Teología Como Razón De Fe

Mertens Herman Emiel, teólogo y filósofo alemán que innovó el concepto de la teología por medio de artículos que tienen como tema principal la muerte, resurrección, salvación, liberación y fe. En el presente texto mezcla las expresiones de actitud religiosa con el concepto subjetivo de estética, celebrando el misterio del catolicismo en muchas actividades de nuestra vida cotidiana.

Hay distintos tipos de expresiones que se tienen constantemente pero hay consciencia de sus raíces teológicas; cómo lo expresaba la lectura palabras como: Amor, vida, verdad, bondad, infinidad, eternidad, bondad y muchas otras, tienen relación con comportamientos, pensamientos y conductas que están presentes gracias al catolicismo, ya sea por tradición o por gusto rige el día a día.

Las experiencias satisfacen la memoria y llevan al perfecto conocimiento de sí mismos, una plena identificación de estas experiencias hace ver la dinámica de la realidad de otra forma, transformando a la persona si es necesario.

El autor es muy optimista en cuanto las apariencias de Dios, sin necesidad de estar pendiente de reconocerle, el hombre bendito es aquel que puede verlo y sentirlo en todo momento, siendo ésta la mejor manera de ser feliz.

De igual manera la experimentación también es una actividad innata de los seres humanos, quien no experimenta se podría decir que no “vive”. Una constante experimentación no analiza a priori hasta qué punto va a llegar o con qué profundidad e intensidad, ni cuáles serían las consecuencias, la actitud de la persona es lo que logra un acercamiento a la realidad de la manera en la que ésta lo encuentre más profunda, personal y enriquecedor para una realización personal satisfactoria.

En cuanto a las experiencias religiosas hay una falta de discernimiento entre lo sagrado y lo denominado “profano” incluso es una palabra difícil de describir hoy en día, no hay parcialidad en cuanto a la definición subjetiva de los objetos, vestuario, posturas, cultos, cantos, códigos, etc.

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