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Apocalipsis


Enviado por   •  21 de Julio de 2014  •  1.760 Palabras (8 Páginas)  •  762 Visitas

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El Apocalipsis es el último libro de toda la Biblia. Y siempre ha sido un misterio para los seres humanos. Y como es un libro misterioso, ha sido motivo de muchas malas interpretaciones. También ha sido motivo de preocupaciones en todas las épocas, pues muchos han visto en él sólo destrucción y castigo.

El Apocalipsis quizás sea el escrito más rico en símbolos de toda la Biblia. La cantidad de símbolos, eventos y procesos complica la tarea de interpretar la totalidad del texto y, como tal, ha sido objeto de numerosas investigaciones, interpretaciones y debate a lo largo de la historia

Apocalipsis significa “revelación”. El Apocalipsis es la revelación de Jesucristo a San Juan acerca de los acontecimientos futuros. ¿Qué se nos revela en este libro?

Primero, que existe un mundo invisible para nosotros. En segundo lugar, que ese mundo invisible está -podríamos decir- separado de nosotros como por un vidrio, que es opaco de nuestro lado, pero transparente del lado invisible.Pero lo más importante es que Dios, que conoce todo y ve todo aquí en la tierra, se ocupa de cada uno de nosotros y está pendiente de nuestra lucha contra el Mal.

Adicionalmente, Dios se revela como el Señor de todo. El es “Rey de reyes y Señor de los señores” (Ap. 19, 16). Por eso no tenemos que temer nada. Porque al final triunfarán Dios y los suyos.

La lectura del libro del Apocalipsis se puede hacer en varios planos (literal, simbólico, por su género literario, con el contexto histórico en que fue escrito, por el mensaje de fondo del que habla, etc.) Según Prévost (es necesario comprender todos estos niveles para entender el libro del Apocalipsis y para evitar interpretarlo solamente desde la perspectiva de actitudes de los movimientos apocalípticos que se centran únicamente en el terror que causaría un supuesto fin del mundo:

• Una lectura literal del libro puede dejar distintas impresiones en el lector, pero es importante no quedarse solamente en este nivel, sino profundizar más para una mejor comprensión. Actualmente hay un enfoque hacia la interpretación de un tema y la metodología que hizo posible dicho texto interpretativo, dicho enfoque implica que cuando un comentarista expone sobre la revelación de Juan, tiene que exponer el criterio y la metodología usada.

• El nivel de género literario es muy importante, pues permite ubicar al Apocalipsis dentro del contexto de otros libros (bíblicos y no bíblicos) que con una estructura o simbología similar puedan dar luz para entender lo que el autor del libro en realidad haya querido decir al escribirlo. El Apocalipsis de Juan pertenece de hecho al género Apocalíptico, aunque presenta algunas características que lo diferencian del resto de la literatura apocalíptica.

• El nivel histórico permite también ubicar la época del autor, junto con las crisis y sucesos que podrían haber influido en la escritura tanto del libro en general, como de ciertos pasajes particulares.

• A nivel simbólico es posible entender también lo que para el autor representarían los numerosos símbolos que aparecen en el libro.

• Es importante no olvidar que, en último término, el libro es un escrito cristiano, y que como tal, lleva implícito el mensaje que se encuentra en los Evangelios, centrado en la figura de Jesucristo.

El Apocalipsis tiene un especial género literario: su género es apocalíptico. Es un género usado en tiempos de persecuciones. Es una literatura de resistencia que busca proporcionar esperanza a los perseguidos. En el momento que se escribió el Apocalipsis (90 a.d.), el pueblo cristiano sufría tremendas persecuciones. De allí que esté lleno de muchos simbolismos, imágenes, números, utilizados para mantener a los perseguidores en la ignorancia.

Se puede ver al Apocalipsis como compuesto por cuatro partes:

1. Introducción y Cartas a las Iglesias (Ap 1-3). El contenido de la salutación está dirigido a una jurisdicción eclesiástica y representa una comunicación oficial de un dirigente a su cargo. Siguiendo el ejemplo de otros libros de la época, su distribución es local y luego de su inclusión en el canon, es distribuido a toda la Iglesia. Como si fuera una epístola (pero sin serlo), se podría reconocer aquí a los destinatarios del libro.

2. El Cordero, los Siete Sellos y Trompetas (Ap 4-11). Se ven aquí muchos símbolos que hacen alusión a la liturgia cristiana primitiva, y para Prévost es también una forma de definirse frente al judaísmo.

3. El Dragón y el combate (Ap 12-20). La historia se vuelca ahora a un combate cósmico para explicar el sentido de la historia, y a la vez también simboliza -según Prévost (Prévost, 2001: 28)- el enfrentamiento de los primeros cristianos con el imperio romano.

4. La Nueva Jerusalén (Ap 21-22). De forma conclusiva, como una despedida al final del libro, se menciona la esperanza que guía a todo el libro.

El libro del Apocalipsis presenta también secciones bien diferenciadas, en las que los símbolos cambian entre una y otra, aunque conservando un mensaje principal idéntico de esperanza:

• Introducción y Presentación (Ap 1). Presenta la visión de todo el libro e introduce la siguiente sección (el mensaje a las Iglesias) como venido de parte de un hombre de larga túnica, cuyos cabellos eran blancos. En su mano tenía siete estrellas y de su boca salía una espada de doble filo, en referencia a Cristo resucitado.

