Completamente Libre

Seguramente has ido o conoces algún restaurante donde se ofrezca un servicio tipo Buffet. Por si no lo conoces, déjame decirte que ahí hay muchas opciones de alimentos que tú puedes elegir y en la cantidad que desees por un precio fijo.

Cada que asisto a este tipo de lugares, me gusta sentarme a observar cómo se sirven las personas. Generalmente toman su plato y consumen todas las variedades posibles distintas de alimentos. Casi siempre observo cómo la barra de ensaladas tiene unos platos pequeños y la gente prueba, en pequeñas cantidades todas las frutas y verduras que ahí se ofrecen y que generalmente no consumen en casa.

Después, pasan por la sección de platos fuertes y acompañamientos donde piden un poco de todo. Un poco de carne, un poco de arroz, un poco de espagueti, un poco de frijoles, un poco de pizza, un poco de aquel guiso que no conocen y un poco de pan.

Hoy no pienso hablarte de la restricción de cantidades, quiero hablarte de la libertad de elección. A ninguna de las personas que asisten al buffet, la persona que le sirve le dice “De esta carne ya no coma porque se la va a terminar y al rato ya no vamos a tener” o “De las aguas de sabor solo puede tomar un vaso porque si no ya no le vamos a vender”. Pensar esto en un servicio como este sería una locura puesto que está diseñado para que aquellas personas que asisten ahí, elijan libremente dentro de todo lo que hay.

En la alimentación sana el proceso es muy similar. Muchas veces el profesional de la salud le explica a las personas que pueden comer frutas y verduras, y salvo algunas excepciones por razones netamente médicas, las personas pueden elegir la fruta o verdura que deseen. Algunos tienen predilección por las manzanas, otros por las zanahorias, quizá a ti te gusta el aguacate o las uvas, pero te invitamos a sentirte con la libertad de elegir.

Pero ocurre algo extraño, las personas no parecen elegir dentro de las opciones que tienen. Generalmente escogen otro tipo de alimentos y casi siempre los mismos. En el lugar donde trabajo, la gente vive de comer frijoles, arroz, huevo, queso, leche y tortillas pero frutas y verduras muy poco.

Eso es lo más extraño. La gente es libre de elegir entre todos los alimentos naturales que existen, pero eligen los procesados. En 2006, Morgan Spurlock publicó un documental basado en la comida rápida de Mc Donalds llamado “Super Size Me” o “super engórdame”, donde se observaba un consumo creciente de este tipo de alimentos en Estados Unidos y en el mundo.

En una sección de este documental, se preguntaba por qué la gente regresa a este tipo de lugares que no son saludables y que además indigestan. Pues hay muchas razones, sin embargo una de las principales es que este tipo de lugares añaden sustancias adictivas como la morfina, las grasas y otros aditivos alimentarios, que hacen que regreses a consumir la próxima vez que andes cerca. Lo mismo pasa con el café o con el refresco de cola más consumido en el mundo. La cafeína es una sustancia psicoactiva que

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