Sacando del clóset a la hija de la senadora Morales

No está bien utilizar la intimidad de las personas para contra argumentar una posición.

La vida de Viviane Morales parece ser el ejemplo perfecto del debate sobre la adopción por parte de parejas del mismo sexo en Colombia. Así pues, en el año 2015 la senadora Morales dio de qué hablar al proponer un referendo para que sean los ciudadanos colombianos quienes decidan si se debe aprobar o no la llamada adopción igualitaria, esta sugerencia despertó las objeciones de muchas personas, entre quienes se destacó la senadora del Partido Verde Claudia López, ella cuestionó a Morales su falta de consecuencia, coherencia y su desconocimiento de los derechos de las minorías.

El miércoles 18 de febrero del 2015, Claudia López, por medio de su cuenta de Twitter, sorprendió con un trino que tocó la vida privada de la senadora Morales: “Lo que no tiene nombre es que una madre discrimine a su propia hija para cazar votos con referendo ilegal en año electoral”, escribió en Twitter la congresista López. De manera que, las declaraciones y los argumentos impropios de Claudia López plantean un dilema ético entre revelar públicamente la orientación sexual de una persona para ampliar los argumentos de un debate y el derecho a la intimidad de una persona.

Lo que sí genera un interrogante es si la senadora del Partido Verde Claudia López, actuó de una mala manera utilizando la intimidad de las personas para contraargumentar una posición. Por ende, según Hans-Hermann Hoppe filósofo y escritor del libro Ética de la Argumentación, atacar a otra persona en el transcurso de una argumentación es injustificado y antiético. En consecuencia, la senadora del partido verde estaría utilizando argumentos indebidos, ya que está atacando la dignidad de Viviane Morales en lugar de ser un ataque a su postura. Como lo señala, el filósofo, profesor y escritor americano Anthony Weston.

El error está en que la senadora López se haya sentido con la autoridad para revelar información íntima del ámbito familiar de Morales, pero especialmente de la vida privada de su hija. Esta actuación va en contra del artículo 15 de la Constitución Política, el cual protege la intimidad personal, familiar y el buen nombre de los ciudadanos colombianos. Y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar.

Mi pregunta es ¿Qué tiene que ver, en medio de todo este debate, la hija de Morales? independientemente de que la hija de Morales oculte su orientación sexual o no la oculte no es suficiente para que termine involucrada en un debate que no propone ella sino su madre. Por lo que sigue, digamos que no es del todo coherente de que la senadora Morales esté en contra de un derecho que perjudica a su propia hija y a su pareja. Pero existen, de lejos, argumentos mucho más sólidos para rebatirles a Morales y a los opositores la adopción igualitaria.

Ejemplo de esto podría ser, que no hay evidencia científica que demuestre que los hijos criados por parejas del mismo sexo tengan un desarrollo diferente al de los hijos criados por parejas heterosexuales. Además, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Defensoría del Pueblo, el Ministerio del Interior y Universidades como Los Andes, Nacional, Externado, ICESI, la Universidad del Valle y la de Antioquia, dieron conceptos favorables sobre la adopción igualitaria. Incluso, Existen testimonios de jóvenes blogueros que hablan de su experiencia positiva, habiendo sido criados por parejas del mismo sexo.

En definitiva, podría haber muchos más argumentos para rebatirle a Viviane Morales su posición, sin necesidad de revelar la intimidad de la senadora Morales como madre, ni la de su hija, para que un referendo no se lleve a cabo. Por esta razón, se debe ser más tolerante con las personas y utilizar argumentos sólidos y adecuados para rebatir una determinada posición sin necesidad de atacar

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