La Biblia
APCG22 de Abril de 2013
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"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia". (2 Timoteo 3: 16).
En toda discusión acerca de la autoridad de la Palabra de Dios, como la cita mencionada, es fundamental analizar bien el texto
1. Lo abarcante de la inspiración. La frase "Toda la escritura" define la esfera a la cual ser refiere el concepto "inspiración". Aunque la palabra "escritura" en el Nuevo Testamento en forma sistemática es utilizada con el propósito de hacer referencia una porción específica del Antiguo Testamento (Luc. 4:21; Juan 19:37), hay muchos casos en los cuales el texto hace referencia a la Biblia entera, motivo por el cual Pablo añade el término "toda". La falta de un artículo definido ha impulsado a algunos a deducir que la traducción debería decir "cada escritura", lo que equivale a decir cada parte de la escritura, en lugar de "toda, la totalidad de la escritura". Es verdad, ambas traducciones posiblemente tienen el mismo significado. Si cada parte de la escritura es "inspirada", entonces el todo también lo es.
2. Relación entre inspiración y escritura. La expresión griega "es inspirada" es theopneustos, siendo este el único versículo en el Nuevo Testamento que lo utiliza. No es un verbo. Es un adjetivo compuesto por dos palabras griegas (theos, "Dios", y pneo, "aliento") adjetivo verbal al cual se le agregó (tos). Se lo puede traducir de dos maneras diferentes: a. "inspirar Dios" - lo que equivale a generar pensamientos acerca de Dios-, lleno del aliento de Dios, o b. "Dios alentó", sugiriendo la idea que la escritura es resultado del aliento de Dios. La mayor parte de los entendidos aceptan esta segunda opción como la más apropiada por cuanto es la que más se acerca a la terminación que lleva el termino griego (tos, que sugiere un significado pasivo).
La relación entre este término y la frase "toda escritura" es discutida por algunos eruditos. Nuevamente, hay dos maneras de traducir el texto: a. "Toda Escritura inspirada por Dios" o, b. "Toda Escritura es inspirada por Dios". La primera puede dar la idea de que hay algunas partes de la Escritura que nos son inspiradas, mientas la segunda define que toda la Escritura es inspirada por Dios. El argumento está basados en fundamentos técnicos relacionados con el orden que figuran las palabras en el griego. En cambio, otros entendidos opinan exactamente lo contrario. Lo más importante en todo esto es el contexto. Esto sugiere que los apóstoles no estaban interesados en hacer resaltar alguna diferencia entre lo que es y lo que no es inspirado por Dios. Esa preocupación es ajena al Nuevo Testamento y este versículo confirma esa realidad.
3. Significado de inspiración: ¿Qué pretende la frase "toda Escritura es alentada por Dios"? Quiere decir que fue "inspirada" por Dios. La palabra "inspirar" viene del Latín inspirare, "soplar, alentar dentro", y uno de los significados es "alentar, soplar sobre o dentro". ¡La Escritura es producto de la inspiración de Dios! Como resultado del aliento de Dios es que Adán llegó a tener vida (Gen. 2:7), y que el Universo haya llegado a la existencia (Sal. 33:6). ¡El mismo poder creativo de Dios fue necesario para que las escrituras existieran! El texto que estamos comentando plantea que el fenómeno de las Escrituras es producto de la maravillosa, exclusiva, e insondable obra del Creador. Esto es lo que hace de la Palabra de Dios única en su naturaleza y autoridad. Aunque Dios utilizó a seres humanos, los apóstoles destacan que las escrituras no son obra de ellos sino de Dios, del mismo modo como todo lo existente es producto de su poder. El Creador no sólo manifiesta genialidad en todo lo que hacer también dota a sus obras de confiabilidad.
4. El propósito de la Escritura. El texto finaliza con una definición del propósito de la Palabra de Dios. No somos invitados a argumentar acerca de los detalles de la inspiración; al contrario, nos orienta a someternos a su autoridad. Nuestra doctrina se origina en la Biblia y es mediante sus enseñanzas que el Espíritu reprende, corrige y nos enseña vitales principios de la ética cristiana. Cualquier definición de inspiración que minimice o limite el propósito y la autoridad de la Palabra de Dios, debe hacernos recordar que "Toda la Escrituras es inspirada por Dios".
¿Hasta qué punto es verdad que los profetas cuando escribieron la Biblia, lo hicieron bajo el efecto de la influencia del medio cultural en el cual vivieron, y cómo afecta esto a la revelación y a la inspiración de la Biblia?
