LA ESPADA

Introducción.

La espada es un arma blanca de dos filos que consiste básicamente en una hoja recta cortante, punzante o con ambas características, con empuñadura, y de cierta envergadura o largo (aproximadamente a partir del medio metro). La espada ayudó a ganar batallas y llevó a la cúspide a Imperios, cambiando el curso de la historia. Cada civilización la fue adaptando a su manera, los romanos usaban una corta y delgada y los caballeros medievales una pesada sólo podía ser usada con las dos manos.

Partes de la espada.

La Espada y su historia.

Todo objeto surge a partir de una necesidad, fue necesario protegerse ya sea de animales o de otras personas ya desde la prehistoria, pero fue gracias a los avances en el manejo de los metales que se logro el desarrollo principal (la hoja para cortar y la empuñadura para la manipulación).

En la Edad de Bronce las primeras espadas en metal fueron fabricadas en cobre, pero al ser el cobre un metal muy blando en estado puro, los artesanos aplicaron las técnicas de aleaciones, añadiendo estaño al cobre al inicio de la Edad del Bronce, y posteriormente plomo como segunda composición al final de esta edad, desarrollándose una materia prima cada vez más resistente.

Las primeras espadas de bronce serían simples hojas afiladas, que se sujetarían a la empuñadura mediante una serie de remaches, siendo demasiado frágil. La fabricación de un nuevo modelo, de una sola pieza; empuñadura y hoja, dan nacimiento a las espadas enteras.

En la Edad del Hierro con el descubrimiento del hierro empieza la segunda gran edad en la fabricación de armamento de mano. Los primeros en usar el nuevo metal para fabricar sus espadas fueron el imperio Hitita, con el desmembramiento de dicho imperio hacia el 1200 a.C. los secretos de su fabricación empiezan a difundirse por todo el oriente, de esta forma, y usando como prototipos las antiguas espadas de bronce, se inicia. la producción de nuevas espadas y dagas.

En la Edad Media la Espada era recta, de doble filo y empuñadura para una mano que se utilizó la caballería y la espada larga y pesada de doble filo que fue usada por el soldado o caballero medieval.

En el Renacimiento, el principal cambio fue el alargamiento de la empuñadura, que permitía el uso de las dos manos, y una hoja más larga la espada larga se popularizó por la capacidad de alcance, de corte y empuje.

En la Edad Moderna se retorno a espadas que se usan con una sola mano que sirven para el combate cuerpo a cuerpo, pero empezó a declinar su empleo militar debido a que la tecnología cambió la guerra. No obstante, mantuvo un rol principal en la autodefensa

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