La obesidad infantil: causas, consecuencias y tratamientos

La obesidad infantil: causas, consecuencias y tratamientos

1. Introducción
2. Causas de la obesidad infantil

1. Alimentación inadecuada
2. Vida sedentaria

1. Consecuencias de la obesidad infantil

1. Enfermedades no trasmisibles
2. Efectos psicológicos

1. Baja autoestima
2. Inseguridad en situaciones sociales
3. Dificultad para entablar

1. Tratamiento de la obesidad infantil

1. Dieta saludable
2. Aumento de la actividad física

1. Conclusión

La obesidad infantil: causas, consecuencias y tratamientos

La obesidad infantil es una de las enfermedades con mayor índice de padecimiento en el mundo. Según distintos institutos de salud, el número de niños que sufre esta afección se ha duplicado en las últimas tres décadas y, además, en países subdesarrollados como Estados Unidos uno de cada tres menores sufre de sobrepeso. Estas preocupantes cifras deberían concientizar a la sociedad y permitir establecer un ambiente de prevención general, el cual contribuya con la solución de esta enfermedad. Para tal objetivo, será de vital importancia conocer las principales causas, consecuencias y tratamientos de la enfermedad en cuestión. Es por eso, que a continuación se analizará cuáles son estos tres aspectos.

En primer lugar, los factores que generan la obesidad en los niños son básicamente dos: la alimentación inadecuada y la vida sedentaria. Por un lado, es el menor quien consume a diario alimentos hipercalóricos, como, gaseosas, golosinas y harinas blancas, los cuales producen hiperinsulismo y formación de tejido adiposo, pues estos tienden a tener mayor contenido graso, de fructosa y lo mínimo en fibra. Además, no se controla la cantidad de ingesta, se realiza una inapropiada combinación de alimentos y no se establece ni respeta un horario para comer. Por otro lado, muchas de las actividades que realizan los niños no requieren de mayor gasto energético, pues muchos de ellos permanecen largas horas entretenidos con equipos tecnológicos, sean la televisión, el computador, los videojuegos o los celulares. Esto ocasiona que el niño establezca hábitos desfavorables para su salud, sin percibir el daño que está causando en sí mismo. A pesar de esto, los padres no reaccionan debidamente, pues ellos deben influir positivamente en el comportamiento de sus hijos motivándolos a realizar una correcta rutina.

En segundo lugar, este problema refleja consecuencias en la salud del paciente que se manifiestan desde temprana edad y que ocasionan problemas a futuro en la vida del mismo. Para empezar, los efectos físicos que se desarrollan en la persona son las enfermedades no trasmisibles; frecuentemente son las siguientes: complicaciones cardiovasculares, principalmente las cardiopatías y los accidentes vasculares cerebrales; la diabetes; los trastornos del aparato locomotor, en particular la artrosis; y ciertos tipos de cáncer, como el de mama, colon y endometrio. Todas las anteriores podrían complicarse en ciertos casos y terminar con la vida del enfermo.

Finalmente, existen efectos psicológicos que permanecen en la persona durante toda su vida, a pesar de haber logrado alcanzar el peso ideal. Los efectos psicológicos asociados a la obesidad infantil son primordialmente tres. La primera es la baja autoestima; el individuo no siente agrado con su físico y en comparación con los demás se define con un concepto “pobre”, resaltando aspectos negativos de su persona. La siguiente sería la inseguridad frente a la sociedad; su miedo al rechazo por parte de su entorno los obliga a aislarse de ciertas interacciones sociales, hasta incluso no querer asistir a la escuela ni participar de actividades recreacionales por las constantes burlas de las que son víctimas. La última, podría afirmarse que es la consecuencia de la anterior, es la dificultad para entablar relaciones sociales, debido a su inseguridad no desarrollan adecuadamente sus habilidades sociales por lo que pueden aparecer casos de timidez.

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