Completamente libres

COMPLETAMENTE LIBRES

(Quebrantando Maldiciones)

Lamina 2

“ASÍ QUE SI EL HIJO OS LIBERTARE, SERÉIS
VERDADERAMENTE LIBRES” JUAN 8:36

Durante todo la mañana han experimenta la presencia de Dios en sus vidas, han conocido que tienen una identidad que NO sabían que la tenían… Ahora saben que son Hijos de Dios… han podido experimentar un verdadero arrepentimiento de sus pecados, han entregado toda carga a Jesús en la cruz…

¿y cómo se sienten?... mejor, livianos… pero saben que para sentirnos libres de todo ese pecado que entregamos al Señor y sentirnos COMPLETAMENTE LIBRES, hay cosas que debemos conocer y hacer, para que la consecuencia del pecado no toque nuestras vidas y no alcance a nuestra familia a nuestra generación…

Lamina 3

        El pecado trae Maldiciones a nuestras vidas y a nuestra familia… la palabra dice que la “Paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23) también dice que los dichos de nuestra boca trae Bendición o maldición a nuestras vidas…

 Santiago 3:11-12 dice “¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?... Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce” 

Lamina 4

Pero ¿Qué es Maldecir?... ¿Qué es la Maldición?

MAL ↔ DICIÓN
(mal-decir  ↔ decir mal).

Es el pago establecido por Dios en la vida de una persona y su descendencia a causa de maldad.

Es la violación de los pactos de Dios.

                                                Deut 28:1-15

Maldecir NO es solo decir esa palabra, Maldecir son los malos deseos e intenciones declarados hacia otros, son las palabras ofensivas, de descredito, de desprecio que salen por la boca.

Cuando una palabra de maldición sale por nuestra boca no solo estamos pecando sino abriendo las puertas a espíritus inmundo para que operen y gobiernen nuestras vidas… se levantan potestades, principados, gobernadores de las tinieblas y huestes de maldad, que se encargan de hacer efectivo esa palabra, ese decreto que salió por su boca…

Debemos de cuidar los dichos de nuestra boca… sobre todo la que declaramos sobre nuestros hijos y familia.

La Maldición es un arma peligrosa… es un Búmeran que no solo pega al que la lanza sino que se devuelve tras el que lo lanzo y la condición de la persona tanto del que la recibe como el que la envía CAMBIA de manera drástica y no para bien… las personas son gobernadas por esos espíritus inmundos que hacen de la maldición una herramienta de defensa… por eso vemos personas que cuando hablan nada bueno dicen y su condición no física, sino espiritual no es nada buena… nadie los soportan, las personas lo aparta y lo desprecian lo que viene a empeorar la condición de la persona.

Ustedes no le han pasado o escuchado que hay ciertas personas que le dicen que son “pavosa”  porque todo lo malo que dice se cumple…  es una maldición. O personas que le dicen “Boca de piñón”… por nada bueno sale de su boca… eso es una maldición.

Lamina 5.

        Y Usted se preguntara:   ¿Cómo puedo ser Libre?

Tiene que declarar libertad, no solo para usted mismo, sino para todas aquellas personas que han sido afectadas con las maldiciones que han salido de su boca.  Tienen que apoderarse del derecho a la vida que solo le da Cristo Jesús y como hijo de Dios que ahora conoce que es… tiene que apropiarse de eso, recibirlo y compartirlo con todos los demás…

Tiene que renunciar, echar fuera de su vida todas esas maldiciones y cerrar toda puerta, para que no afecten tampoco a su familia y generación. Porque las consecuencias del pecado  y de la maldición dice la palabra que alcanza hasta la cuarta generación (Éxodo 20:5)… eso quiere decir hasta sus tataranietos… y es tremendo que paguen por algo que no hicieron.

Lamina 6

¿CÓMO PUEDO SER LIBRE?

Déjame decirte que ya la mayor parte la hizo Jesús en la Cruz del Calvario.

“Cristo nos redimió de la maldición...  Hecho por nosotros Maldición”

Gálatas 3:13

Cristo destruyó toda maldición en la cruz del calvario y cuando confesamos la fe en Jesús, nos arrepentimos de nuestros pecados y perdonamos, podemos romper cualquier relación con lo oculto,  y renunciar a toda maldición.

        Cuando Adán Y Eva pecaron, ese pecado los alejo de Dios y esa desobediencia abrió la puerta por donde entro el enemigo (satanás) y tomo autoridad sobre el hombre… por eso hemos estado en pecado y alejados de Dios

Pero cuando Jesús murió en la Cruz y descendió a los infiernos y derrotó a satanás… le quito toda autoridad que tenía sobre nosotros y abrió esa maravillosa puerta para que nosotros pudiéramos reconciliarnos con el Padre a través de Él, a través del arrepentimiento y el perdón, para poder renunciar a todos nuestro pecados, a todo esa maldición que toco nuestras vidas, a dejar atrás nuestra vida pasada y cerrarle toda puerta al enemigo y apartarnos del mal.

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