Es difícil responder esta pregunta de forma sintética. Pero permítanme ofrecer algunas sugerencias. Los descubrimientos arqueológicos hacen imposible negar que hay significativos paralelismos entre el Antiguo Testamento y las instituciones sociales, las ideas religiosas y las prácticas de la Antiguo Cercano Oriente. Sin embargo, no deberíamos exagerar aquellas similitudes y concluir que los profetas fueron simples productos de su entorno religioso y social. El texto bíblico reconoce aquellos elementos culturales de los cuales Dios mismo se valió, de las culturas que fueran accesibles a los profetas para transmitir un mensaje especial para su pueblo.
Un estudio de las prácticas del Antiguo Cercano Oriente y su posible relación con el texto bíblico sugiere que en el Antiguo Testamento Dios trató con las antiguas prácticas paganas de modos diferentes:
1) Repudio y condenación de las ideas paganas. Dios repudió una cantidad de prácticas del Antiguo Cercano Oriente porque eran totalmente incompatibles con su carácter y propósitos para su pueblo. Por ejemplo, la consulta a los espíritus de los muertos era una práctica religiosa común que Dios rechazó (Deut. 18:10, 11). Él también condenó los sacrificios de niños (Lev. 20:1). La lista podría extenderse, pero es claro que los profetas fueron informados acerca de las prácticas religiosas de las naciones circundantes y que, a través del ministerio de ellos, Dios expresó su rechazo a la mayor parte de las creencias y prácticas religiosas imperantes.
2) Denuncia a las ideas paganas. En otras ocasiones Dios usó a los profetas para denunciar las creencias y prácticas religiosas de los vecinos del pueblo de Israel. Dios dio un mandamiento específico contra la adoración de imágenes, y también utilizó expresiones fuertes para demostrar lo absurdo de la adoración de los ídolos (Isa. 46:6, 7). Oseas también tuvo participación en los pronunciamientos contra los cananitas por causa de los ritos paganos de la fertilidad. De acuerdo con él, fue Dios, y no Baal quien, como parte de un pacto de amor, envió la lluvia, fertilizó la tierra y bendijo a su pueblo (Ose. 2:5, 8). Para los israelitas no era necesario realizar ritos a la fertilidad con el propósito de lograr que el Señor bendijera la tierra, los animales y a su pueblo.
3. Adaptación de prácticas sociales: Algunas veces, Dios se valió de prácticas que no eran israelitas y las adaptó a la teocracia. Un buen ejemplo es la monarquía. En Egipto, el rey era considerado divino, y en la mayor parte del Antiguo Cercano Oriente el monarca ocupaba un lugar muy cerca de lo divino (o era divinizado después de su muerte). En Israel, el rey era el siervo del Señor, un vasallo de Jehová que era el verdadero rey de Israel. El concepto de la monarquía del Antiguo Cercano Oriente fue redefinido con el propósito de hacerlo compatible con la fe israelita. En otros casos, para darle un carácter más humano, a través de la legislación Dios toleró alguna práctica social no apropiada, adaptándola al pacto que había celebrado con su pueblo (p. ej., la esclavitud, la poligamia). Dios no desarraigó totalmente a Israel de su entorno cultural propio del Antiguo Cercano Oriente.
4. Incorporación de diferentes materiales y técnicas literarias: Un estudio de los documentos legales encontrados en el Antiguo Testamento sugiere que Dios permitió que fueran seleccionadas algunas prácticas legales del Antiguo Cercano Oriente que fueran compatibles con los valores y principios del pacto que había celebrado con su pueblo. En Proverbios tenemos una colección de dichos sabios escritos por un autor que pudo no haber sido israelita. Aun así, el autor bíblico, bajo la inspiración del Espíritu, los incorporó al libro (Prov. 30:1-33; compárese con 31:1-9). Las técnicas y las formas literarias utilizadas en la literatura cananita fueron también usadas por los profetas para comunicar el mensaje que el Señor les dio.
Como resultado de un cuidadoso estudio de cada paralelismo específico, podemos determinar cuál de las cuatro reacciones o actitudes hacia las prácticas del Antiguo Cercano Oriente explicadas previamente es presentada en el registro bíblico. El significado del texto, entonces, es determinado por su contexto, porque es solamente gracias a ese método que podemos informarnos acerca de los elementos que Dios utilizó valiéndose del trasfondo cultural del Antiguo Cercano Oriente. El certificar que Dios participó activamente en los procesos de rechazo, denuncia, adaptación e incorporación, nos permite actualmente honrar la naturaleza divina de la inspiración y justificar la necesidad de someternos a la autoridad de las Escrituras.
¿Hay varias clases de Biblia?
La Santa Biblia es una sola, lo que sucede es que hay diversas versiones o traducciones: las de los eruditos católicos, aprobadas por la Iglesia Católica, y las de los eruditos cristianos no católicos.
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