Sincronizados

Estamos como sincronizadas, tenemos el periodo casi en las mismas fechas”, dice María una chica de 24 años, refiriendose a una amiga. Este es sólo un ejemplo de cómo las feromonas no sólo nos hacen más atractivos hacia el sexo opuesto, sino que también suponen una comunicación que hasta el momento se ha estudiado y comprobado sobre todo en insectos y animales. De acuerdo con la Doctora Bertha Prieto, directora de Neurofisiología en la Facultad de Medicina de la UNAM, cada vez hay más evidencias de que existe un intercambio de información de estas hormonas entre un sexo y otro. Consideradas como sustancias químicas, inodoras producidas dentro del organismo, las feromonas son responsables del comportamiento sexual humano, de la atracción sexual y de una comunicación química que en las mujeres, por ejemplo, puede relajar y regular el ciclo menstrual. De acuerdo con un estudio publicado a principios de este año en la revista científica Cell, cuando una mujer se encuentra en su periodo menstrual, las feromonas de su sudor pueden afectar el ciclo de otras mujeres, sobre todo si viven juntas, como en el caso de María y sus amigas, compañera de departamento . “Las mujeres, cuando viven juntas, casi todas empiezan a menstruar al mismo tiempo”, comentó la especialista. Otros estudios, de acuerdo con la doctora, muestran que las mujeres tienen preferencia por algunos hombres a partir de su olor. En este caso se presentó a un grupo de mujeres, camisas sudadas y ellas seleccionaron las que más les gustaron de acuerdo con el olor. El estudio concluyó que todas habían elegido y el sudor que correspondia a hombres con el misma secuencia genética, específicamente con un gen llamado HLA, lo que indica que incluso somos capaces de detectar a través del olor secuencias genéticas. Otra evidencia de que nuestro órgano Vomero Nasal (OVM) existe y recibe información por parte de las feromonas, afirmó la doctora Prieta, es el estudio realizado por científicos del Centro de Química de los Sentidos en Filadelfia, quienes descubrieron que el sudor de axilar de los hombres puede relajar y regula los ciclos de la mujer. De acuerdo con los investigadores, el descubrimiento podría usarse en la creación de medicamentos de fertilidad femeninos. “La axila contiene feromonas activas fisiológicamente”, señaló el químico George Preti, investigador del centro y participante en el estudio. Este proceso de alteración química, que es común en todo el mundo animal, puede afectar al cerebro y de ahí que nuestros cuerpos reaccionen sin que seamos conscientes a ello. El estudio publicado en el último mes por la revista Nature, consistió en exponer al grupo de mujeres voluntarias por seis horas, a las feromonas resultantes del sudor axilar pero enmascarado con una fragancia. Durante la investigación monitoreó los niveles de la hormona luteinizante, clave en el ciclo menstrual. Dicha hormona provoca pulsos en el cerebro de la mujer que

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