Venciendo la ingratitud
Enviado por JobSanchez • 17 de Febrero de 2013 • Tesis • 609 Palabras (3 Páginas) • 360 Visitas
Venciendo la ingratitud
1.- Contemos nuestras bendiciones y no los problemas que nos agobian
Muchas personas llegan hasta el punto de memorizar las fechas en que tuvieron cierto problema (Ej. Cuando paso el huracán Katrina me fue muy mal; por culpa del terremoto en el año 1986 estoy como estoy, etc.).
A pesar que la señora Fanny Crosby fue ciega desde las seis semanas de nacida hasta el día de su muerte (1820 - 1915), ella no permitió que su ceguera amargara su vida. Al contrario, a pesar de que fue ciega ella buscó superarse en la vida. Se dice que escribió alrededor de 8, 000 himnos, y en uno de ellos ella compuso la siguiente estrofa: “Y cuando esta vida termine aquí, la lucha abandonaré, entonces a Cristo yo voy a mirar, loor a Su nombre daré.”
2,. De hecho, debemos estar agradecidos aun por nuestros problemas y nuestras llamadas “inconveniencias.”
A.- Cierto niño pequeño de 5 años le daba gracias a Dios por sus lentes, ya que estos mantenían alejado a otros niños que buscaban pelear y a las niñas que lo querían besar.
B.- El comentarista presbiteriano Matthew Henry dijo las siguientes palabras después de ser asaltado en su propia casa: “Primeramente, estoy agradecido porque el ladrón nunca me ha robado antes. En segundo lugar, porque a pesar de que se llevó mi billetera, no se llevó mi vida. En tercer lugar, doy gracias porque el me robo y no yo a el.
3.-Pensemos En Que Nosotros Estamos Mejor Que Otras Personas.
En África hay aproximadamente 11 millones de personas muriendo de
Hambre.
El huracán Mitch mató aproximadamente 13 mil personas y dejo
Aproximadamente 1 millón de personas damnificadas.
4.-Contemos Las Bendiciones Que Tenemos En Vez de Concentrarnos En Lo Que No Tenemos.
a.- Y nosotros, ¿De qué nos quejamos?
1. La casa donde vivo es muy pequeña.
2. No me alcanza el dinero.
3. Estoy muy gordo.
4. El pelo no me quedo teñido bien.
5. A los demás les va mejor que a mi, etc
Cierto padre y madre regalaron cierta suma de dinero a la iglesia en memoria de su hijo que había fallecido en el campo de batalla durante la II Guerra Mundial. Cuando el regalo fue anunciado, otra madre dijo a su esposo: “Demos nosotros también la misma suma de dinero por nuestro hijo,” a lo cual su esposo contestó: “¿Para que? Si nuestro hijo no murió en combate.” Y la madre
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