El Silencio

Reflexion

Cuando reflexionamos sobre estos tres conceptos: el silencio, espiritualidad del desierto y la compasión (desplazamiento), nos damos cuenta que son esenciales y vitales para nuestra alma, cuerpo y Espíritu. Como seres gregarios nos resistimos al silencio y aun más al desierto cuando sabemos lo que envuelve el mismo. Vivimos en una cultura democrática donde todos quieren opinar o ser escuchados. Invadidos por las redes sociales donde nos invitan a diario a conectarnos con las otras personas del otro mundo que tal vez nunca los vamos a ver, pero enajenados de nuestro entorno. Esto, se ha convertido en un desahogo donde hay personas que hacen buen uso de las redes pero otros vomitan todo el ruido de su interior, porque se entiende que el silencio es una actitud de cobardía. Cada día somos testigos de personas que se rinden del desierto de sus vidas haciéndolo público y muchos terminan en el suicidio porque nunca hubo un silencio de reflexión con ellos mismos. Como dice el pensamiento: “Algunos encuentran el silencio insoportable porque tienen demasiado ruido dentro de ellos”. Esto me da a pensar en que pensamos, nos ocupamos, nos preocupamos más en los demás que en nosotros mismos, “todo el mundo me conoce, pero YO no me conozco a mi mismo”. No es un pensamiento egoísta, sino es que, “no puedo dar lo que no tengo” y lo que tenemos es porque hay un depósito de Dios en nuestras vidas. En la música hay un signo muy importante que es el “silencio o pausa” que representa gráficamente la duración de una determinada pausa en una pieza musical. Sin un signo de “silencio” la pieza musical no puede ser completada. A sí mismo es la historia de nuestra canción, Dios es el autor, y nos invita a ese tiempo de “silencio”, de inactividad, por el tiempo determinado por el Autor de nuestra canción.

Nos encontramos atrapados en el juego de la modernidad que solo quieren acaparar nuestro tiempo y dinero, no hay un STOP, no hay una pausa, no hay un tiempo de a solas con nosotros mismos y nuestro Creador.

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