ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ORACIONES

irenesandra6 de Febrero de 2013

3.738 Palabras (15 Páginas)346 Visitas

Página 1 de 15

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

La oración es el "mileu" en el cual el Espíritu se manifiesta,

concediendo a sus fieles abundantes dones, carismas y consolaciones.

De manera que no orar puede ser considerado como un verdadero suicidio

espiritual. Un santo sacerdote decía: "Nunca dejes lo importante por

hacer lo urgente", recuerda siempre que lo más importante de tu día es tu oración.

Dios nos pone en el corazón el deseo de ir a Jesús, de

conocerlo, de amarlo, de tenerlo como Señor, pero ahora depende de

nosotros el caminar, es decir, el orar, el conocerlo en su Palabra, el

recibirlo verdaderamente como pan de vida. Pan que da la vida eterna.

Señor, inspira mi corazón para que te busque, ayúdame a descubrir que

cada paso que dé en mi vida, debe estar sostenido en la oración; que

todos mis anhelos, deseos y sentimientos más profundos deben haber

sido validados por tu santa voluntad en los momentos en que me

encuentro en tu presencia.

Acepto tu llamado, Señor, y el envío de tu Espíritu Santo, para que mi

vida haga cundir tu Palabra en mis entornos, derrama tu fuerza y usa

cada parte de mí para que pueda reflejarte. Señor, me comprometo desde

lo más profundo de mí, con el envío que me haces, dirige mis pasos y

dame la sabiduría para reflejar tus pensamientos y sentimientos a los

que me rodean.

Llena, Señor, todos mis espacios de ti, que en cada cosa que hago sea

fácil descubrirte, que mi vida sea visiblemente tuya. Y así, Dios mío,

dame también el valor para que, cuando a partir de esas acciones

diarias me pregunten sobre ti, yo pueda dar un buen testimonio de tu

amor y de tu salvación. Hazme, Señor, un instrumento útil para ti.

Jesús, y a pesar de cualquier cosa, te ofrezco mis problemas,

situaciones difíciles y crisis para que tu gloria se manifieste, sólo

te pido tu gracia para mantenerme en pie y dando un buen testimonio de

tu acción en mi vida.

Dame tus ojos, Señor, quiero ver como tú ves; dame tu entendimiento,

pues quiero entender, como tú entiendes; y dame tu corazón, para tener

tus mismos sentimientos.

Quiero permanecer en quietud de corazón a la hora de la tribulación,

sabiendo que es tu mano la que me moldea, que es tu toque divino el

que está haciendo todo siempre nuevo. Enséñame a permanecer en paz

mientras está la tormenta y dejándote actuar pues sé que es ahí donde

tu poder se manifiesta con mayor majestad

Señor, quiero ser inundado por tu Palabra, te pido que satures mi

mente, mis sentidos, mis reacciones con la luz que de ella procede,

así, como tú mismo lo dices, procuraré obrar en todo conforme a lo que

ahí está escrito, y sé muy bien que tendré tu favor y éxito en todo lo

que emprenda. Gracias por habernos regalado el don de tener tus

pensamientos y deseos escritos; gracias, pues sé que si los sigo

estaré agradándote sin temor a equivocarme.

Te pido perdón, Señor, por todas las veces que he cerrado mis oídos a

tu Palabra, aquellas veces que, incluso habiéndola escuchado, no he

puesto empeño en ponerla por obra. Te pido perdón por tener la cabeza

dura y no dejar de hacer lo que sé que me daña y que me aleja de ti,

por mi necedad y mis apegos desordenados. Además te pido perdón,

Señor, por cerrar mi corazón, por no permitirte actuar con más

libertad y fuerza, sé que tus pensamientos para mí son de bien, de

vida y no de muerte, de bendición y no de maldición; y sé

perfectamente que soy yo el que obstaculiza que derrames más

bendiciones y gracias.

Señor, quiero que mi vida, mis actitudes, mi amor, sean una invitación

abierta y constante, para que los que viven a mi lado participen y

disfruten también del cielo, no sólo al final de su vida, sino incluso

ya desde ahora.

Líbrame, Señor, de la soberbia; te pido que me protejas para que nunca

olvide que todo lo que tengo y lo que soy proviene de ti, es para ti,

y únicamente tiene sentido en ti. Dame siempre de tu Espíritu Santo

para saber darte la gloria cuando alguien me halague.

