Amor Incondicional
marcemotog28 de Abril de 2015
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Como es el amor incondicional
He aprendido que no estoy aquí para juzgar, estoy aquí para amar. Nuestra función no es enderezar a todo el mundo, lo único que debemos de hacer es plantar la semilla.
Es fácil de amar a las personas que son como nosotros, se ven como nosotros, se visten como nosotros, creen en lo mismo; eso no requiere esfuerzo. Pero ¿qué pasa con las personas que son diferentes? Personas que no entendemos, con las que no estamos de acuerdo, en cuanto a su conducta están tomando malas decisiones, y es fácil juzgar por las apariencias, hacer prejuicios y pensar, no son para mí, son raros, mejor tomo mi distancia. Pero el amor de Dios no es excluyente, es incluyente. No excluye a las personas que son diferentes, no descarta a las personas porque no están tomando las mejores decisiones. No ignora al que no cumple con estas expectativas.
El amor incondicional dice “yo te amo aun cuando no estoy de acuerdo contigo”. Puedo no estar de acuerdo con tu estilo de vida, tu doctrina, como crías a tus hijos, los amigos que tienes, pero yo se esto ¡tú estás hecho a la imagen de Dios y yo no estoy llamado a juzgarte, estoy llamado a amarte!.
Debemos entender que cada persona se encuentra en un proceso, el lugar en el que se encuentran el día de hoy no es donde van a terminar, no son un producto terminado, aun se encuentran en la mano del alfarero. Pero muy seguido juzgamos a las persona por donde están ahora, los descartamos y decimos: “no me voy a asociar con ellos, son un desastre, están acabados”. No, Dios te usará para plantar semillas en su corazón. Tu amor, tu amistad, tu apoyo es parte del plan que Dios diseño para su vida.
Dios cuenta con nosotros para hacer la diferencia, no tengas una mentalidad de creerte muy santo, quítate los lentes del juicio, si no fuera por la gracia de Dios tú podrías estar donde ellos están. Las mismas cosas en que somos tentados a juzgar y criticar sino fuera por la bondad de Dios, podríamos también estar batallando con lo mismo. Si hubieras vivido su vida y te hubieras criado con su familia, te hubieras enfrentado a sus batallas entenderías porque están donde están.
Y las áreas en las que tú eres fuerte no son casualidad, es la misericordia de Dios mostrada en tu vida. Cuando tú muestras este amor incondicional las personas quizás no respondan de inmediato, quizás parezca que no hace diferencia, siguen cometiendo errores, pero esta es la clave ¡las semillas que siembran nunca mueren!.
Los investigadores encontraron semillas no hace mucho que tenían más de cuatro mil años, quedaron enterradas en un ataúd. Cuando plantaron esas semillas quedaron asombrados y esas semillas crecieron, seguían vivas miles de años después. De la misma manera, las semillas de esperanza, misericordia, ánimo que tú estás plantando en otras personas nunca mueren. Puede parecer que no se diferencia, pero la razón por las que no crecen es porque la tierra de su corazón esta dura y llena de piedras, y esa semilla no puede echar raíz. La buena noticia es que la semilla sigue viva y en el momento oportuno Dios suavizará ese corazón, aflojará la tierra y la semilla que has plantado tomara raíz y crecerá.
Nada de lo que has hecho fue un desperdicio, cada vez que muestras amor, estas sembrando esas semillas. Y muchas veces pensamos que tenemos que convencer a las personas, decirles lo que están haciendo mal, señalar sus errores, hacer que se sientan culpables ¡no, el Espíritu Santo es el que convence! Tu solo sigue sembrando esa semilla, mostrando amor incondicional y en el tiempo adecuado van a crecer.
Hace poco tuve la oportunidad de orar por uno de los artistas más famosos del momento. Esta persona es conocida en todo el mundo, muy popular pero también algo diferente, algo alocada. Y yo pude haber tenido una mentalidad de creerme muy santo y pensar: “yo no me voy a asociar con ellos, las personas me van a criticar no me van a entender”, esta persona parece representar justo lo contrario de lo que nosotros representamos. Pero Jesús dijo, son los enfermos los que necesitan doctor, no lo sanos. Y yo he aprendido que no estoy aquí para juzgar, estoy aquí para amar.
Nuestra función no es enderezar a todo el mundo, lo único que debemos de hacer es plantar la semilla. La biblia dice “el amor nunca termina” Cuando muestras amor, muestras a Dios. Cuando tienes misericordia, comprensión, aceptación, eso sana, eso restaura, trae vida. Y por mucho tiempo la iglesia en general ha sido conocida por lo que estamos en contra. Estamos en contra de esto, de lo otro y si vives así no eres bienvenido. Hemos sido efectivos en decirle a la gente lo que no nos gusta pero yo no quiero ser conocido por lo que estoy en contra, quiero ser conocido por lo que estoy a favor. Estoy a favor de la gente, a favor de nuevos comienzos, a favor de segundas oportunidades, estoy a favor de que te conviertas en lo que Dios te creo para hacer.
