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Antitesis Evangelica


Enviado por   •  14 de Mayo de 2015  •  460 Palabras (2 Páginas)  •  183 Visitas

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Antítesis evangélicas

DJN

El uso frecuente y generalizado de la antítesis en los evangelios proviene del paralelismo, una de las características más significativas de la literatura oriental. Lowth (1753) fue el primer investigador de este recurso literario, haciendo en él una división que se ha convertido en clásica: el paralelismo sintético, antitético y sintético. Es en la poesía bíblica donde el paralelismo encuentra su mejor expresión. El mundo oriental consigue con el paralelismo una mayor capacidad de expresión de su rico pensamiento. Lowth lo define como "Una igualdad o comparación entre los miembros de una frase, en la que cada miembro se relacionan pensamiento con pensamiento y palabra con palabra, ajustando unas a otras". En el paralelismo antitético esta relación se realiza por oposición, contraponiendo los dos miembros a través del uso de dos palabras contrarias. Es un modo de expresión común en la poesía, pero que en el mundo hebreo se había hecho muy común, había traspasado el ámbito de la poesía y estaba presente en el lenguaje ordinario, ya que con este recurso se comunicaba mejor la fuerza del mensaje.

Con el uso de la antítesis, que con toda seguridad proviene del recuerdo que Jesús hacía de ella, los evangelios distinguen con toda claridad los conceptos, muestran con precisión la idea, haciendo de ella un procedimiento didáctico que evita las imprecisiones y los equívocos. Además al contraponer conceptos opuestos, este procedimiento se muestra como un vehículo muy acertado para transmitir la radicalidad de la predicación de Jesús, dando energía a la exposición y mostrando de una manera exigente y clara, lo nuclear del mensaje sin posibilidad de torcidas interpretaciones.

Los evangelios son ricos en el uso del paralelismo antitético (Jn 3,20-21 puede ser un ejemplo), y en el uso de la antítesis (vgr. Los cinco "pero yo os digo" de Mt 5,21-48). Nosotros por razones obvias, derivadas de la índole de este trabajo, dejamos a un lado estos usos, para estudiar en él únicamente las palabras antitéticas transmitidas por los autores evangélicos como utilizadas por Jesús en su predicación.

Sin ser exhaustivos, he aquí una lista de antítesis evangélicas: acoger-despreciar (Mt 18, 10), alegría-tristeza (Jn 15,20), amor-odio (Lc 16,13), ánimo-temor (Mt 14,22), arriba-abajo (Jn 8,23), atar-desatar (Mt 18,18), conocer-no conocer (Jn 1,10), crecer-disminuir (Jn 3,30), derecha-izquierda (Mt 20,20), dar-quitar (Lc 19,26), encontrar-perder (Mt 10,39), grande-pequeño (Mt 18,1-5), gritar-callar (Lc 19,40), hambrientos-ricos (Lc 1,53), humilde-poderoso (Lc 1,52), importante-servidor (Mt 20,26), justo-pecador (Mt 9,13), luz-oscuridad (Jn 1,5), mayor-menor (Lc 22,26), muerto-vivo (Jn 5,24), nuevo-viejo (Mc 2,22), paz-guerra (Mt 10,34), pedir-recibir

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