La bicicleta. Aparatos curiosos

La bicicleta

Se podría pensar que una invención tan simple como la bicicleta tendría un pasado sin complicaciones. Pero como resulta, esta invención muy popular tiene una historia llena de controversia y desinformación. Si bien las historias sobre quién inventó la bicicleta a menudo se contradicen entre sí, hay una cosa que es cierta: las primeras bicicletas no eran nada como las que ves cruzando por la calle hoy.

Las primeras iteraciones conocidas de un vehículo con ruedas y con propulsión humana fueron creadas mucho antes de que la bicicleta se convirtiera en una forma práctica de transporte. En 1418, un ingeniero italiano, Giovanni de la Fontana, construyó un dispositivo de propulsión humana compuesto de cuatro ruedas y un lazo de cuerda conectado por engranajes.

En 1813, unos 400 años después de que Fontana construyó su artefacto de ruedas, un aristócrata e inventor alemán llamado Karl Drais comenzó a trabajar en su propia versión de un vehículo de cuatro ruedas y de propulsión humana . Entonces en 1817, Drais debutó un vehículo de dos ruedas, conocido por muchos nombres en toda Europa, incluyendo Draisine, máquina de correr y caballo de la manía.

Aparatos curiosos

Mientras que la invención de Drais era vista por sus contemporáneos como una curiosidad, no como un método de transporte, el caballo de la manía fue construido realmente para solucionar un problema muy serio - una escasez de caballos reales. Las malas cosechas y una serie de desastres naturales ocurridos a principios de la década de 1810 dieron como resultado el hambre masiva y el sacrificio de miles de caballos. El caballo de la pasión de Drais fue creado como alternativa al transporte a caballo.

Sin embargo, los caballos de pasatiempo de Drais estaban muy lejos de las máquinas de velocidad aerodinámica que son las bicicletas de hoy. Con un peso de 50 libras, este antepasado de la bicicleta destacó dos ruedas de madera unidas a un marco de madera. Los jinetes se sentaron en una silla de cuero tapizada clavada en el marco y dirigieron el vehículo con un conjunto rudimentario de manillar de madera. No había engranajes ni pedales, ya que los jinetes simplemente empujaban el aparato con los pies.

La invención de Drais fue finalmente copiada y reproducida por un entrenador británico llamado Denis Johnson, que comercializó sus "curricanes peatonales" a los aristócratas de Londres que buscaban el placer. Los caballos Hobby disfrutaron de varios años de éxito limitado antes de que fueran prohibidos de las aceras en todo el mundo como un peligro para los peatones.

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