Reflexion Lectura Herejias Terapeuticos

Reflexión de la lectura: Herejías Terapéuticas

La lectura nos presenta como un terapeuta fue evolucionando desde su primer contacto con un cliente. El autor ofrece su conceptuación de lo qué es la psicoterapia y de las prácticas que se derivan de ello.

Su primer caso en su profesión me resulta interesante e inclusive me sentí identificada con la señora. Dudo de Carlos y a la vez ¿cuántas mujeres desearían una pareja tan complaciente y detallista? Sin embargo, el método, la forma en que el terapista abordó la situación me llamó aun más la atención. Me encanto su frase la cual adoptaré: “lo importante no es lo que yo pienso, sino lo que usted piensa, ¿qué cree usted”. Para mí fue brillante y directo al punto.

No obstante, fue criticado por sus colegas. Críticas que me recuerdan como Brian Weiss es atacado por sus métodos de hipnosis y regresión, acerca de la veracidad de las vidas pasadas, pese a su efectividad en el tratamiento. Weiss les respondió a sus críticos que no importaba si eran reales o fantasías las vidas que recordaban, siempre y cuando el paciente mejorará su calidad de vida.

Estas críticas al trabajo realizado por otro colega no es otra cosa que las múltiples maneras en que un mismo caso puede ser abordado y tratado. Pero entonces, ¿cuál es el mejor método? Anteriormente me enseñaron que el mejor método a utilizar era el que estuviese en armonía con la filosofía de vida del terapeuta. Pero ahora me indican que lo mejor en la teoría que mejor se aplique al caso. Pero y ¿cuándo son muchas las teorías que pudieses utilizarse? Queda entonces en manos de la intuición y el conocimiento del terapeuta el elegir que marco teórico utilizar de referencia y que técnicas utilizar en el tratamiento del cliente.

La lectura continua y nos presenta un reflexión de como cogeneramos historias. Nuestra historia está escribiéndose constantemente, en el día a día. El autor afirma que no hay una sola historia que nos defina, ni que permanezca estática y fija a través del tiempo. Recalca que nuestras historias no son producto de un solo sujeto, sino una creación social. Indica que tenemos varios YO. Continúa haciendo énfasis en que cualquier verdad está situada en un contexto histórico y cultural particular. Concluye esta sección diciendo que no tiene sentido evaluar si una posición es cierta.

Y es esta última recomendación del autor en esta sección la que me hace pensar: ¿para qé evaluamos? En la profesión vemos como imperativo evaluar y diagnosticar, pero para qué. Mejor sería respetar la postura, la visión de vida del cliente y ayudarlo a mejorar su calidad de vida mediante la terapia. Pero lo sé, sin un diagnóstico el plan médico no paga… O sea, a diagnosticar se ha dicho.

Y esta misma critica el autor la presenta, claro en otras palabras en su artículo en

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