Medir Los sentimientos

INSTITUTO TECNOLÓGICO[pic 1]

 SUPERIOR DEALVARADO

Alumna: Martínez Nolasco Flor Maydel

Ingeniero: Zamorano Granda Gustavo

Materia: Ética

Nombre del trabajo: Ensayo del documental medir los sentimientos

Semestre: 1

Fecha: 01-Octubre-2018

Documental  Medir Los Sentimientos

Las nuevas tecnologías nos permiten la comunicación instantánea, un acceso  a la información, la simplificación de muchas tareas que antes nos llevaban muchísimo esfuerzo, la posibilidad de vivir más y mejor. Sobre esta realidad y estos favores no existen reparos sino más bien elogios y aprovechamientos. Lo que debemos decir también es que esta posibilidad de vida nos puede generar, cierto impacto, impulsado por la exigencia a realizar diversas acciones al mismo tiempo. Es habitual, hoy, estar trabajando en la computadora mientras miramos televisión o escuchamos música, y estamos pendientes de las redes sociales, los mensajes de texto, correos electrónicos o alertas de noticia en el celular. ¿Hasta qué punto nuestro cerebro está capacitado para sostener las tareas múltiples que las nuevas tecnologías promueven? El cerebro es, como cualquier sistema de procesamiento de información, un dispositivo con capacidades limitadas, sobre todo en la de procesar una cantidad de información por unidad de tiempo en el presente. Nuestro cerebro tiene como dos cuellos de botella: uno es la atención cuando tenemos dos fuentes de información complejas, la eficiencia de una decae como consecuencia de la otra y la otra, la llamada “memoria de trabajo” el espacio mental en que retenemos la información hasta hacer algo con ella. Los algoritmos y los robots deben hacer las emociones humanas más comprensibles. La tecnología ya está profundamente implicadas en la vida humana. Nos ha hecho transparentes. Dónde estamos, adónde vamos, qué compramos, Internet lo sabe todo. Conoce las preferencias sexuales de sus usuarios, sus relaciones y opiniones políticas. Pero ¿reconoce también los sentimientos humanos? Científicos de todo el mundo trabajan para que la tecnología sea capaz de descifrar lo que motiva a nosotros los seres humanos. Evalúan las expresiones faciales, el habla y los gestos. Crean avatares que pueden reaccionar con empatía a personas reales e interpretar sus emociones. Este documental hacen un viaje al mundo se podría decir de las emociones y muestra lo que en Los Ángeles, Boston y Berlín, es tecnológicamente posible y la visión que tienen los investigadores del futuro. Actualmente, hay terapeutas virtuales que apoyan a psicólogos en el diagnóstico de depresiones y traumas. Y robots con habilidades empáticas asisten a profesores en la enseñanza. Gafas de realidad aumentada transmiten en tiempo real cómo se está sintiendo su portador. La autoobservación permanente incrementaría la felicidad personal. Pero ¿qué hacen estas nuevas y fascinantes posibilidades con los usuarios? ¿Cómo descifran las personas el lenguaje de las emociones, y cómo lo hacen las máquinas? En un navegador de sensaciones o por medio de la intuición, ¿En qué quiere confiar el hombre? el escritor Ulrich Schnabel ha analizado el paisaje emocional del mundo digital. Señala cómo los algoritmos pueden influir en el estado de ánimo y en la vida amorosa, y qué hace que las emociones sean una mercancía muy codiciada. La memoria tiene una capacidad finita en los seres humanos y es extremadamente susceptible a las interferencias. Cuando se intenta llevar a cabo dos tareas demandantes al mismo tiempo, la información se cruza y se producen muchos errores. Imagínese nosotros cruzamos mucha información y cometemos errores, una Programa informático podría ayudarnos, pero también nos haría más mediocres ya que no haríamos las cosas por nosotros mismos, si no por Programas, esto ya está influyendo mucho en nuestra vida cotidiana, siempre estamos ala mano con dispositivos tecnológicos. Pero al contrario, nos estamos perdiendo mucho. Desde el punto de vista del funcionamiento cerebral, estamos capacitados para realizar muchas tareas, por supuesto, pero debemos enfocarnos  en hacer una de estas por vez. Tener muchas cosas para hacer y hacerlas una por vez (que es lo recomendable) no es lo mismo que intentar hacer varias cosas al mismo tiempo.

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