Apocalipsis

Análisis de ‘Apocalipsis’ de Marco Denevi’

Marco Denevi vive desde el 1922 hasta el 1998, nace y muere en Buenos Aires. A la edad de 33 años se dedica en su tarde despertar a estudios de literatura y representa como argentino el movimiento histórico del ‘boom hispanoamericano’. Denevi relata en sus obras sus visiones críticas sobre temas como la revolución tecnológica, la degradación de las artes y la deshumanización provocada por la progresiva inutilidad del ser humano. El cuentista profetiza ya en el año 1955 en su microrelato “Apocalipsis” una ficción, la extinción de la humanidad en el siglo XXXII en la Tierra debido al rechazo total del hombre de ser productivo. Son máquinas cuales describen el gradual desaparecer de la cultura, las artes, las destrezas, los sentimientos, hasta la fe y los instintos humanos. Es el hombre el que pierde conciencia y el control sobre una sociedad sobrecargada de máquinas, y rechaza reconocer su conflicto y desaparece, se extingue. Solamente sobra el personaje principal: la sociedad de máquinas perfectas sin espíritu, reproduciéndose ellas mismas, simplemente funcionan, el requisito necesario para reemplazar la humanidad pasiva que perdió su espíritu.

Marco Denevi reesfuerza la unidad narrativa y nos guía al tema con diferentes recursos técnicos. En su microrelato de solo once oraciones nos presenta el autor la idea central directamente en la introducción con la oración principal: “La extinción de la raza de los hombres se sitúa aproximadamente a fines del siglo XXXII.” Narrador en tercera persona son las máquinas relatando y observando el desarrollo de la extinción humana al desaparecer todas sus características, como la apreciación por cultura y arte, la comunicación entre los seres que ya ni hablan o escriben, los instintos y las necesidades como el comer y dormir, hasta la fe al desaparecer el libro de libros, la Biblia. Las máquinas revelan en forma de retrospección como ellas se reproducen aceleradamente y se apoderan del planeta en cantidad y en ocupación de espacio hasta el “Apocalipsis” en la última oración: “Como el último se olvidó de desconectar las máquinas, desde entonces seguimos funcionando.” El autor nos sorprende con un fuerte final en cual el narrador, las máquinas, cambian de tercera persona a primera persona narrativa. El personaje principal no son ni fueron los hombres que se extinguieron, desde un principio se trata de ‘las máquinas’. La invasión tecnológica en una sociedad futurista es el centro de interés, en su minificción manifiesta el autor una visión de la dependencia total del hombre a máquinas, cual observa en la década de los cincuenta, los automóviles, televisores y electrodomésticos entre otros. Entre los recursos lingüísticos usa el autor oraciones técnicas e informativas sin emoción con un vocabulario técnico, reflejando el punto

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