• El mensaje a las Iglesias (Ap 2-3). Es una serie de evaluaciones, buenas y malas, a siete comunidades, que terminan con un reto y la inspiración para vencer. Las comunidades tienen una relación específica en la época del autor.

• Las Teofanías de Dios (Ap 4). Se presenta un conjunto de símbolos que representan la majestad de Dios, haciendo alusión a lasteofanías más importantes del Antiguo Testamento: la zarza ardiente, el monte Sinaí, la vocación de Isaías y la visión de Ezequiel en el río Quebar.

• El Cordero (Ap 5). Se presenta, en contraste pero en unidad con la sección anterior, la humildad y poder del Cordero (Cristo), como el único que es capaz de entender al principio el designio de Dios y por lo tanto de abrir el libro de los siete sellos (sección siguiente).

• Los Siete Sellos (Ap 6-8). En esta sección abundan los símbolos numéricos y cromáticos. La sección comienza con la famosa descripción de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, que llevan numerosas plagas a la humanidad. Durante la apertura de cada sello, se desarrollan también las visiones de cataclismos naturales, que concluyen con el Juicio Final.

• Las Siete Trompetas (Ap 8-11). Con la apertura del séptimo sello, comienza el desarrollo de un nuevo simbolismo numérico de catástrofes anunciadas por 7 trompetas, y el surgimiento de una primera Bestia que guerrea con dos Testigos.

• El Dragón y las Bestias (Ap 12-13). Después, en un cambio en el hilo de la historia, se narra el surgimiento del Dragón que combate con una Mujer que da a luz a un Niño. Después, el Dragón convoca a dos Bestias que lo sirven.

• Los Vencedores (Ap 14-15). Entran en escena los que serán vencedores del Dragón y las Bestias. Aunque en esta parte no se indica aún que los venzan, sí se indica que están de parte del Cordero, y que de hecho éste los dirige, dispuestos a vencer.

• Las Siete Copas (Ap 16). De nuevo en un simbolismo numérico, se habla de catástrofes, y de la batalla final que comienza con la reunión de los ejércitos en un lugar llamado Armagedón.

• La Prostituta y la caída de Babilonia (Ap 17-19). Entra en escena la Prostituta (denominada Gran Babilonia), que está sostenida por las Bestias y del Dragón. Entra entonces en escena Cristo montado en un caballo blanco, la Gran prostituta es vencida y las Bestias son capturadas y echadas al lago de fuego.

• La Derrota (Ap 20). Se menciona que el Dragón queda encerrado por mil años luego de la victoria de la sección anterior y que al final volverá a salir reuniendo a todas las naciones representadas por Gog y Magog para ser vencido de nuevo, esta vez de manera definitiva.11

• La nueva Jerusalén (Ap 21-22). La visión concluye con esperanza: la tierra y el cielo son hechos de nuevo, Jerusalén, como símbolo de la ciudad de Dios, es toda la Tierra donde ahora Dios habita directamente en medio de todos los hombres. El libro, y por lo tanto la Biblia cristiana concluyen con una bendición y una petición que apremian a Jesús a volver pronto.

En el Apocalipsis los números son usados como símbolos. El siete, por ejemplo, denota la perfección (porque la cabeza perfecta tiene siete orificios). Pero el seis significa la imperfección, pues le falta uno de siete, como la ceguera, por ejemplo, que es falta de vista, es una imperfección. Y la máxima imperfección es el seis triplicado (666) que es el número del Mal, el número de la Bestia (Ap. 13, 18).

Otro número mencionado en este libro es el doce. El doce es un número santo. Simboliza las doce tribus de Israel y los doce Apóstoles. Doce al cuadrado es 144 (plenitud), multiplicado por 1000 (gran cantidad) es 144.000. Esta cifra no significa, como predican algunas sectas, que sólo irán al Cielo 144.000 personas. La cifra es un número simbólico que indica una gran muchedumbre, como dice también el Apocalipsis:“luego vi un gentío inmenso, imposible de contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua ...” (Ap. 7, 9).

Contrario al Milenarismo (condenado por la Iglesia Católica en 1944) que tomando Ap. 20, 3-4 en forma literal, proponía que Cristo reinaría en esta tierra por un período de mil años, el mil años significa un tiempo muy, muy largo y tiene una connotación de triunfo.

El Apocalipsis es también un libro profético, de anuncios futuros. Anuncios inmediatos para los que vivían en el tiempo en que fue escrito, siempre en la línea de que los malos serían castigados y los buenos resultarían victoriosos y premiados si perseveraban en ser testigos de Cristo.

El Apocalipsis también anuncia que lo que sucedía a los cristianos y a la Iglesia en el Siglo I, seguiría ocurriendo a lo largo de los siglos hasta el fin de la historia humana. En otras palabras, siempre habrá un “dragón rojo” y “dos bestias” persiguiendo a la Iglesia y a sus hijos. Pero, a pesar de los esfuerzos del dragón y sus secuaces, el Cordero (Cristo) y sus seguidores siempre triunfarán.

La profecía básica y constante del Apocalipsis es que siempre habrá persecuciones de los buenos por parte del Mal. Pero el Mal será castigado y los buenos triunfarán al final. Dios vencerá el Mal.

Vendrá el Cielo nuevo y la tierra nueva. El mundo anterior en el que Dios ha sido rechazado, ya no será más. Dios vendrá a establecer su morada entre nosotros. Será un Reino de justicia y de gracia, un Reino de amor y de paz.

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