Revolución “Científico-tecnológica”

Revolución “Científico-tecnológica”

A lo largo de la historia, la humanidad ha experimentado cambios que han revolucionado y redireccionado el curso de la historia.

Dentro de los principales factores que han funcionado como detonantes de estos cambios siempre destaca el conocimiento como hilo conductor de los mismos.

La primera aplicación del conocimiento que marcó un cambio en la humanidad se dio en la “Revolución Agrícola”, ya que el ser humano se aplicó a la tierra. El resultado de esto fue la organización de la sociedad alrededor de este “conocimiento aplicado”.

La aplicación del conocimiento durante la “Revolución Industrial” fue destinado a la creación de máquinas, herramientas, utensilios y productos. Lo que ayudó a satisfacer mejor las necesidades y transformar el medio.

Por otro lado, en la “Revolución de la Productividad”, el conocimiento fue aplicado a métodos y procesos adaptados en el trabajo. Por lo que el petróleo, la electricidad, ensamblaje y el motor de vapor caracterizaron a esta revolución.

Todo este proceso histórico y revolucionario nos conduce, hasta principios del siglo XXI, a un nivel de desarrollo nunca antes alcanzado por la ciencia y la tecnología. El cual está marcando transformaciones tan significativas en la sociedad, como lo hicieron en su momento, las dos revoluciones industriales anteriores. Es por eso que a esta etapa se le llama “Tercera Revolución Industrial”…

La cual tiene como elementos distintivos: la biotecnología, las comunicaciones, la exploración y manipulación de la estructura de la materia, la informática, la robótica, el desarrollo de nuevos materiales, y el cambio en el lugar y papel del hombre en la producción.

En esta cuarta gran revolución tecnológica, el conocimiento es aplicado para desarrollar el conocimiento mismo, y facilitar la vida cotidiana. También se dio un cambio cualitativo en la interrelación: ciencia – técnica – tecnología – producción experimentada. Todo esto basado en el papel que desempeña la ciencia como protagonista, así como su conversión en fuerza productiva directa; un proceso que se identifica como “Revolución Científico Técnica”.

Es preciso tener en cuenta que la influencia de la tecnología sobre la vida del ser humano es extensa y compleja; lo que le permite causar efectos hacia numerosos aspectos relacionados indirecta o directamente con el nivel de vida de la población.

Hoy en día ya se percibe en el país que surge una nueva forma de producir, caracterizada por una flexibilidad y capacidad de control en los procesos de producción gracias a la integración de sistemas computarizados, se modifican las formas de organización empresarial, de gestión y la forma de trabajo dentro de la misma. La sociedad usa nuevos conocimientos y tecnologías complejas que se generan, modifican, expanden y adoptan de forma acelerada; muchos de estos conocimientos se transforman en información que se transmite y almacena cada vez a mayor velocidad y menor costo. Sin embargo la innovación también tiene un lugar más importante dentro de la sociedad, no siempre comercializable y transferible. De modo que ambos, el conocimiento y la información, son relevantes para determinar la competitividad y productividad de cada empresa o nación, lo que implica la necesidad de invertir en educación y capacitación; así como de promover el desarrollo de la ciencia y tecnología a partir de nuevas estrategias y políticas.

Se puede concluir, por lo tanto, que en esta nueva Revolución, el dinero no es la riqueza, sino algo más bien inherente al ser humano: el intelecto. Y quien mejor haga uso del mismo y más lo desarrolle, estará un paso adelante, a la vanguardia.

Este avance tecnológico tiene y seguirá teniendo polos

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