La Clave Para Volvernos Angeles

LA CLAVE PARA VOLVERNOS ÀNGELES....LUCHA POR NO DERRAMAR TU SEMILLA...

4 de noviembre de 2009 a la(s) 15:57

LA CLAVE PARA VOLVERNOS ÀNGELES....LUCHA POR NO DERRAMAR TU SEMILLA...

En la era negra que feneció(la de piscis), la humanidad conoció las más repugnantes modalidades del sexo, pero en la actual(era de Acuario), conocerá la divinidad del sexo porque se habrá purificado. Los piscianos se horrorizan del sexo porque lo degradaron e hicieron mal uso de él, pero los acuarianos lo bendecirán porque ellos aprenderán a honrar el sexo y comprobarán que la divinidad actúa a través de él.

Cada grado que se gana en el sendero de perfección es el resultado de una batalla terrible contra la logia negra, porque la batalla se libra contra el mal, pero al guerrero se le premia después de la batalla. Debemos respetar toda vida porque sabemos que dentro de todo ser viviente mora el Real Ser que se encuentra evolucionando. Si cogemos un animal cualquiera y lo despojamos de sus cuerpos: material, vital, mental, astral, etc., queda un hombrecito o chispa divina, que de inmediato se quejaría y preguntaría porqué se le quitan sus cuerpos. Éste es el hombre de fuego o la mónada divina que progresa, evoluciona y se desarrolla en medio de todas las experiencias.

La humanidad actual sigue la senda del mal porque ésta no tiene tropiezo; los vicios y los placeres le sonríen con atractivo encantador. El mundo sólo quiere a los del mundo y lo mundano; el mundo no quiere tratos con quienes se apartan de él. La opinión pública ha venido a constituir una muralla de defensa al mal. La opinión pública está amasada con los errores de cada uno de sus afiliados. Hoy el bien ajeno mortifica a las gentes. En cambio, el mal ajeno les complace y hasta lo divulgan con entusiasmo. Cada cual cree a su manera. La verdad hay que probarla con testigos porque nadie la acepta; en cambio la falsía se desliza sobre ruedas, y si es malediciente entonces alegra a los perversos.

En esta era de Piscis que ya finalizó, todas las sectas, escuelas, creencias, teorías, etc., cumplieron una misión muy necesaria como elementos de educación íntima para la humanidad, pero la Era Acuaria será algo muy distinto y nada tendrá que ver con las distintas logias y aulas de enseñanza que actualmente están en uso, porque se tiene entendido que el tipo humano de Acuario ya hizo estos cursos de escuela y que, en consecuencia, no sólo ya no las necesita, sino que además serán un estorbo o traba que lo incapacita para pensar libremente y para recibir instrucción esotérica de su propio Maestro Interno, que es su sagrado Íntimo.

Ya está dicho caro discípulo: La reproducción animal(unión sexual con derrame de semen) pertenece a la vida animal y por consiguiente al pasado y el que se queda en la reproducción animal se queda rezagado o se desintegra. Estamos pues ante el dilema de ser o no ser. ¡ A la naturaleza le encantan los esclavos! Y a los Dioses, los superhombres de la humanidad. Ya nosotros debemos de cansarnos de ser burros de reproducción(hechores) y ahora debemos transmutar (mutar) la energía sexual para libertarnos de la naturaleza y convertirnos en Dioses (sólo debemos practicar magia sexual).

La naturaleza, con su copa deliciosa y hechicera de la pasión carnal convierte a los hombres en cerdos, hasta que aparece un verdadero hombre revolucionario que desenvaina la espada de la Voluntad, la pone sobre el pecho de la naturaleza, le rompe la copa deliciosa y se convierte en amo y señor de ella. Así debe ser el estudiante del sendero de perfección, debe empuñar la espada de la Voluntad para romper las copas de la tentación seductora(sexual) y hacerse señor de la naturaleza.

Hay que desenvainar la espada de la voluntad para pelear contra la naturaleza y dominarla; hay que sentarse en el trono de los Dioses(hombres perfectos) y agarrar el cetro del poder de la energía sexual: el bastón de los patriarcas, la vara de Aarón, el bácudo de Brama, para gobernar la naturaleza entera y ponerla a nuestro servicio. Hay que liberarse de todo lo que atrae al yo animal: codicia, ira y lujuria. Hay que empuñar la espada contra los amigos y contra los enemigos, contra los buenos y contra los malos, contra los padres, contra la mujer y contra los hijos, contra el mundo y contra la naturaleza. Hay que librar una batalla terrible contra todo para romper estas cadenas que nos atan a la naturaleza y entrar al espacio de los seres divinos. Esto no significa agresión contra nadie, odio contra nadie, esto significa únicamente vencer a la naturaleza y pelear contra la tentación(sobre todo la sexual), salga ésta de donde saliere.

El estado humano no se puede prolongar por mucho tiempo indefinido como erróneamente creen muchos. Nosotros somos fetos de la madre naturaleza y así como es imposible permanecer más allá de los nueve meses como feto dentro de la matriz de la madre, tampoco es posible permanecer gestándose dentro de la matriz de la gran madre natura por tiempo indefinido, y ahora a la madre natura le toca parir a los humanos como Ángeles o como demonios. Precisamente, ya estamos en el instante en que la madre Natura nos pare como Ángeles o como diablos, pero nos pare inevitablemente...

Los Ángeles no se gestan ni se forman con papeles, ni teorías, ni con libros viejos, ni con pergaminos de nobleza, sino con las mismas fuerzas sexuales con que se forman: plantas, animales, hombres, Dioses y todo lo que existe en la creación. Todo lo creado tiene su matriz. No le hagáis más ofrendas a la muerte. Cada hijo que nace (con la reproducción animal) es una ofrenda más en el altar de la muerte.

Hay dos clases de actos sexuales: el animal común y corriente, que defienden espada en mano los humanos, el cual crea para la muerte....El otro, divino, que también defendemos espada en mano los seguidores de la luz, el cual crea Dioses.

A nosotros nos censuran con aspereza por hablar claramente de las fuerzas sexuales, y precisamente los que se horrorizan son los fornicarios. No sabiendo que ellos mismos estuvieron encerrados dentro de un útero para poderse gestar como humanos; ellos se horrorizan de su origen porque se avergüenzan de su misma corrupción. De lo aparentemente inmundo (el sexo) salen: hombres, plantas, bestias y Dioses.

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