SALVADOR DALÍ

EL ARTE DE SALVADOR DALI

Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech o mejor conocido como Salvador Dalí, artista catalán, sin duda, uno de los más grandes representantes del Surrealismo, marcando la cultura contemporánea fuertemente, conocido por su sentido de la fantasía y su forma excéntrica de ser, demostrada en la forma provocativa de exponer su privacidad y sus pensamientos. Fue un gran admirador de los maestros del Renacimiento y de Freud, siendo motivado para realizar la expresión onírica y la interpretación de sueños. Además de la pintura, destacó en escultura, fotografía y cine.

El recuerdo de la imagen de su hermano muerto un año antes de que él naciera, lo tuvo presente hasta el fin de sus días. El no aceptaba llamarse Salvador, al igual que su hermano ya fallecido, por el hecho de que era querido por sus padres a través del recuerdo del primer Salvador, esto condujo un enfado de su ‘’yo’’ para lograr hacerse a sí mismo.

Dalí practicó la oniromancia, (adivinación de los sueños) es decir la interpretación de sus sueños. Cuando soñaba quería ver cada uno de sus cuadros. Y ese era su secreto, pintar sueños hechos a todo color, sueños en cinemascope. Miraba el mundo al revés para no perecer en la cómoda y metódica realidad aceptada. De niño le gustaba levantar la piel del mar para saber qué vivía bajo la húmeda sombra. Con sus pinturas tan fantasmagóricas, siempre nos está diciendo que no temamos mostrar lo extraño que existe en nosotros, sentirlo, manifestarlo, y si es de manera artística mejor.

Dalí creó el ‘’método crítico-paranoico” después de leer ‘La interpretación de los sueños’, de Sigmund Freud, desde entonces adquirió el vicio de auto interpretar todo lo que se le sucedía, por “más casual que pareciese a primera vista”. El método, parte de imágenes reales, desde una mancha a un objeto, sobre las que se proyecta su subconsciente de forma crítica y consciente, éste consiste en dejar aflorar las fobias, obsesiones o influencias del artista en el lienzo de forma que surjan composiciones caóticas, delirantes y enigmáticas.

De esta forma, se produce un conflicto entre cómo es la realidad y cómo quiere el paranoico que sea. Y es así como a través de esas imágenes dobles cada espectador verá unas u otras realidades en un cuadro de Dalí, dado que cada uno de nosotros interpretamos desde nuestro subconsciente. “Lo que vemos en las cosas no está en las cosas, sino en el fondo de nuestra alma”, explicaba el pintor.

Dalí usó de manera consciente las imágenes dobles, casi hasta el agotamiento, al proponer el objeto invisible, o las imágenes superpuestas que nos sorprenden; o el lienzo bidimensional. También aspira a la búsqueda de la tercera dimensión con sus figuras ambivalentes; y sugiere la técnica del cuadro dentro del cuadro, de la misma manera como intenta las figuras ambiguas en la propuesta de la obra abierta que libere al espectador de la mirada rígida, también sabía pintar, con toda la ternura que le era posible, y con el realismo más profundo, elementos que amaba desde su infancia

“Que no conozca el significado de mi arte, no significa que no lo tenga”

Dalí fue un artista completo, hizo de todo un poco: pintura, escultura, fotografía, cine, escritura, moda, publicidad y joyería. Conocido por su personalidad excéntrica, supo hacerse conocer en su vida, haciéndose uno de los raros artistas famosos. Participó a la mayoría de los movimientos artísticos del siglo veinte, dadaísmo, surrealismo, cubismo, y su carácter surrealista le hizo declarar la estación de Perpiñán como el centro del mundo.

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