El Fax

Historia

Hoy nos presentamos ante un curioso espécimen tecnológico: el Fax, ese aparato que parece llevar obsoleto desde mediados de los 90 y que hoy en día no falta en ninguna oficina. Basado en la red telefónica básica (teléfono normal y corriente) es capaz de escanear una imagen impresa y transmitirla hasta otro fax mediante modulación de señal en el mismo canal de transmisión que utilizamos para voz de forma que el receptor, obtiene dicha información y la imprime en papel.

El origen del fax es anterior al del teléfono, de hecho sus ancestros están basados en el telégrafo. El invento original del fax fue patentado por Alexander Bain, que desarrolló un concepto, aunque nunca llegó a fabricarlo. En la Exposición Universal de Londres de 1851, Frederick Blackwell mostró una pareja de máquinas capaces de transmitir la imagen captada por una de ellas a la otra. La comercialización del invento dio comienzo en 1863. Ampliamente utilizado en prensa, alcanzó el gran público gracias a la compañía AT&T que fabricó faxes de forma masiva permitiendo una comercialización económica a partir de la década de los veinte en el siglo XX. Como venía siendo tradición en el Siglo XX, fueron los ingenieros Japoneses quienes desarrollaron un Fax de “alta” velocidad en comparación a lo que existía en el mercado y abarataron aún más los costes de producción.

El nombre de fax se corresponde a la abreviatura del latinajo “fac simile” que significa algo así como “hacer igual” o “hecho igual”. Lo que implica literalmente que el receptor hace una copia del documento del transmisor.

Los componentes fundamentales de un fax son el escáner, el modulador telefónico y la impresora. El escáner es el elemento que se emplea para digitalizar la imagen, el módem es el dispositivo electrónico encargado, en el transmisor, de modular la señal eléctrica en base a la digitalización de la imagen mientras que en el receptor realiza la tarea inversa proporcionando a la impresora los datos que debe imprimir.

Es importante decir que el fax es una tecnología monocromática, es decir, al escanear una imagen la umbral iza decidiendo que partes son blancas y que partes so negras, sin considerar colores ni niveles de gris. Cuanto mayor sea la resolución, más densidad de puntos (líneas en realidad) tendremos, y por tanto, más fácil será representar tonalidades de gris variando la densidad de puntos negros sobre el fondo blanco del papel. De todos modos, los documentos que se transmiten por fax suelen ser únicamente texto, siendo el gráfico más complejo algún membrete de página o una firma manuscrita, que se diferencia fácilmente del fondo blanco sin ningún problema.

Como curiosidad, decir que la popularidad del fax en Japón estuvo alimentada por la facilidad de escribir a mano los caracteres ideográficos de sus alfabetos frente a la dificultad de mecanografiarlos.

Dada la usabilidad y sencillez del uso del fax así como su fácil integración gracias a que puede usar cualquier línea de telefonía analógica convencional, su penetración a nivel empresarial e institucional ha sido prácticamente total. Esta extensión llevó al ITU (Unión Internacional de Telecomunicaciones) a desarrollar el primer estándar oficial para la tecnología fax en 1974 mediante la recomendación ITU-T T.2, también conocida como Fax Grupo 1, caracterizada por una tasa de transferencia de 2400 baudios (esta velocidad equivale a transmitir una página en 6 minutos con una resolución de 98 líneas por pulgada). este protocolo sigue siendo válido, pero ningún fabricante lo aplica.

La ITU desarrolló el estándar Fax Grupo 2 (ITU-T T.30 y T.3) en 1976, que mejoraba el rendimiento ampliando ligeramente la resolución y reduciendo a la mitad el tiempo de transmisión de una página. Fue 4 años más tarde cuando se implementó el protocolo Fax Grupo 3 (ITU-T T.30 y T.4), actualmente vigente y que reduce la transmisión de una página a un intervalo de entre 6 y 15 segundos con resolución configurable de entre 100 y 400 líneas por pulgada.

Actualmente el Fax continúa siendo una tecnología vigente y aunque existen tecnologías más modernas, por costumbre, legislación, comodidad o costumbre cultural, no se descarta su uso y es prácticamente inconcebible pensar en una empresa u oficina pública sin una máquina de fax. Aunque originalmente su uso fue periodístico, hoy está más enfocado a la transmisión de documentos legales, mercantiles, etc que muestran la firma del emisor para que el receptor pueda disponer de una copia firmada de un documento mientras recibe el documento que realmente fue firmado de puño y letra del emisor.

Además, dado que el fax utiliza la línea telefónica convencional, su facturación equivale a una conversación telefónica de entre 6 y 15 segundos, por lo que en muchos casos resulta muy rentable y económico, sobre todo si se dispone de algún tipo de tarifa plana telefónica.

Hoy día existen en el mercado equipos de virtualización del fax que permiten su gestión a través de redes IP, reduciendo el consumo eléctrico y en papel del fax tradicional. Existen incluso interfaces de fax para redes IP que permiten enviar recibir Faxes desde el ordenador sin necesidad de imprimir un documento y escanearlo para su envío y, una vez impreso tras la recepción, escanearlo para digitalizarlo. Este tipo de sistemas permite a las empresas continuar disponiendo de un Fax pero elimina el uso de papel de forma innecesaria ya que el fax no deja de ser un servidor IP que genera ficheros, por ejemplo PDF, a partir de los faxes recibidos.

Un avance posterior del fax fue el móvil, que permitió que la transmisión y recepción de faxes pudiese

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