Dar Sin Esperar Recibir

Dar sin esperar recibir

Este discurso se trata del respeto hacia el trato con los niños por parte del Papa Juan Pablo II. Para empezar, hay que tener muy en claro esta frase “uno predica con el ejemplo”, lo que quiere decir que lo que uno le enseña a los demás deba basarse en lo que uno hace. Por eso en este discurso, aprenderás como era el trato de Juan Pablo II hacia los niños, lo que hizo por ellos, porque lo hacía y como lo hacía. El Papa, murió en el 2005, pero eso no impidió que la gente lo siga admirando por cómo fue y como sigue siendo desde el cielo, ya que nos dejo muchas cosas para aprender y otras muchas para pensar y mejorar.

Desde joven, mostro su amor y carisma a los niños, como en una ocasión, a la edad de 25 años, ayudó a una niña judía de 13 años, superviviente de un campo de concentración, alimentándola y llevándola en brazos durante cuatro kilómetros sobre la nieve, para que cogiera el tren que la devolvía a casa.

“Dejad que los niños vengan a mí” (Mc 10, 14). Eso lo dijo Jesús a los Apóstoles en cierta ocasión, y era algo que Juan Pablo II siempre vivió, ya que para él los niños fueron muy importantes siempre, por ello siempre los escuchaba y les respondía preguntas. En una ocasión, cuando fue a Melbourne, Australia, tuvo que responder algunas preguntas: -“Te gusta la música rock?” (“Me gusta en algunos momentos, pero prefiero el gregoriano”) -“¿Por qué vistes de blanco?” (“Porque los Papas se visten así”).

Siempre ayudaba a los niños, porque decía “los niños son el futuro de la humanidad”, por eso viajo en 104 ocasiones fuera de Italia y 146 por el interior el país, tan solo para realizar labor social, y dentro de estos viajes se encargo de muchos niños. Para darles este mensaje, les escribía cartas, en las cuales les decía muchas cosas, y una de ellas fue esto: “Queridos amigos, vosotros, que hoy sois niños y muchachos, formaréis mañana la primera generación de cristianos adultos del tercer milenio. ¡Qué grande es vuestra responsabilidad! Seréis los protagonistas del próximo jubileo, en el año 2025. Para entonces seréis grandes; quizá habréis formado una familia, habréis abrazado la vida sacerdotal u os habréis consagrado a una misión especial en la Iglesia al servicio de Dios y de vuestros hermanos.”

Para terminar, llegamos a la conclusion de que el Papa Juan Pablo II fue un muy buen hombre no solo con las personas mayores, los adolecentes y los de otras religiones; sino tambien con los niños, y demostro que desde niño su amor por ellos, y hasta el dia de su muerte les dio amor y los ayudo, especialmente a los que mas lo necesitaban, ya que él trataba a los niños asi, sabiendo que NO IBA A RECIBIR COSAS MATERIALES EN ESTA VIDA, por lo contrario, las iba a recibir en el cielo. Por esto y por muchas otras razones, Juan Pablo II es una persona a la que

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