CARTA A JESUCRISTO- Vida Espiritual

CARTA A JESUCRISTO

Gracias Señor, por tanto amor para conmigo y mi familia.

Gracias porque con tu muerte y resurrección nos cambiaste la vida.

Gracias porque a pesar de no ser merecedora de tu amor, me amparaste bajo tu abrigo.

Señor, hoy solo vengo a agradecerte

Gracias por acompañarme en cada momento de mi vida.

Porque Iluminaste mis noches de oscuridad, mi padre es un adicto al alcohol, motivo por el cual mi familia y yo fuimos víctimas constantes de sus maltratos físicos y psicológicos, cuantas veces no me eche a llorar pensando que nada de lo que pasaba en mi vida tenía remedio o no era justo, pero ahí en esos momentos te sentí Señor, sentí tu presencia consoladora y me llenaste de amor, ese amor puro que solo tú tienes para dar.

Gracias por tu protección y todos tus cuidados.

Nunca me dejaste sola, como cuando era adolescente y caí de las gradas y me puse mal o cuando era niña y enferme tanto que mamá no sabía qué hacer pues tú me devolviste la vida con un roce de tu mano por mi frente.

Debo agradecerte también porque en mi camino pusiste personas maravillosas que en un determinado momento me ayudaron a sobrellevar las cosas, como lo fue Claudia mi compañera de estudios una gran persona de corazón humilde, también esta Laurita una amiga llena de fortaleza que me motivo a seguir luchando a pesar de que no la conocí en buenas circunstancias.

Gracias por tu eterna paciencia.

Sé que más de grande que de pequeña cometí muchos errores por los cuales me arrepiento y te pido perdón Señor, si te lastime o si te cause molestia, yo sé que es normal de tu parte porque si no, no me que drías tanto.

Gracias por abrirnos tantas puertas en este tiempo.

Y ayudarme a seguir mejorando profesionalmente, como compañera, persona, amiga, hija, hermana, pues estuve estudiando y trabajando pero cuantas veces estuve a punto de dejarlo todo o rendirme sin dar la batalla.

Gracias por tu infinita misericordia y bondad.

Porque me amas y entiendo que te necesito en mí, cuando te clame piedad la tuviste que grande eres Señor, Dios Todopoderoso, mi madre enfermo muchas veces te pedí por ella varias veces y la curaste quien puede ser mejor doctor si no tú.

Gracias por la preciosa sangre que derramaste al morir por nosotros.

Gracias por hacernos más que vencedores.

Gracias por haber entrado en mi vida y por escuchar mis oraciones.

Gracias por amarme.

Señor, hoy quiero decirte que te amo.

Aunque sé que estas en el cielo te imagino y te siento.

Cálido, amoroso, pacifico, conmovedor.

Jesús, marcaste mi vida; no soy nada sin ti. Te necesito siempre a mi lado. Estaba por

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