ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Informatica


Enviado por   •  18 de Mayo de 2012  •  2.066 Palabras (9 Páginas)  •  355 Visitas

Página 1 de 9

CAPITULO 4

SECCIÓN TEÓRICA

Historia

¿Quién fue el inventor de la primera computadora? Antes de llegar a la primera computadora electrónica hubo muchos logros de diferentes personas que inten¬taron fabricar un dispositivo para ayudar al hombre a efectuar cálculos.

El abaco

Para comprender los esfuerzos del hombre para crear máquinas para calcular, pode¬mos remontarnos a varios miles de años hasta llegar al más elemental de los utensi¬lios: el abaco, que aún se sigue utilizando en la educación para demostrar los princi¬pios del conteo y la aritmética.

Pascal

A mediados del siglo XVII, el filósofo, matemático y teólogo francés, Blas Pascal, inven¬tó la primera calculadora mecánica que tenía una serie de engranajes o ruedas denta¬das que le permitían realizar sumas y restas. Al girar 10 dientes de la primera rueda, avanzaba un diente de la segunda; al girar 10 dientes de la segunda, avanzaba un diente de la tercera, y así sucesivamente. Evidentemente, dicha máquina sólo servía para sumar y restar; además, su utilización era tan complicada que no suponía ningu¬na ventaja práctica respecto al cálculo manual.

Aunque "La Pascaline" se desechó por ser poco práctica, su diseño de ruedas de conteo se usó en todas las calculadoras mecánicas hasta mediados de la década de los sesenta, cuando se tornaron obsoletas ante el surgimiento de las calculadoras electró¬nicas.

Leibnitz

En 1694, el científico alemán tomó como base la máquina inventada por Pascal y creó un modelo que permitía multiplicar y dividir mediante sumas y restas sucesivas. A pesar de esto, la máquina no era mecánicamente rápida ni segura.

Babbage

El primer paso serio en la creación de una computadora lo dio el matemático inglés, Charles Babbage en 1835, quien inició la construcción de una máquina de diferencias y una máquina analítica.

Ya en el siglo xix, Charles Babbage dio un gran impulso al diseño de máquinas matemáticas, como él mismo las denominaba. Dedicó toda su vida a dichas máquinas y j encontró problemas insalvables a la hora de llevar a la práctica sus proyectos, ya que la complejidad mecánica que conllevaban era excesiva para aquella época. Su obse- I sión por sus máquinas fue tan grande que se convirtió en una persona huraña y amar¬gada; él mismo llegó a afirmar que no había conocido ni un solo día feliz en su vida.

Entre sus innumerables trabajos podemos citar la elaboración de una tabla de logaritmos que obtuvo gran éxito, así como unas tablas de mortandad con las que pretendió popularizar los seguros de vida. Personas de todo tipo, desde los banqueros hasta navegantes dependían de estas tablas matemáticas durante la Revolución In¬dustrial. Debido a la gran cantidad de cálculos que tenía que efectuar con operaciones rutinarias y repetitivas, pensó en la posibilidad de efectuarlas automáticamente, por lo que su principal objetivo era construir máquinas que calculasen e imprimiesen ta¬blas matemáticas.

Ideó un pequeño modelo que consistía en 96 ruedas y 24 ejes, al que denominó "máquina diferencial", y en 1822 tenía ya un pequeño modelo funcionando para su demostración. Babbage estimó necesario tres años para construir dicha má¬quina para el gobierno británico. Esta máquina sería de vapor, totalmente automática, I hasta el grado de obtener las tablas resultantes impresas, controlada por un programa basado en instrucciones. Babbage continuó trabajando en este proyecto 10 años, pero en 1833, perdió interés porque "tenía una idea mejor", a medida que avanzaba en su construcción, ideaba nuevos sistemas que hacían inútil todo el trabajo realizado ante¬riormente. Pronto olvidó el viejo proyecto para iniciar uno nuevo al que denominó "máquina analítica" y que, según él, era "una máquina que se muerde su propia cola", ya que los resultados que producía podían ser utilizados como datos de entrada para un nuevo cálculo.

La máquina analítica estaba diseñada para ser capaz de realizar cualquier opera¬ción matemática y se puede considerar como la primera máquina programable, aun¬que el programa era externo a la máquina. Según el diseño, debía disponer de una memoria capaz de almacenar 1 000 números de 50 cifras, podía utilizar funciones auxi¬liares que constituían su propia biblioteca, podía comparar números y actuar de acuerdo con el resultado de la comparación; en definitiva, su estructura era muy parecida a la de las primeras computadoras electrónicas. Precisamente, su principal limitación era que para todo su funcionamiento no podía contar con la electrónica, teniendo que conformarse con la mecánica. Toda la información se almacenaba en grandes tarjetas perforadas que contendrían los datos y los programas y el mecanismo de funciona¬miento se basaba en alambres, que según pudieran atravesar o no los orificios de las tarjetas, ponían en marcha los engranajes oportunos.

Los fracasos, debidos a la gran complejidad del sistema, fueron continuos y el proyecto quedó abandonado. No obstante, Babbage estaría hoy orgulloso si pudiera comprobar cómo su lógica ha sido adoptada en las modernas .computadoras electró¬nicas.

Después de Babbage hubo una pérdida temporal de interés sobre las computadoras digitales automáticas, ya que las máquinas de vapor tuvieron auge en la manufactura, transporte y comercio, ocasionando mucho trabajo que requería de física y matemáti¬cas. El diseño de vías y la construcción de barcos de vapor, máquinas textiles y puen¬tes, requerían de cálculo diferencial para determinar cantidades, tales como centros de gravedad, momentos de inercia, etc. Surgió entonces una fuerte necesidad de desa¬rrollar una máquina que pudiera efectuar cálculos repetitivos.

La PC de IBM

La aceptación entusiasta de la Altair 8800 en 1975 y el éxito de Apple

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14.3 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com