CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA.
Enviado por carlitosbecerra • 6 de Marzo de 2016 • Ensayos • 535 Palabras (3 Páginas) • 1.134 Visitas
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
El Sacramento del Bautismo
El Bautismo es fundamental en la vida cristiana, es la liberación del pecado para participar en el mundo como hijos de Dios, como parte de Cristo y, también, este sacramento nos incorpora a la iglesia haciéndonos miembros partícipes de sus propósitos.
La palabra Bautismo significa “sumergir” o “introducir en el agua”, lo cual hace referencia a llevar al catecúmeno (persona que desea ser bautizada) a la muerte de Cristo, para que éste resucite junto con él y tenga vida plena como cristiano.
La persona que recibe este sacramento, tiene la virtud de entrar al Reino de Dios y de ser iluminado por Cristo, pues el sagrado Bautismo es: don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más hermoso que existe.
El bautismo es, entonces, la creación de una vida nueva de nosotros en Cristo, en la que nuestro camino será guiado e iluminado, siempre y cuando creamos y tengamos fe en él. En otras palabras, se puede afirmar que este sagrado sacramento es la puerta a la salvación, la purificación del pecado y la vida misma en el espíritu santo.
Toda persona merece ser bautizada, así lo dice el Señor, desde los niños, que por ser hijos del hombre nacen marcados por el pecado; hasta los adultos pues mientras ellos crean en el Señor Jesucristo y tengan fe podrán recibir el sagrado sacramento.
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
El Sacramento de la Confirmación
La Confirmación es, junto con el Bautismo y la Eucaristía, uno de los sacramentos de la iniciación cristiana que fortalece la unión a Dios y enriquece nuestra fe y nuestras creencias dentro de la vida. Se le llama “Confirmación” porque este sagrado sacramento confirma la gracia del Bautismo.
Por medio de este sacramento, la persona que es confirmada recibe el Sello del Espíritu Santo. El sello que simboliza la autoridad de una persona para decidir y tomar decisiones propias y consientes; el sello con el que la persona decide entregar su vida a Cristo para servirle por siempre. Incluso, Cristo mismo se señala marcado con el sello de su Padre.
En otras palabras, el sacramento de la Confirmación es concebido como una unión representativa y única de la persona con el Espíritu Santo; creando con esto un fortalecimiento de profundidad a la gracia del bautismo, pues la confirmación nos acerca más a nuestro señor Jesucristo, incrementa en nosotros el Don del Espíritu Santo, nos une más a la iglesia y fortalece nuestra fe y creencias. Además de que la Confirmación nos hace sentir seguros de servir a Cristo, siendo siempre sus testigos, actuando en todo momento con fe y jamás avergonzándonos de nuestras creencias en él.
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