Trastornos
olfiris26 de Septiembre de 2014
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TRASTORNO DE BIPOLARIDAD
Los trastornos psicológicos de la infancia y adolescencia hacen algunas sugerencias para entender la relación entre las grandes dimensiones psicopatológicas y los síndromes clínicos desde una perspectiva etiológica. Se formulan algunas hipótesis sobre el rol del contexto en la aparición de la psicopatología y, finalmente, se analiza el riesgo y la vulnerabilidad para algunos trastornos específicos. Como es de analizar el término, patología es la rama de la medicina encargada del estudio de las enfermedades en los humanos. De forma más específica, esta disciplina se encarga del estudio de los cambios estructurales bioquímicos y funcionales que subyacen a las enfermedades en células, tejidos y órganos. Los adolescentes de nuestra época son muy propensos a padecer patologías mentales. Debido a él desorden de vida de los padres y en la mayoría de los casos el comportamiento y la forma de abordar los problemas. La falta de acompañamiento de los padres o personas interesadas. Estas situaciones desencadenantes los conllevan a padecer trastornos patológicos. Hay muchos casos patológicos que puede sufrir un niño, un adolescente y peor aún un adulto. Entre algunos cabe mencionar la patología de la bipolaridad.
El trastorno bipolar, englobado en los llamados trastornos del estado de ánimo, provoca en las personas que lo padecen emociones muy exageradas (son los llamados episodios maníacos) para después pasar a niveles anímicos peligrosamente bajos (depresión). Los extremos son tan drásticos que pueden dañar las relaciones sociales, provocando como resultado un bajo rendimiento en la escuela o el trabajo y con riesgo de suicidio. La mayoría de las personas con trastorno bipolar son diagnosticadas a los 25 años, pero muchas veces esta enfermedad no es fácil de detectar. Dado que las pruebas de sangre y escáneres cerebrales no pueden detectar el trastorno bipolar, los profesionales de la salud mental se basan en la historia clínica del paciente. Las personas con trastorno bipolar pueden llevar una vida normal con un tratamiento adecuado que combine medicación y psicoterapia para controlar los síntomas y reducir el riesgo de futuros episodios. Uno de los tratamientos básicos para este trastorno es la toma de conciencia del problema, el conocimiento por parte del afectado y sus allegados mediante una psicoeducación adecuada que les permita hacer frente a las crisis sin temores infundados y con las herramientas más válidas; así como prevenir las recaídas. La terapia farmacológica personalizada, especialmente durante las fases de desequilibrio, es otra de las claves. Benzodiazepinas, antipsicóticos y estabilizadores del estado de ánimo son los fármacos más utilizados. De manera más cuidadosa, se pueden utilizar fármacos antidepresivos si el paciente los requiere.
A mi modo de ver, las personas que le diagnostiquen esta patología, después de un buen tratamiento pueden llevar una vida normal. La mayoría de los que padecen esta enfermedad les toca vivir con ella toda la vida. Debido a que esta es crónica y sin cura, lo que hace el siquiatra es mantener al paciente controlado y bajo observación médica. Cabe aclarar que esta enfermedad es diagnosticada a los 25 años en adelantes. Esta se presenta en 3 etapas. En la 1 etapa se da en aquellos individuos que han experimentado un episodio maniaco añadido a un episodio depresivo. La etapa 2 se caracteriza por episodios de depresión mayor así como al menos un episodio hipomaníaco. Los episodios de hipomanía no llegan a los extremos de la manía, no provocan alteraciones sociales u ocupacionales y carecen de rasgos psicóticos. En la etapa 3 se presenta con la aparición de la enfermedad en pacientes de edad avanzada de más de 50 años de vida, en donde los mecanismos cerebrales que regulan el estado de ánimo se encuentran alterados. En las últimas
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