todas las personas necesitamos sentirnos vinculados con otros, es por ello que el vínculo terapeuta-paciente cobra una especial importancia en la Psicoterapia tanto de niños, como de adultos y adolescentes.

El vínculo terapeuta-paciente es uno –si no el que más- de los aspectos más importantes en el logro del los objetivos terapéuticos. Esta idea es avalada por los principales enfoques de la Psicología, especialmente desde la Psicoterapia Humanista.

¿Cuándo un niño se deriva a psicólogo?

✓ Cuando presenta conductas desadaptativas

✓ Dificultad para relacionarse con sus pares.

✓ Problemas de comportamiento exagerados: hiperactividad o hipoactividad

✓ Los miedos, la ansiedad.

✓ La agresividad, la desobediencia, el robo, etc.

✓ La depresión, la anorexia, la bulimia.

✓ El consumo de drogas y la esquizofrenia.

✓ Autismo y Asperger.

Los niños que llegan a nuestra consulta de terapia, habitualmente vienen con síntomas que son reflejo de una alteración en los primeros vínculos (habitualmente con la madre). Por ello, la base de la terapia es el establecimiento de un buen vínculo que ayude a la persona a reparar los daños producidos en el vínculo con sus figuras de referencia.

Debemos ser sensibles a las necesidades de las personas que atendemos en terapia y tener en cuenta su historia familiar, para poder darles lo que necesitan, de lo que carecieron y evitar darles de lo que tuvieron en exceso (si hubo abandono, dar protección; si hubo invasión, respetar el espacio; si hubo abandono e invasión, tener especial cuidado y ser especialmente sensibles para dar protección cuando hubo abandono y dar espacio cuando hubo invasión, esto lo haremos dependiendo del conflicto que estemos trabajando).

El tratamiento se basa en un programa terapéutico diseñado según los resultados de la evaluación, considerando las fortalezas, debilidades y necesidades específicas de cada niño.

Las sesiones se realizan dentro de un enfoque lúdico, basado en juegos y acciones según los intereses de cada niño, creando instancias motivadoras y placenteras que faciliten una comunicación significativa entre éste y el psicólogo.

Los padres son parte fundamental de la terapia y se les prepara como seres mediadores, ya que nuestro objetivo es el bienestar del niño y su familia.

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