OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

¿SE DEBE SOLUCIONAR LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA O ES ELLA UNA SOLUCIÓN?

ENSAYO CRÍTICO

VÍCTOR HUGO PÉREZ ÁVILA

ING. ESP. JANURIO HAMEL HERNÁNDEZ CASSAB

CONTABILIDAD GENERENCIAL

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

FACULTAD DE INGENIERÍA

INGENIARÍA INDUSTRIAL

MONTERÍA COLOMBIA

2013

¿SE DEBE SOLUCIONAR LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA O ES ELLA UNA SOLUCIÓN?

Desde que se habla de la existencia de la vida es imputable adherir el concepto de sostenibilidad, el cual a su vez engloba la idea de consumo. El ser humano desde su existencia ha consumido; desde un principio lo hizo censuradamente y por satisfacer necesidades estrictamente vinculadas a la subsistencia básica de la especie; pero, con el transcurrir del tiempo la misma creación de soluciones conllevó a nuevas necesidades y este sistema a su vez ha generado la conocida sociedad del consumo.

El ciclo de vida de los productos es uno de los temas más trascendentales en la sociedad del consumo. El desarrollo sostenible deriva el tener un producto para la más mínima necesidad, pero a la vez incluye el tener un medio donde subsistir.

Con la llegada de la producción en serie y en masa mengua la mano de obra artesanal, ya que los productos no necesitaban ser reemplazados con frecuencia; es por eso que en Nueva York, Bernard London incluye el concepto de obsolescencia programada casi de modo obligatorio. Había que controlar la duración de los productos para garantizar la mano de obra, pero como toda solución conlleva una necesidad aparece una sociedad que no crece por satisfacer sino que crecer por crecer. Con el impulso del motor secreto de la sociedad del consumo “La obsolescencia programada” se pierde o excluye nuevamente la garantía del trabajo, pues el mundo ecológico pasa a un segundo plano, sin saber que el mundo del negocio no puede existir sin él.

El usuario que necesita una impresora, victima de la obsolescencia programada desde su fabricación con un microchip, que al completar cierta cantidad de impresiones produce una reacción que hace creer que la vida útil de la impresora ha terminado; se convierte en un contribuyente a desechar prematuramente y sin control la maquina ya que la solución más atractiva y comprensible que brindan los técnico es comprarla nuevamente.

Comprar, tirar y comprar se ha convertido en la solución a la solución de satisfacer. La sociedad del consumo ha presentado un mercado que produce un celular que predispuestamente llave un defecto que se pretende solucionar en la nueva versión de él, que es publicado tres mese después; no es difícil inferir que ya se sabía el daño antes de sacarlo a la venta para poderlo obsoletar con su nueva versión, a la cual le agregan una nueva función pero con defectos para poderlo “innovar”.

Con la creación de la bombilla que duraba mucho, se ve atentada la garantía del trabajo; es por eso que el “Cartel mundial para controlar la producción de la Bombilla” se reúne en Ginebra para inyectar la producción de bombillas con menos horas de vida útil. Tal vez la obsolescencia programada es una buena solución, pero la misma a su vez trae consigo un ciclo solución-necesidad. De qué sirve un producto si no hay quien lo use, de que sirve una impresora obsoleta con el tiempo si no se garantiza un medio de subsistencia para la persona que la va a utilizar.

Ecológicamente hablando se puede observar que la misma naturaleza usa la obsolescencia programada pero con la diferencia que ella no arroja

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