Jesús, mundo, creacion, sosteniendo, planeta, cielos

A través de la historia ha existido una duda grande con respecto a este tema, la filosofía griega buscó la explicación del mundo en el dualismo que envuelve la eternidad de la materia o el proceso de emanación que hace del mundo la manifestación externa de Dios.

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Los reformadores sostuvieron firmemente la doctrina de la creación hecha de la nada “ex nihilo” como un acto libre de Dios. Esta doctrina ha tenido aceptación de la mayor parte de los grandes teólogos como: Justino Mártir, Ireneo, Tertuliano, Clemente de Alejandría, Orígenes y otro. Ha habido un fuerte debate entre estos grandes hombres en cuanto a los días y en cuanto al Hijo y de cómo sucedió realmente, y todavía en nuestros tiempos todavía continúa el debate.

En el siglo XVIII bajo la dominante influencia del panteísmo y el materialismo surgió otro debate quizá con mayor fuerza, y es, el de la ciencia que lanzó un ataque contra la doctrina de la creación. Con la idea de evolución o desarrollo reemplazaron la del origen absoluto producido mediante un divino. Se representaba frecuentemente al mundo como una manifestación necesaria del absoluto, Haciendo retroceder el origen miles y hasta millones de años en un pasado desconocido.

Pronto se encontraron los teólogos empeñados en varios intentos para armonizar la doctrina de la creación en las enseñanzas de la ciencia y de la filosofía. Algunos sugirieron que el primer capítulo de Génesis se interpretara alegóricamente o místicamente.

La prueba escritural de la doctrina de la creación no se encuentra en una sola y limitada porción de la Biblia, sino en todas partes de la Palabra de Dios. No consiste en unos cuantos pasajes esparcidos, de dudosa interpretación, sino de un gran número de afirmaciones claras e inequívocas que hablan de la creación del mundo como de un hecho histórico. Tenemos, primero que todo, la extensa relación de la creación que se encuentra en los dos primeros capítulos del Génesis los cuales se discutirán en detalle cuando tratemos de la creación del universo material.

En el presente trabajo veremos como fueron los eventos en los seis días que duró la creación y sobre si las diferentes teorías que existen.

LA CREACION DE DIOS

Para comprender o conocer a Dios tenemos por obligación que estudiar su Creación, que es la base y principio de toda la revelación divina.Veremos que la doctrina de la creación no se presenta en la Escritura como una solución filosófica del problema del mundo, antes bien, en su significado religioso y ético, como una revelación de la relación del hombre con su Dios. Insiste en el hecho de que Dios es la fuente de todas las cosas, y de que todas ellas le pertenecen y están sujetas a Él. Este conocimiento se deriva de la Escritura solamente, y se acepta por medio de la fe (He 11:3), aunque los católico romanos sostienen que también puede obtenerse de la naturaleza.

I. La Creación.

El Creador, como veremos, es lo mas importante de la creación, no es la descripción misma de la creación sino que hay un Dios y que por el fueron hechas todas las cosas. En la frase “en el principio…Dios…” La creación comienza con la cita más majestuosa de la Biblia: “En el principio creó Dios…” La verdad de este majestuosos verso fue deliciosamente afirmados por el poeta David (Salmos 102:25) y el profeta (Isaías 40:2) “En el principio Dios” La Biblia siempre asume y nunca argumenta la existencia de Dios. Aunque todo tiene un principio, Él siempre ha sido, Él no tiene principio. (Sal 90:2).

Otro aspecto muy importante en la creación de Dios, lo vemos en “En el principio” (Jn 1:1-10) que enfatiza el trabajo de Jesucristo en la creación y abre con la misma frase: “Creó Dios” del nombre hebreo Elohim que en su forma plural, pero el verbo es singular, una norma usada en el Antiguo Testamento. Como vemos, la forma simple de Dios usada en la actualidad en las traducciones actuales, realmente quiere decir las tres personas de la Trinidad. Como lo encontramos en Génesis 1:26 “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” Como vemos la creación es la obra de Dios Trino.

El Hijo de Dios, uno con el Padre, estaba con Él cuando éste hizo el mundo; mejor dicho, a menudo se nos dice que el mundo fue hecho por Él y que sin Él nada fue hecho. Qué elevados pensamientos debiera haber en nuestra mente hacia el gran Dios que adoramos, y hacia ese gran Mediador en cuyo nombre oramos! Aquí, en el principio mismo del texto sagrado leemos de ese Espíritu Divino cuya obra en el corazón del hombre se menciona tan a menudo en otras partes de la Biblia.

Observe que, al principio nada deseable había para ver, pues el mundo estaba informe y vacío; era confusión y desolación.

Esto descarta las diferentes posiciones erróneas del politeísmo, materialismo, panteísmo y dualismo. Los politeístas no creen un único Dios, para ellos son muchos dioses, y como sabemos Dios Trino es el único. Los panteístas asumen que todo es dios, por lo tanto, no aceptan esta posición. Y los dualistas. (Se llama dualismo a la doctrina que afirma la existencia de dos principios supremos, increados, contornos, independientes, irreductibles y antagónicos, uno del bien y otro del mal, por cuya acción se explica el origen y evolución del mundo) y Dios no es antagónico ni separado; por lo tanto, no se puede atribuir la creación a la posición panteísta sino al único Dios.

Más allá del universo, hay un ser eterno que es superior a su creación. El término traducido Dios es Elohim, forma plural; sin embargo, cuando se hace referencia a Dios, se usa siempre un verbo singular, el cual nos indica que Dios es uno. Este uso del plural enfatiza intensidad en vez de número y ha sido llamado el plural de majestuosidad o potencialidad.

La edad de la tierra, el relato bíblico versus la ciencia.

Los hombres de ciencia han encontrado muchas evidencias de grandes cambios geológicos, como estratificación de masas de piedras, y otros indicios que los han hecho llegar a la conclusión de que la tierra es antiquísima. Por tanto nos hacemos la pregunta: ¿Cuántos años tiene la tierra? En este conflicto entre los científicos y la fieles que creen que el universo solo tiene seis mil años. Para resolver este conflicto debemos de tomar en cuenta que el problema no radica tanto en las contradicciones entre el relato bíblico y lo que la ciencia ha descubierto,

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