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Sexualidad


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2014  •  3.671 Palabras (15 Páginas)  •  209 Visitas

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Resumen.

En la primavera de 1891, un noche los matorrales había un hombre completamente desnudo por la parte de delante encontró a un hombre que estaba ensañando ventrem et genitalia nuda. Declaro que se encontraba sexualmente excitado por el consumo de alcohol y que andaba buscando un prostituta, pero mientras atravesaba el parque se acordó de que la exhibición le proporcionaba un placer mayor que el coito, que solo practicaba de vez en cuando.

Dice que cuando se exhibe de esa forma siente un calor agradable y la sangre se le sube a la cabeza. Fue condenado por exhibirse en dos ocasiones en lugar público, una de ellas a plena luz de día y el otra en la noche, sentado bajo una farola.

No era bebedor, solo excepcionalmente se preparaba un especie de ponche con cuyo consumo siempre se sentía sexualmente excitado. Cuando se encuentra en esta situación, le entra calor, el corazón le late con violencia, se le sube la sangre a la cabeza y no puede resistirse a ese impulso.

Asegura que después, muchas veces, se ha pegado puñetazos en su enloquecida cabeza y se ha propuesto con determinación no volver a hacerlo; pero esas absurdas ideas siempre vuelven. Mientras se exhibe, su pen solo alcanza un semierección, cuando se exhibe, le basta genitalia sua adspicere y al hacerlo tiene la fantasía libidinosa de que este adspectus debe resultarles extraordinariamente agradable a las mujeres.

Justificación.

Paciente B. manifiesta una conducta sexual por exhibir su cuerpo. Es un exhibicionista, es una de las parafilias más frecuentes y constituye un delito. El trastorno es básicamente masculino, y quien lo sufre padece además un deterioro significativo en su vida. El exhibicionismo es la exposición de los propios genitales en público ante personas desconocidas, a veces, el exhibicionista se masturba durante la exposición, o posteriormente cuando lo recuerda o imagina. No suelen ser individuos peligrosos, ni intentan abusar de sus víctimas, al contrario la mayoría reaccionan de forma insegura y se dan a la fuga si su oferta es correspondida. Su deseo radica en sorprender a la víctima, provocando en ella reacciones de miedo, asco o curiosidad, lo que le da al exhibicionista una sensación de dominio. La reacción que más detestan es la de burla o indiferencia. Suelen ser individuos tímidos y que no les es fácil relacionarse con mujeres. En algunos exhibicionistas el deseo ocurre cuando tienen crisis emocionales. Suelen mostrar una inteligencia normal y un nivel sociocultural también normal.

Presentación del caso

En la primavera de 1981, una noche, a las 9, una dama acudió muy alterada a policía del parque municipal de X. y denuncio que de entre los matorrales había salido un hombre completamente desnudo por la parte de delante, por lo que ella había echado correr espantada. El policía de dirigió inmediatamente al lugar indicado y encontró a un hombre que estaba enseñando ventrem et genitalia nuda. Este intento escapar, pero fue atrapado y detenido. Declaro que se encontraba sexualmente excitado por el consumo de alcohol y que andaba buscando una prostituta , pero mientras atravesaba el parque se acordó de que la exhibición le proporcionaba un placer mucho mayor que el coito, que solo practicaba de vez en cuando y “faute de mieux”. Tras despojarse de su camisa y arrancar la parte superior del pantalón, se aposto entre los matorrales et quum que feminae advenissent nudatis genitalibus iis occurrisse. Dice que cuando se exhibe de esa forma siente un calor agradable y la sangre se le sube a la cabeza. El detenido es empleado de una fábrica y su jefe asegura que se trata de una persona cumplidora, ahorrativa, sobria e inteligente.

Ya en 1886 B. fue condicionado por exhibirse en dos ocasiones en lugar público, una de ellas a plena luz del día y la otra de noche, sentado bajo una farola.

B. de 37 años, soltero, produce una impresión chocante por su atuendo atildado y por lo afectado de su lenguaje y movimientos. Sus ojos tienen una expresión neuropáticas y exaltadas; en su boca se dibuja una sonrisa de autocomplacencia. Desciende, al placer, de padres sanos. Una hermana del padre y una de la madre fueron dementes. A otros hermanos de esta se los tenían por excéntricos en lo religioso.

B. nunca ha sufrido nunca enfermedades de consideración. Es excéntrico y fantasioso desde la infancia y le gustaban las novelas de caballeria y de otro tipo. Estas les absorbían por completo y el se identificaba en su fantasía con protagonista de novelas. Siempre se considero mejor que los demás, le daba un gran valora la ropa elegante y las alhajas, y cuando salía a pavonearse los domingos imaginaba en su fantasía que era un alto funcionario.

B. nunca ha presentado síntomas epilépticos. En su juventud, masturbación moderada; posteriormente coito moderado. Nunca antes, sentimientos o impulsos sexuales de índole perversa. Vida retirada, en el tiempo libre, lectura (popular, también historias caballerescas). B. no era bebedor. Solo excepcionalmente se preparaba una especie de ponche con cuyo consumo siempre se sentía sexualmente excitado.

Desde hace unos años, teniendo una libido considerablemente disminuida, se le venían presentando, asociados a estos consumos de alcohol, la maldita idea y el deseo de genitalita adspectui feminarum publice exhibere.

Cuando se encuentra en esta situación, le entra calor, el corazón le late con violencia, se le sube la sangre a la cabeza y no puede resistirse a ese impulso. Ya no ve ni oye otra cosa y queda completamente absorto en su deseo. Asegura que después, muchas veces, se ha pegado puñetazos en su enloquecida cabeza y se ha propuesto con determinación no volver hacerlo; pero esas absurdas ideas siempre vuelven.

Mientras se exhibe, su pene solo alcanza una semierección, nunca llega a la eyaculación, que, por otra parte, también tarda en aparecer durante el coito. Cuando se exhibe, le basta genitalia sua adspicere y al hacerlo tiene la fantasia libidinosa de que ese adspectus debe resultarle extraordinariamente agradable a las mujeres dado que a él también le encanta contemplar genitalia feminarum. Solo es capaz de practicar el coito si la puella se muestra muy complaciente con el. De lo contrario, prefiere pagar y marcharse como vino. En sus sueños eroticos se exhibe ante mujeres jóvenes y exuberantes.

Modelo de entrevista.

El

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