Tecnico

SIGLO XVIII

La época dorada de la cosmética se inicia en este siglo con las más sofisticadas cremas escancias y aguas. Gran utilización de los polvos de harina de trigo para las pelucas y harina de arroz para la cara.

Un producto europeo de este siglo elaborado a base de arsénico llega incluso a ser ingerido para conseguir una intensa palidez. Y lo peor es que daba resultado, puesto que envenenaba la sangre y esta transportaba menor cantidad a los órganos de hemoglobina y de oxígeno.

La mugre reina, hombres y mujeres abusan de los perfumes y los cosméticos.

En este siglo surge un movimiento a favor de la higiene y del baño que se refleja en la aparición de dos espacios que no existían en las residencias hasta ese momento: el aseo y el cuarto de baño.

En efecto, este siglo, reino de la seducción, experimenta una proliferación de “baratijas” preciosas que contenían perfumes, vinagres y pinturas: estuches y neceseres, cajas bergamotas típicamente de Grasse y popurrís para los ambientadores.

ADICIONAL:

En el siglo XVIII renace la cosmética, los perfumistas crean y difunden sus geniales productos. Que se venden en todo el mundo, los envases son de plata, oro, porcelana y laca. El rojo es el color de moda, hay rojo para utilizar durante el día y rojo mas pagados por la noche. De nuevo vuelven los perfumes florales, agua de rosa, lavanda, naranjo y jazmín.

Un popular depilador griego y romano, el oropimente, utilizado por hombres y mujeres para eliminar el vello indeseable, no resultaba menos peligroso, ya que su ingrediente activo era un compuesto arsenical.

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