La Sencillez del Reino de los Cielos

La Sencillez del Reino de los Cielos

Mateo 5:17-20

cabrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.” RVR 1960

Introducción:

Mateo a quien la tradición le atribuye la autoría de este libro, dirige este evangelio a unos destinatario muy complicados y difíciles, los judíos. Por ser racistas, por creerse los mejores, por su celo por la ley y las costumbres.

Su propósito principal era presentar a sus lectores que Jesucristo era el Mesías y es por eso que inicia este libro con el árbol genealógico de Jesús, ya que para los judíos era muy importante conocer la procedencia de una persona, y por eso con el árbol genealógico, les enseñó que Jesús era hijo de David.

Mateo se vale de este escrito, como puente para enseñarles que los anuncios dados por los profetas del Mesías venidero, se cumplen en Cristo. El conecta las palabras de los profetas con la vida y ministerio de Jesús.

Mateo escribe 33 veces sobre “el Reino de los Cielos”, siendo el único escritor de los evangelios que lo llama Reino de los cielos, los otros escritores de los evangelios escribían sobre el Reino de Dios, como para los destinatarios de Mateo, los judíos, la palabra Dios era muy santa, evitaban al máximo pronunciarla por eso Mateo sustituye esa palabra por “el cielo”.

Mateo busca de la forma más sencilla presentar al Rey Mesías, anunciando el Reino de los Cielos, sin complicaciones y tropiezos, maneja un vocabulario sencillo, del cual Dios se vale, para captar la atención de esta población y entender como el Mesías había venido para anunciar las buenas nuevas de un Reino al revés, es decir, que no tiene favoritos, que vino para transformar las vidas, de aquellos que se disponen a amar a Dios y obedecerlo, pero también amar al prójimo.

Somos nosotros los que complicamos y dejamos de disfrutar la vida en el reino de los cielos, el reino de los cielos se ha acercado a nosotros y no debe de generarnos cargas, debe de ser un deleite, para disfrutar de la sencillez del Reino de los Cielos debemos:

1=> Entender su propósito. Vs 17-18 “No piensen que he venido para poner fin a la ley o a los profetas; no he venido para poner fin, sino para cumplir.  Porque en verdad les digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla.” LBLA

Desde el momento en que Jesús viene a la tierra, con su vida ejemplar y conocimiento de la ley, Mateo nos muestra como empieza anunciar el Reino de los Cielos a los judíos. En medio de sus enseñanzas él les muestra su propósito, que no es ponerle fin a la ley, que al contrario viene para cumplirla y a cumplirla con su vida, para liberarla de la forma errónea en que los escribas y fariseos, la habían interpretado.

Los escribas (también llamados intérpretes de la ley) en el antiguo Israel eran hombres sabios cuyo trabajo era estudiar la ley, transcribirla y escribir comentarios de la misma. En el tiempo de Jesús, los líderes religiosos habían convertido la ley en una masa confusa de reglas. Llevando el pueblo a tener cargas innecesarias y nocivas.

Mateo 22:34-40 dice: “Los fariseos se reunieron al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos.  Uno de ellos, experto en la ley, le tendió una trampa con esta pregunta: Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?7“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” le respondió Jesús:  Este es el primero y el más importante de los mandamientos.  El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.  De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.” NVI

Los escribas se creían con la autoridad de poner y quitar por ser conocedores de la ley, pero habían perdido de vista el propósito principal de la ley, acercarse a Dios y acercar al pueblo a Dios. Ellos colocaban tantas cargas al pueblo, que hacían del Reino de los cielos, algo inalcanzable; cuando el Reino de los Cielos esta dispuesto para todos, no implica que sea permisivo (no da lugar al pecado), pero sí que es bueno y misericordioso con todos.

Jesús después que les dice que no vino para poner fin a la ley, si no para cumplirla, empieza a compartirles una serie de ciertos temas que son relacionados con la ley, para poder entrar al reino de los cielos, temas que tenían un propósito esencial, encontrarse con Dios, para disfrutar de Él.

Jesús inicia este capítulo enseñándoles acerca de las bienaventuranzas, de quienes cumplen ciertas condiciones o requisitos, disfrutaran de la manifestación del autor de la ley.

Jesús al enseñar el propósito de la ley, les demuestra que lo más importante es vivir para Dios, el les presenta un Padre cercano, que no es lejano como los escribas y fariseos se han encargado de enseñar. Por eso Jesús en la forma de exponer el Reino de los Cielos, lo hace con su vida, cumpliendo la ley de una forma sencilla, se encarga de mostrarles que cuando se cumple la ley, se da lugar a una estrecha relación con el autor de esta, el Padre celestial que está dispuesto a actuar a favor de sus hijos.

Así como Jesús, debemos trabajar para que a todos los que expongamos el Reino de los cielos, lo hagamos de la forma más sencilla, pero sin perder de vista su propósito, amar a Dios por encima de todo y al prójimo. Así como era importante la ley para Jesús, así de importante debe ser para nosotros, porque esta se encarga de mostrarnos al Padre, para disfrutarlo y así poder darle lugar al amor que nos manifiesta, para que lo manifestemos, sin importar el dolor que me cause.

Los escribas y fariseos por su egoísmo, por enfocarse en sus asuntos, no prestaron atención al cumplimiento de la Ley y desperdiciaron mucho tiempo importante en su caminar con Dios, No nos permitamos seguir los pasos de los fariseos y escribas, por buscar todo aquello que nos lleva a actuar como ellos, sin amor y sin Dios.

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