Texto: Revista Medical Doctor, Libro Escritos de Pediatría y Psicoanálisis,.

Texto: Revista Medical Doctor, Libro Escritos de Pediatría y Psicoanálisis,

Capítulos: Artículo, Capítulo 14

Autor: Arnaldo Rascovsky, Donald Winnicott

Fecha a Entregar: 23/08/2016

                                        Desarrollo

• Madre e hijo en los primeros cuarenta días de vida: el Periodo de identificación Total.

Cuando un nuevo ser humano llega a la vida este depende cien por ciento de la madre los cuarenta  primeros días para su buen desarrollo.

A partir de la fecundación, el nuevo ser crece y exige que la atención de la madre se dirija hacia él, , sin embargo con la formación de la placenta en el segundo trimestre de gestación esto disminuye un poco.

No obstante, con el acto del parto, la atención de la madre se vuelca al bebe, ya que el neonato debe afrontar una nueva realidad fuera del útero de la madre donde se encontraba protegido y con sus necesidades cubiertas. Es en esos primeros instantes donde se verifica el vínculo inicial y definitivo entre madre e hijo y a partir de ella la identificación entre ambos.

Es en los primero cuarenta días donde aparece la ansiedad provocada por el denominado trauma del nacimiento, el cual la madre trata de controlarlo con el amamantamiento del neonato.  

“La amamantación es una garantía de la salud psíquica y física durante la niñez, la cual establece las bases sólidas para la construcción de una personalidad completa y bien estructurada”( Arnaldo Rascovsky)

• La identificación materna con el niño

Al nacer el bebé, la madre entra en un estado de exaltación, que es algo normal en las madres, ya que surge la preocupación por la vida y el desarrollo del recién nacido.

Es el momento en el que la madre cae en cuenta de que tiene una responsabilidad enorme en el desarrollo de ese niño.

Winnicott,  dice que “ en la fase más precoz estamos tratando con un estado muy especial de la madre, una condición psicológica que merece un nombre, como puede ser el de preocupación maternal primaria. Sugiero que la literatura psicoanalítica no ha rendido tributo suficiente a una condición psiquiátrica muy especial de la madre acerca de la cual deseo decir lo siguiente: Gradualmente se desarrolla y se convierte en un estado de sensibilidad exaltada durante el embarazo y especialmente hacia el final del mismo.

Dura unas cuantas semanas después del nacimiento del pequeño. No es fácilmente recordado por la madre una vez que se ha recobrado del mismo. Iría aún más lejos y diría que el recuerdo que de este estado conservan las madres tiende a ser reprimido.”

El primer contacto del niño con el ambiente es a través de la madre, donde este empieza a desarrollar su propio Self, es dependiendo de esta relación que será un desarrollo positivo o negativo.

“Solo si la madre se haya sensibilizada, podrá ponerse en el lugar del pequeño y de este modo satisfacer sus necesidades. Estas al principio son corporales, pero paulatinamente pasan a ser necesidades del yo, a medida que la psicología va naciendo de la elaboración imaginativa de la experiencia física.

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