Rituales para el sacramento de la Reconciliacion.

RITUAL PARA LA CELEBRACIÓN DE LA PRIMERA RECONCILIACIÓN

RITOS INICIALES

Coro:

canto de entrada

Sacerdote:

En el nombre del Padre…

Todos:

Amén

Sacerdote:

Que la gracia. La misericordia y la paz que procede de Dios Padre y de Jesucristo, nuestro Salvador, este con todos ustedes.

Todos:

Y con tu Espíritu

Monitor:

Nos reunimos aquí en nombre del Señor Jesús para acompañar a estos niños que se acercan por primera vez al Santo Sacramento de la Reconciliación como preparación para recibir la Sagrada Comunión. Todos nosotros nos sentimos pecadores delante de Dios y vamos hoy a celebrar juntos el amoroso perdón que Él nos da. Nosotros, la gran familia de los hijos de Dios nos perdonamos unos a otros. Nuestro perdón mutuo es signo del perdón de Dios. Arrepentidos y perdonados crecemos felices en la vida cristiana, en la vida del amor, en la unión fraterna y renovamos así nuestra vida en Cristo.

Sacerdote:

Queridos niños, bienvenidos sean a este encuentro con Dios, Él nos ama a todos y bendice a su familia reunida en nombre de su hijo Jesús, que nos enseñó la gran lección del perdón.

Monitor y Niños:

Gracias, padre, por recibirnos en nombre de Dios, a quien le pedimos el perdón de nuestros pecados por medio de usted.

Sacerdote:

Oremos, Señor Dios nuestro, te pedimos que en el Primer encuentro de estos niños con Cristo que perdona, podamos todos crecer en el amor y en la comprensión de unos con otros y podamos renovar en nosotros la alegría de pertenecer a su familia, que es la Iglesia, desde el día de nuestro bautismo. Por nuestro Señor Jesucristo...

Todos:

Amén

LITURGIA DE LA PALABRA

Monitor:

Dios, nuestro Padre nos recibe siempre con alegría y nos perdona las faltas que cometemos cada día. El mismo Jesús nos ha enseñado esto en la parábola de “El hijo prodigo”, escuchemos con atención la proclamación del Evangelio.

Sacerdote:

Que el Señor este con ustedes.

Todos:

Y con tu Espíritu

Sacerdote:

Proclamación del Santo evangelio  de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (15, 11-32)

En aquel tiempo Jesús les dijo esta parábola: "Un hombre tenía dos hijos. Y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde. Y les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y malgastó allí su fortuna viviendo de una manera disoluta. Después de gastar todo, hubo una gran hambre en aquella región y él empezó a pasar necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo aun habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus tierras a cuidar cerdos; tenía ganas de  hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.

Se puso entonces a reflexionar y dijo: ¡cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra, y  yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: padre, he pecado contra el Cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo; recíbeme  como a uno de tus trabajadores.

Enseguida se puso en camino hacia la casa del padre.  Estaba todavía lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no merezco llamarme hijo tuyo".

Pero el padre dijo a sus criados: "¡pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado". Y empezó el banquete.

El hijo mayor estaba en el campo; al volver y acercarse a la casa oyó la música y los cantos. Entonces le llamo a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. Este le contesto: "tu hermano ha regresado, y tu padre mando matar el becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo". El hermano mayor se enojó y no quería entrar, salió entonces el padre y le rogo que entrar; pero él replico: "¡hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarro tus bienes con malas mujeres, y tu mandas matar el becerro gordo".

El padre repuso: "Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijaros, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado".   PALABRA DEL SEÑOR

Todos:

Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

I. Homilía (Examen de conciencia, dolor de los pecados, decir los pecados al sacerdote, Propósito de enmienda, cumplir la penitencia).

CONFESIÓN

Monitor:

Uno de los títulos más hermosos de Dios en la Sagrada Escritura es el de "Dios del Perdón". No es un Dios vengativo y cruel, sino un Dios clemente y compasivo, lleno de amor y fiel, que mantiene su amor eternamente y perdona la iniquidad y el pecado. Por muchas que sean las infidelidades del hombre o del pueblo, si reconocen su pecado y se convierten sinceramente Dios perdona porque no quiere que el pecador perezca, sino que se convierta y vida. Esta voluntad divina de perdonar siempre que el hombre se lo pida sinceramente, se hace maravillosamente presente en Jesucristo en quien el padre ha manifestado toda su misericordia. el Nuevo testamento nos presenta al mismo Jesucristo, perdonando sin recortes ni limitaciones, mandando a sus discípulos que perdonen con tal generosidad y concediendo a la Iglesia el poder de perdonar.

Niños:

Dios mío me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido, porque eres infinitamente bueno; dame tu santa gracia para no ofenderte más.

Amén.

Monitor:

Los niños a continuación se cercaran al sacerdote para confesarse y pedirle la absolución de sus pecados de parte de Dios. Una vez que hayan recibido la absolución, regresaran a sus lugares, y rezaran la penitencia que el Sacerdote les haya dejado.

II. Cantos  penitenciales para la meditación.

RITO DE CONCLUSIÓN

Monitor:

Que no reine, pues, el pecado en su cuerpo mortal hasta el punto de quedar sometidos a sus apetitos; ni ofrezcan tampoco sus miembros como armas perversas al servicio del pecado, sino más bien ofrézcanse a Dios como lo que son: muertos que han regresado a la vida; y hagan de sus miembros instrumentos de salvación al servicio de Dios. No tiene por qué dominarlos el pecado, ya que están bajo el yugo de la ley, sino bajo la acción de la gracia. (Rom. 6, 12-14)

Sacerdote:

Después de que ustedes niños, han recibido la Gracia Santificante, en este Santo Sacramento de la Reconciliación, démosle gracias a Dios por haberles perdonado sus faltas y pidámosle a la Santísima Virgen María para que  les ayude a conservarse sin pecado. Cantando la oración que Cristo nos enseñó.

Coro:

Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado….

Sacerdote:

Dios y padre nuestro, tú has perdonado nuestros pecados y nos has dado la paz; haz que también nosotros nos perdonemos mutuamente nuestras ofensas y nos esforcemos por extender la paz en el mundo.

Por Cristo nuestro Señor.

Todos:

Amén

Monitor:

Inclinamos un poco la cabeza para recibir la bendición solemne.

Sacerdote:

Que el Señor guie sus corazones en el amor y en la paciencia de Cristo.

Todos:

Amén

Sacerdote:

Para que puedan caminar con una vida nueva y agradar a Dios en todas las cosas.

Todos:

Amén

Sacerdote:

Y que la Bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.

Todos:

Amén

Sacerdote:

Podemos continuar en paz, la celebración del santo sacramento de la Reconciliación ha terminado.

Todos:

Demos gracias a Dios.

Coro:

Canto de Salida