EL Organismo Dañino

El Organismo dañino.

Harrantro

Paolo Fuentes

5 octubre 2012

4°medio A

La situación es esta lector abstraído y “pensante”. Siempre ha estado la disyuntiva de cuál es en realidad la característica diferenciadora que separa a los animales, de la figura ensalzada y nunca bien ponderada del “Ser Humano”.

¿Qué nos hace diferentes? ¿En realidad somos distintos a los animales supuestamente inferiores? ¿Qué tan superiores somos o nos sentimos?

Cada pregunta surge en mi mente, y a la par evocan pensamientos y recuerdos de las respuestas que ya han dado a alguna de estas preguntas, que apuesto ya has oído.

Este ensayo presenta una defensa, una apología del humano como máquina que nos aniquilará, como una bomba de tiempo, que no a largo plazo devastará todo, por su condición que te presentaré.

Seguramente has escuchado la frase: “El hombre ser Racional”… Pero, ¿qué significa ser “racional”? ¿Acaso la historia no nos ha mostrado rotundamente que el humano comete actos totalmente fuera de lo que se consideraría como proveniente de un ser “pensante” y “superior”?

Por nombrar algunas otras características que se le ha dado al ser humano, y que seguramente ya has cuestionado e incluso rechazado anteriormente tú mismo “altruista lector”, están la capacidad intrínseca y única del hombre de cometer errores, y en un opuesto con lo dicho en el párrafo anterior, las personas cometen estupideces.

Sin embargo, para dar solo una contraargumentación a esta tesis, que quizás sería acertada, puedo mencionar el simple hecho que; “todos los organismos cometen errores”. Las mutaciones, se entienden muchas veces como eventos que sucedieron en el DNA de un organismo, y que pueden ser beneficiosas para éste, o perjudiciales en el ámbito de su capacidad reproductiva, pero no nos apuremos lector, ahondaremos más adelante en éste punto genético, no obstante es necesario mencionar, que el hombre como ser irracional, puede ser una muy buena apreciación, que pone al descubierto toda aquella visión enaltecida de nuestra especie.

Otra característica que se nos ha acuñado, sería que somos los únicos organismos que fuimos capaces de crear un lenguaje articulado en la palabra, y que gracias a esto pudimos desarrollarnos mucho mejor que los otros animales, pero sería muy individualista ( o “especificista” ), quitarle el mérito a los grandes exponentes dentro de las comunicaciones más grandes y asombrosas que nos han servido incluso ciencia.. Con esto me refiero por ejemplo a los murciélagos, que mediante su ecolocalización, han desarrollaron un sistema de ondas para poder “ver”, o ubicarse en la noche. Las ballenas, los cachalotes, son otros representantes que emiten ondas que viajan hasta el fondo del mar, chocan y se devuelven, y tras un mero cálculo matemático, ( que apuesto, lector, tú no sabes resolver), ellos en cuestión de segundos ya saben a qué distancia están de un arrecife, por ejemplo.

La última “capacidad del hombre”, que se da de forma, más bien yo diría, emocional, y con un toque de individualismo aún, es el amor. No desprecio este valor, pero aun así lo cuestiono, pues no es algo sencillo, y dudo que sea explicable y comprensible de algún modo. Humberto Maturana, científico escritor, nos proporciona una visión en la que el humano desarrolló biológicamente su sistema nervioso y en consecuencia su capacidad holística, mediante el lenguaje, y que éste tuvo que estar necesariamente ligado en su origen por el amor. No entraré en detalles sobre ésta teoría sino más adelante, en nuestro viaje, falseando hipótesis teóricamente.

Bueno, mi tesis, en la que desde ahora argüiré es: “el hombre solo se diferencia de los otros animales, por nuestra capacidad única de hacer daño, de causar dolor y transgredir al otro sólo por el hecho de hacerlo, la que nos desliga medianamente del reino al que pertenecemos. Sin embargo, esto se vuelve más dañino, por el hecho de que somos conscientes de que lo hacemos, racionalizamos el cómo hacer y a quién herir, y esto nos resulta más satisfactorio como resultado de nuestro deseo personal”.

Racconto biológico – histórico.

Empezaremos por abordar algunos términos necesarios para tratar esta discusión, pues quiero que tú “lector egoísta” seas parte de ésta, y tomes posición reflexiva, crítica y activa de la misma.

Tú sabes lo que es un humano, (o creen tenerlo claro, al igual que yo lector “racional”): la evolución, nos ha llevado en un proceso lento, que según el neo-darwinismo, esta movido por una serie de mutaciones hechas por selección natural al genotipo de las especies. Sin embargo otros autores, (entre ellos Richard Dawkins) sostienen la evolución como un hecho meramente de genes, o sea: un traspaso constante de unidades genéticas ubicadas en los cromosomas de los individuos, los cuales, a la larga, solo buscan su permanencia en el tiempo, el ser traspasados a otras generaciones.

Hagamos un viaje en el tiempo, a los principios, a la creación o comienzos teóricos de la vida y de modo de hacer esto más corto, la historia comienza así…

Todo parte de las moléculas, y no cualquiera, sino que fue un conjunto de genes, que tal como si hubiese tenido vida, fue replicándose y formando copias de él mismo, hasta alcanzar una gran cantidad de entidades que tuvieron que empezar a competir, para dejar más descendientes que sus contrincantes.

Aquí ya vemos una tendencia natural y biológica, intrínseca a todo ser de prever su propia trascendencia por el tiempo, su mantención genética. Ésta teoría la vemos muy bien en el libro “el gen egoísta” de Richard Dawkins, por si acaso deseas conocerte más como persona, o como especie viva.

Aporté cierta base conceptual, hagamos ahora una revocación de las tesis ya expuestas. Espero que al final de esto te des cuenta de la calaña que es la especie humana, “tú, lector”.

El hombre y la irracionalización del ser racional.

Mucho tiempo ya que se planteó la característica racional del hombre, Aristóteles lo postula así, de hecho pone como objetivo principal en nuestras vidas buscar la virtud, o sea, la justa medida de la razón. Pero, ¿es qué han cambiado los tiempos? ¿Es qué los griegos, eran menos irracionales que el mundo contemporáneo?

No, sin lugar a dudas el humano desde

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