Mira ese joven artista el lugar en donde esta no es el lugar donde va a terminar. Esa semilla puede tomar raíz en una semana, en un año o en treinta años, no depende mi depende de Dios. El diseñó el plan para su vida.
Nuestra parte es seguir mostrando ese amor incondicional. No, te voy a amar si estás de acuerdo conmigo, te acepto siempre y cuando pienses como yo. No, nuestra actitud debe ser, si tienes buena moral o ninguna moral, igual te voy a amar. Si estas limpio y sobrio, o acabado y adicto yo te voy a amar. Si eres homosexual o heterosexual, republicano o demócrata, blanco o negro, musulmán o cristiano, creyente o ateo no importa igual te voy a amar. Jesús dijo “en esto todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13:35) Observen que no dijo “es por lo espiritual que sean, por cuantas veces vayan a la iglesia, cuantos versículos se saben, cuantos milagros ocurren”, no, lo sabrán por su amor a otras personas.
¿Cómo sería este mundo si en vez de juzgar a las personas amamos a las personas? Pero es que no se ven igual que yo, no se deben de ver igual, Dios nos hizo diferentes. Quizás no están en su vida donde deberían estar, está bien, se encuentran en un proceso, no son un producto terminado.
Quizás no alaban a Dios como tú lo haces, tienen otra denominación, otra cultura o una fe diferente; está bien no lo descartes nuestro Dios es el Dios de todo el mundo. No es un Dios blanco, un Dios negro, un Dios mexicano, un Dios coreano, es solo un Dios.
Y el Dios de Abraham, Isaac, Jacob ama a los musulmanes tanto como ama a los cristianos, ama a los hindúes, a los ateos, es el Dios de toda la humanidad.
Pero muchas veces tenemos una visión muy estrecha de Dios, tenemos un circulo pequeño con las cosas que creemos y quienes pensamos que tienen la razón y excluimos a todos los demás.
Apuntamos sus errores, lo que están haciendo mal, donde no estamos de acuerdo. Es que no se bautizan como nosotros, no toman la comunión igual; nos enfocamos en lo que nos separa. Pero mientras más vivo, más me doy cuenta en lo grande que es el circulo de Dios, cuan amplia se extiende su misericordia.
Cuando lleguemos al cielo nos vamos a sorprender de quien va a estar ahí. Pero Joel ¿y su falsa doctrina? ¿Y qué pasa con su falsa doctrina? Nadie esta correcto al cien por ciento. La principal razón por la cual se establecieron las denominaciones es para proteger la doctrina que cada una piensa que es correcta.
Victoria creció en una iglesia en la que pensaban que eran los únicos que iban a ir al cielo. Cuando nos casamos yo le pregunte ¿me das permiso de ir al cielo yo también? Gálatas 5 dice “no pienses que tu grupo es el único que está bien”. Escuche a alguien decir, pensar que tu iglesia es la única que está bien es como llenar tu tina con agua y llamarle el océano pacifico. Todos nos equivocamos en algo, lo importante es que estamos de acuerdo en que Jesús es el hijo de Dios, resucito de la muerte y ahora es nuestro salvador.
Mi amor por ustedes es mayor que una diferencia teológica, es más grande que la iglesia en la que perteneces, es más grande que la fe que prácticas, es incluso más grande que una diferencia política o filosófica. Yo no tengo que estar de acuerdo contigo en todo para amarte y si ustedes dibujan un círculo para excluirme yo dibujaré uno más grande para incluirlos. Cuando amas de forma incondicional, tu círculo es amplio, no juzgas a todos para ver si encajan en tus creencias.
Y esa persona que piensas que tiene tanta doctrina falsa, va por muy mal camino es mejor que te empiece a caer bien, probablemente será tu vecino en el cielo. Habrá mucha gente ahí que no esperabas ver, la gracia de Dios es de hoy y para siempre, es más grande, más amplia, se extiende ampliamente.
Pero muchas veces la religión intenta alejar a las personas, Dios siempre acerca a las personas, no se trata de cumplir todas las reglas, si te portaste bien durante toda tu vida, se trata de la condición de tu corazón. Tienes un corazón y quieres complacer a Dios, ¿crees en este salvador resucitado? Es interesante cuando Jesús estaba en la cruz había un criminal también colgado a su lado, lo estaban crucificando, este hombre había cometido mucho mal, había vivido una vida que no estaba orgulloso. Pero antes de morir miro a Jesús y le dijo: “por favor acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” El simplemente reconoció quien era Jesús, el sin duda invoco el nombre del Señor. Jesús le dijo “este día estarás conmigo en el paraíso”.
Ese criminal no hizo una larga oración por sus pecados, nunca lo bautizaron, nunca fue a la iglesia, eso fue solo la gracia de Dios. Las cosas no siempre concuerdan con nuestra teología.
Estaba leyendo acerca de Steve Jobs,
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