Jesús, cuando me acerco a tu palabra, sé que eres verdaderamente tú

hablando, sólo te pido que me des la gracia de poder experimentarlo en

todos mis sentidos, que pueda verte en el monte predicando, hablándole

con amor a un enfermo o comiendo con tus discípulos; quiero

experimentar eso para poder repetirlo en mi vida y hablar como tú,

escuchar como tú, convivir como tú.

Señor, te pido tu cortesía y dulzura para tratar con los que profesan

algo diferente de lo que yo creo; los que difieren en aspectos de fe,

de moral y sobre todo los que difieren con respecto a tu divinidad,

Jesús; enséñame a ser cortés y afable y que en esa manera de

tratarlos, ellos puedan descubrirte a ti.

no responderé ataques con ataques,

sino responderé con cortesía y amabilidad, confiando en que Dios se

manifestará de una manera más fuerte en mi testimonio de paz, amor y

aceptación.

Espíritu Santo, sé tú mi guía, mi guarda y mi sustento; sé el faro que

me indica el rumbo correcto y sé el viento que inunda mi vela para

moverme a través del mar de confusión que el mundo me presenta en la

actualidad, estoy convencido que sin ti no podré hacerlo bien. Por eso

te suplico, Divino Espíritu, ayúdame a que cada decisión que tome en

la vida esté bien cimentada en el querer de Dios para mí.

Enséñame, Señor, por la acción de tu Espíritu Santo, a tener siempre

la disposición de obedecerte, que mi corazón tenga esa tendencia

natural de buscar lo que es correcto a tus ojos y de descubrir tu

querer. Obedecerte, Señor, incluso cuando los hombres quieran

impedirme hacerlo, cuando por causa de ello tenga persecución,

dificultades o serios problemas. Mi vida te pertenece, Dios mío, por

eso te pido tu gracia para vivir siempre conforme a tu voluntad.

Señor, a veces me parece difícil encontrar el equilibrio entre mis

actividades diarias, el tiempo que debo dedicar a los míos y el tiempo

para ti. No permitas que caiga en el juego del maligno de poner

pretextos para descuidar alguno de estos roles tan importantes que me

diste para atender y desarrollar. Que por tu gracia sepa dar a cada

cosa su tiempo y momento, y que las haga con la excelencia que

merecen. Todo esto para darte mayor gloria. Amén.

Gracias, Espíritu Santo, por haber venido a vivir a mi persona con

toda tu fuerza, me abandono a tu acción para que mi vida refleje tu

presencia en mí y que haga presentes las obras de Jesús en estos días

a través mío. Espíritu de Dios, llena mi vida de tus dones para

construir el Reino de los Cielos en este mundo que muere sin tu

presencia, tu fuerza y tu amor; te entrego del todo mi persona para

que te sea instrumento y así sea derramada tu gracia como aquel

maravilloso día de Pentecostés. Le pediré al

Señor que vaya disponiendo mi corazón a recibir los dones que él

quiera manifestar a través de mí

Dios estará para

fortalecernos, defendernos y rescatarnos. Su Espíritu nos acompaña

hasta el final de los tiempos.

Sepamos descubrir en todo incidente la mano amorosa de Dios que nos

invita a ser sus testigos, hasta los últimos confines del mundo.

Sé, Señor, que en todo intervienes tú para bien de los que te amamos,

así que solo te pido que me enseñes, con tu gracia, a ser un fiel

testigo en cada situación sin importar si me siento alegre y

complacido o si me siento triste y atribulado; que en cualquier

momento esté listo para que con mi voz y mis acciones le diga al mundo

lo bueno y maravilloso que eres

Ven Espíritu

Santo y únenos en el amor, la comprensión y el perdón.

Señor, condúceme a las aguas profundas de la presencia de tu Santo

Espíritu, quiero que ese torrente de tu amor, de tu gracia y de tu

poder me sature y me sumerja en una vida plena y llena de ti.

Haz, Señor, que ese torrente de tu Espíritu fluya en todo mi ser;

limpia mi amargura y transfórmala en dulzura y alegría; que ese río se

acreciente en mi vida, pues sé que todo lugar por donde pasa prospera,

y quiero que esto sea real en mí, quiero prosperar por tu Espíritu,

que pueda dar fruto abundante y que incluso sea yo mismo una

bendición, salud y dicha para los que me rodean.

Señor Jesús, quiero seguir tu camino lleno de renuncias y por el cual

recibiste

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (20 Kb)
Leer 14 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com