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RETÉN LA CANCIÓN


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2017  •  Apuntes  •  9.344 Palabras (38 Páginas)  •  232 Visitas

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EDITORIAL "GRACIA Y GLORIA"[pic 3]

“Oyéndolo Jesús, dijo: ESTA ENFERMEDAD no ES para muerte, sino PARA LA GLORIA DE DIOS, PARA QUE EL HIJO DE DIOS SEA GLORIFICADO POR ELLA.” Jn. 11:4.

El hijo de Dios a menudo es llamado a sufrir, porque nada hay que convencerá a los espectadores respecto de la realidad y el poder de la verdadera religión, tal como el sufrimiento lo hará, cuando éste es soportado con fortaleza (aguante, determinación, resistencia, paciencia) cristiana. No todos pueden ser confiables en las pruebas. No todos podrían soportar la ardiente prueba. Algunos, quienes son cristianos, hablarían con temeridad (con imprudencia, con precipitación) y quejosamente. Así que, el Amo tiene que seleccionar con cuidadoso escrutinio los pámpanos que pueden soportar la podadera y las joyas que pueden soportar el tallado. A algunos les es dado el predicar, a otros el obrar; pero, a otros el sufrir.

Traducido por la Hna. Ely de PAULINA.

“Hermanos de Formosa”, 17.01.2015.

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RETÉN LA CANCIÓN. Autor Desconocido. Editorial "Gracia y Gloria". Traducido por la Hna. Ely de PAULINA. “Hermanos de Formosa”, 08.02.2014. Reimpreso, 21.01.2017.

“2En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3Y si me fuere y os preparare lugar, VENDRÉ OTRA VEZ, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” Jn. 14:2,3.

Los pescadores que viven a orillas del Mar Adriático tienen una costumbre: “Cuando las sombras del crepúsculo se ciernen, las familias de los pescadores que salen al mar, construyen enormes fogones de la madera que flota en la playa y estando de pie alrededor del fuego, cantan sus viejas canciones populares. Así, los pescadores al regresar a través de la oscuridad, cansados por el rudo trabajo de un largo día, son guiados por los fogones e inspirados por las canciones de sus seres queridos y ellos trabajan un poco más arduamente con los remos, hasta que estén seguros en casa”.

La historia cuenta que hace muchos años un joven y su amada descendieron a tal playa por la noche para decir sus despedidas. Anclado en la bahía estaba un barco en el cual él estaría navegando al despuntar el alba, esperando encontrar su fortuna en una tierra lejana. Luego, el regresaría y la tomaría por esposa.

Recogiendo la madera de la playa, ellos construyeron un fuego y hablaron largamente respecto de sus planes, y entonces él le pidió a ella que cantara la canción favorita de amor de ellos. A medida que renovaban sus votos, prometiendo ser fieles el uno al otro y esperar por el día cuando él retornaría, él le pidió a ella que cantara la canción una vez más. Él le dijo: “Yo volveré por ti y entonces te llevaré a una hermosa casa en esa maravillosa tierra a la cual yo voy. Cuando yo esté lejos de ti, estaré solo, quizás desalentado a veces y cada día a esta hora estaré pensando en ti tal como te veo en esta noche. Prométeme que cada noche tú vendrás a esta playa, construirás una fogata y cantarás nuestra canción. Yo retornaré a esta misma hora, y cuando vea el fuego y escuche tu canción, sabré que tú has sido fiel (leal) y estás esperando.”

Muy triste, la joven lo prometió, y entonces con un último adiós, él caminó hacia su barco y remó, dirigiendo su rumbo en la noche. La siguiente noche, fiel a su promesa, la joven estuvo en la playa, parada junto a su fogata, cantando su canción, pensando en aquél quien estaba ahora en el mar. Noche tras noche, ella mantuvo su cita. Pasaron los meses y luego los años, pero ella todavía velaba junto a su fuego en el crepúsculo y cantaba su canción de amor. Los amigos le aconsejaron que desistiera y que encontrara a alguien más, insistiendo en que su prometido había olvidado su promesa y que él nunca retornaría. Pero, su fe en él no vaciló. Él le había prometido; por consiguiente, él regresaría por ella.

Una noche, más desalentada que de costumbre, ella acudió a su lugar señalado. La esperanza casi parecía haber desaparecido, pero no obstante, ella sabía que debía ser fiel (leal). El fuego flameaba en el viento, y ella juntaba la madera por segunda vez. Ella cantaba otra vez la canción que había cantado tantas veces. Cuando estaba a punto de regresar a casa, escuchó el sonido de los remos en la bahía. Tal vez fuese algún pescador que se había retrasado. Pero el que ama no se rinde fácilmente, y ella encendió su fuego nuevamente y cantó su canción una vez más.

Entonces, él estaba allí, tomándola en sus brazos y hablándole de la maravillosa casa que él había construido para ella, más allá del mar. “Yo esperé ver tu fogata y escuchar tu canción”, dijo él. “Entonces supe que tú fielmente estabas esperando por mí”.

¿QUÉ DIJO JESÚS? “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo.” Jn. 14:3. ¿QUÉ DIJO PABLO? “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” He. 10:25 VRVR1960. “No descuidemos, como algunos, el deber que tenemos de asistir a la iglesia y cooperar con ella. Animémonos y exhortémonos unos a otros, especialmente ahora que vemos que el día del regreso del Señor se acerca.” NTBAD. “No abandonéis vuestras propias asambleas, como algunos tienen por costumbre hacer, sino más bien animaos mutuamente, y esto tanto más cuanto que veis acercarse el día.” SBMN. “Algunos están faltando a las reuniones, y eso no está bien. Reunámonos para animarnos unos a otros y con mayor razón ahora que vemos que se acerca el día.” PDT. “No desertemos de nuestras asambleas, como suelen hacerlo algunos; al contrario, animémonos mutuamente, tanto más cuanto que vemos acercarse el día.” LPD. “No dejemos de congregarnos (como algunos tienen por costumbre), para animarnos y exhortarnos los hermanos mutuamente, en especial ahora, cuando ya podéis ver que se acerca el día del regreso del Señor.” CASNT. “No abandonando nuestra congregación, como es la costumbre de algunos, sino exhortándonos mutuamente, y tanto más, cuanto veis que se va acercando el día.” VM. “No faltemos a las reuniones, como hacen algunos, antes bien animémonos mutuamente tanto más cuanto que vemos acercarse el día del Señor.” BNP. “Que nadie deje de asistir a las reuniones de su iglesia, como algunos tienen por costumbre. Por el contrario, animaos unos a otros, tanto más cuanto que estáis viendo que se acerca el día del Señor.” NTAF.

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