Ética Y Política

Ética y política en la sociedad democrática

Pues aquí es donde interviene el factor de la ética, donde esto posibilita que aquellos miembros de partidos políticos, también miembros que componen una sociedad determinada, actúen acorde a las buenas pretensiones.

Mucha de las veces con grandes finalidades y pueda llegar a concretarse todo tipo de proyección, ideas y pensamientos propios e importantes para poner en práctica todo ello y obtener un gobierno democrático pleno e ideal para que funcione según lo que la sociedad tiene como finalidad, ya sea de interés general, o bien común, etc., de ahí procede la importancia fundamental de la ética, donde todo tipo de práctica sea honrada y decente.

Por ello a partir de entonces nos permite calificar una práctica política ya sea buena o malay nosotros como ciudadanos catalogar a los gobiernos conforme a sus actos.

Kant menciona dos cosas, la propia perfección y la búsqueda de la felicidad, donde ambos permiten incorporar como exigencia, la noción del deber.

También menciona la auto coacción donde supone desde un punto de vista que el sujeto es el autor de su propia ley.

La ética y la política se ven abocada a la toma de decisiones que el mismo sujeto forma en dicha sociedad para que pueda llevar una sola ética dentro de su mismo entorno.

Schmitt menciona que trata de vincular lo político desde un punto de vista de lo ético para subordinarlo a lo económico.

En la actualidad es necesario analizar la singularidad relación que entabla con la ética, dicha política para interpretar esa información como una característica ya sea de corrupción o de transparencia.

ETICA Y POLITICA EN LA DEMOCRACIA MODERNA

La relación entre ética y política en la democracia moderna no deja de ser tensa y peligrosa ya que introduce un relativismo moral, es aquí cuando el poder al penetrar la dimensión ética, introduce en ella la más grande distorsión, ya que el discurso se convierte en una mera forma de justificación al poder, esto es lo que hace que la constante tensión entre ética y política nunca tenga un modo único.

Esta contención, que se entablaba de alguna manera desde la ética y que estaba garantizada en el liberalismo por la Razón, pierde toda sustancia con la conformación de la democracia de masas. En parte, porque con las masas se introducen en la política los elementos no-racionales, quebrando con ello la racionalidad propia del Iluminismo. Pero, en parte, también porque con la integración.

Algo que, aunque no totalmente imposible al menos en teoría, el desarrollo de la lógica del poder tiende a desvirtuar desde un principio en el terreno de la práctica, ya

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