Steichen y Salvador Dalí son los pioneros en la incorporación de la disciplina de la genética en el arte

Steichen y Salvador Dalí son los pioneros en la incorporación de la disciplina de la genética en el arte. Steichen lo mostró en una exposición realizada en el MOMA, en la cual se sirvió de la genética mendeliana para modificar las variedades de plantas delphinium. Dalí, por su parte, incorporó el ADN y la genética molecular a sus obras Butterfly landscape y The great masturbator en 1957. Así se inauguró la tendencia biotemática en el arte.  

Así , con la teoría molecular del código genético la naturaleza se ha vuelto programable, ingresando en el proceso de digitalización universal que marca nuestra era.

En 1997, Kac acuñó el término de Bioarte para referirse a una práctica artística donde los seres humanos trabajan con tejidos, bacterias y organismos vivos utilizando procesos científicos como la biotecnología. Y en 1998 proponía el concepto de Arte Transgénico, al que define como: "una nueva forma de arte basada en el uso de las técnicas de ingeniería genética para transferir material de una especie a otra, o de crear unos singulares organismos vivientes con genes sintéticos”.  Pero inmediatamente menciona que este tipo de arte no existe sin un compromiso fuerte y responsabilidad. Para Kac, el uso concreto de la genética en el arte está orientado a provocar una reflexión, desde una perspectiva social y ética, incidiendo en cuestiones relevantes tales como la integración social y doméstica de los animales transgénicos.

El bioarte, para el historiador del arte, no existe como un elemento autónomo, sino que se nutre de inercias y genera tensiones como resultado de su interacción con otros campos artísticos con los que inevitablemente se relaciona: el arte de los medios y el arte contemporáneo ortodoxo.

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