TERCERA ETAPA EN LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA ESTADÍSITCA

 La vida secreta del niño antes de nacer brinda de manera clara y concisa las últimas investigaciones médicas acerca de la vida intrauterina y los procesos cognitivos que se extienden hasta los primeros años de vida. Thomas Verny y John Kelly explican que el feto puede ver, oír, experimentar, degustar, de manera primitiva, inclusive aprender, por lo que lo novedoso de este enfoque ayudar a nuevas generaciones de padres. Una embarazada que todos los días escucha unos minutos de música tranquilizadora puede lograr que su hijo se sienta más relajado y tranquilo. Y en el mejor de los casos, esa exposición temprana podría crear en el niño un interés musical para toda la vida. Desde siempre, la mujer en estado de gestación ha establecido algún tipo de comunicación con el niño, nos habla de esa comunicación, y de cómo influye en el parto y en la posterior relación madre-hijo. Adoptando determinadas prácticas y actitudes crear un entorno gratificante, contribuye al bienestar, alegría, inteligencia, capacidad de atención del futuro niño sobre todo a su equilibrio emocional. La vida secreta del niño antes de nacer marcó un antes y un después en la percepción de la gestación. Por encima de todo, trata de cómo nos convertimos en quienes somos. Y está basado en el descubrimiento de que el futuro niño es un ser que siente, recuerda y es consciente; lo que le sucede lo que nos sucede a todos en los nueve meses transcurridos entre la concepción y el nacimiento. Pataleos por parte del niño, y cambios de conductas; cóleras, angustias, ansiedad, por parte de la madre, los sueños, miedos, ansiedad, amor, aceptación. Emociones negativas o hechos que producen tensión no afectaran adversamente el vínculo intrauterino si son ocasionales. El peligro surge cuando se siente separado de su madre o cuando sus necesidades físicas o psicológicas son constantemente ignoradas. Lo único que quiere es un poco de amor y atención. El estado emocional de la madre embarazada tiene mayores efectos a largo plazo que el estado emocional de la madre durante el primer año de vida. Él aspecto más significante de nuestros nuevos conocimientos son sobre el papel que la madre embarazada, desempeña formando y guiando la personalidad de su niño antes de nacer, sus herramientas son los pensamientos y sentimientos que conllevan al desarrollo a futuro de mismo, con ellos tiene la posibilidad de crear un ser humano favorecido, no se puede afirmar que los pensamientos de la madre sean lo único que influye, pero son un elemento importante para el desarrollo del niño intrauterino. Debemos mencionar que el niño intrauterino tiene necesidades emocionales, más primitivas que las de un adulto,

Necesita sentirse amado y deseado, por lo que es necesario hablarle y pensar en él. Cosas tan simples como escuchar los latidos del corazón de su madre ese, tic-tac constante llega a expresar tranquilidad, la seguridad y amor hacia él. La idea es muy interesante y la verdad es que impresiona comprender tantos ejemplos de algo que solo se imagina. Por ejemplo, una niña que se relaciona demasiado con otro idioma, cuando aprende a comunicarse con la ayuda de un terapeuta, demuestra que prefiere comunicarse en inglés a su lengua materna, y resultó que la madre durante el embarazo tuvo un trabajo en el que todo el mundo se comunicaba en inglés. O un pianista que podía tocar una melodía sin conocer la partitura, era como natural en él. Y al comentarle a su madre que le obsesionaba esa melodía ella, antigua pianista, le comentó que durante el embarazo se pasó meses ensayando precisamente aquella pieza. Como estos, muchos ejemplos de la influencia de la experiencia del mundo exterior que tienen ya los bebés en su entorno intrauterino. Desde siempre, la mujer en gestación ha establecido algún tipo de comunicación con el niño, por lo cual no resulta extraña la evolución científica que se ha operado en este sentido. Lo que siente y percibe el niño puede definir su futuro comportamiento social. El instrumento fundamental que interfiere en la transmisión de estos mensajes iniciales es, por supuesto, la madre. Pero esto no significa que sobre el feto recaigan toda clase de tensiones o preocupaciones; lo importante son los sentimientos profundos y constantes. También el padre ocupa un lugar destacado en el proceso porque se transmite los sentimientos del hombre hacia su esposa y su bebé son definitivos en el éxito o fracaso del embarazo. Contribuyendo a impulsar una mayor conciencia a los futuros padres con respecto a sus hijos. El vínculo posterior al nacimiento es la continuación de un proceso vinculante que había comenzado mucho antes en el útero. El mejor periodo para el vínculo extrauterino son las horas y los días inmediatamente posteriores al parto y para el vínculo intrauterino, los tres últimos meses del embarazo. Este vínculo no se produce automáticamente, para que funcione es preciso el amor hacia el niño y comprensión de los propios sentimientos. El firme vínculo intrauterino es la protección fundamental del niño contra los peligros e incertidumbres del mundo exterior. Lo cual es tan imprescindible que madre e hijo estén en armonía. El vínculo entre madre e hijo es el prototipo de todas las formas de amor.

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