Religioso Guido Maria Conforti
erikasilva4 de Octubre de 2011
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GUIDO MARIA CONFORTI
En 1865, principalmente el 30 de marzo, en un pueblito llamado Ravadase, en la provincia de Parma (Italia) nace un lindo y delicado bebe que llevo por nombre Guido María Conforti
Siendo el octavo de diez hijos, su padre Rinaldo Conforti, su madre Antonia Adorni.
Desde muy chico, se vio su inquietud cristiana principalmente recibida de su madre. Siempre viendo el bien por los demás pero principalmente por sus hermanos. Su educación inicial fue cristiana apoyada por su madre Antonia y sus hermanos que lo apoyaban en todo momento. En la edad de 6 años ingreso a la primaria donde su educación fue 100% cristiana en la ciudad de Parma.
Para la edad de la adolescencia Guido solía y sabia lo que desea para su futuro, su vocación se debía a la educación recibida de religiosos y de una singular experiencia que tuvo al contemplar un crucifijo.
En 1876, se opone a su padre y entra al seminario, donde realiza brillantements sus estudios, siempre proyectando diligencia, piedad y obediencia.
En la universidad, durante sus estudios de teología, tiene como beato Andrés Ferrari como rector del seminario. Además estando en el seminario presenta muchas oportunidades de crecimiento como ser vicerrector de seminario, tarea que realiza después de su ordenación sacerdotal.
Guido Confortí se ordena sacerdote el 22 de septiembre de 1888.Teniendo como misión el mostrar sus elevados dotes de educador a jóvenes seminaristas por su testimonio de santidad y caridad pastoral.
Su vocación sacerdotal y su misión dentro del él nació a los pies del crucifijo. “No es posible fijar la mirada en este modelo divino sin sentirse empujado a cualquier sacrificio por grande que sea”.
Guido permaneció mucho tiempo en la región de Emilia, Italia, siempre pendiente hasta del horizonte de toda a humanidad. Nunca desfalleció en el deseo ardiente de anunciar el Evangelio a todos los hombres.
En 1895, Guido se forma gracias a él una Congregación Misionera de hombres consagrados a Dios con el único fin de llevar el Evangelio a los no cristianos.
El 9 de junio de 1902, el Siervo de Dios fue llamado a regir la Arquidiócesis de Rávena. El día de su ordenación episcopal pronunció los votos religiosos junto con el voto de dedicarse sin reservas al anuncio del Evangelio "ad gentes".
En Rávena, la enfermedad le obliga a largos períodos de inactividad. Su profundo sentido de responsabilidad pastoral hacia el rebaño que le había sido confiado le llevó a presentar su dimisión que fue aceptada. Regresó humildemente a su Instituto Misionero donde, recuperada algo su salud, se ocupó en la formación de los alumnos misioneros y a la redacción de las Constituciones de su familia misionera.
La catequesis fue el punto principal de su tarea pastoral: instituyó las escuelas de la doctrina cristiana en todas las parroquias, preparó a los catequistas con apropiados cursos de cultura religiosa y pedagógica.
Fue el primer obispo de Italia que celebró un congreso de catequética en su diócesis. Cinco veces realizó la visita pastoral a las parroquias, celebró dos sínodos diocesanos, instituyó y promovió la Acción Católica, especialmente de los jóvenes. Cuidó de manera especial la cultura y la santidad del clero, la formación de los seglares, las asociaciones y la prensa católica, las misiones populares, los congreso eucarísticos, marianos y misioneros. Logró reconciliar a los ánimos divididos, se preocupó por llevar a los extraviados a la unidad del rebaño y fomentó el amor y el respeto incondicional hacia el Papa.
Su presencia en los momentos difíciles de la historia de aquellos años en la ciudad de Parma fue discreta, casi inobservada, pero eficaz y con resultados. Durante las huelgas de 1908,
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