Trabajo En Altura
samir.baracat13 de Noviembre de 2014
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¿Por qué Protegernos?
EL PORQUÉ DE LA SEGURIDAD EN ALTURA
En algún momento de nuestras vidas hemos sido víctimas de algún tipo de caída y hemos sufrido las consecuencias directas de este hecho como torceduras de ligamentos o tendones, huesos dislocados o rotos, moretones, o bien, daños internos u otros incluso más severos.
En general, las caídas no suelen tener un nivel mayor de ocurrencia, sin embargo, son muy peligrosas puesto que el grado de daño que alcanzan puede ser irreversible, incluso, mortal. Las estadísticas de nuestro país lo corroboran.
Cuando hablamos de trabajo en altura, usualmente imaginamos que estas labores se desarrollan a distancias significativas del nivel del suelo y que los daños de una caída, o incluso contar con Elementos de Protección Personal (EPP) adecuado, sólo los consideramos si nos alejamos varios metros del suelo. Sin embargo, no necesariamente debemos estar a una gran altitud para sufrir daños severos.
Es precisamente esta afirmación la que debe cambiar nuestra concepción del riesgo y del trabajo en altura reconociéndolo como una labor muy peligrosa, habitual y transversal a diferentes industrias.La perspectiva que se desarrolla a continuación, nos permitirá conocer el peligro al que estamos expuestos cuando realizamos labores a distinto nivel del suelo.
¿QUÉ SUCEDE CUANDO CAEMOS DE ALTURA?
Imaginemos que estamos trabajando a 1,8 metros de altura, haciendo mantenimiento sobre una máquina, sin barandas de protección y, como consideramos que estamos a poca altura, no utilizamos elementos de protección personal (EPP). Mientras apretamos un perno que se encuentra en el borde de la máquina, resbalamos, perdemos el equilibrio y caemos al vacío (movimiento).
En una fracción de segundo, experimentamos una caída libre, nuestro cuerpo adquiere velocidad conforme caemos por la fuerza de gravedad, y nos precipitamos de forma acelerada contra el suelo.
Como la caída no es premeditada, no es similar a caer al agua desde un trampolín o saltando desde un muro, por lo tanto, no tenemos control, ni podemos coordinar nuestros movimientos. A esta altura, transcurre sólo medio segundo hasta que impactemos contra el suelo.
La trayectoria que adquiere el cuerpo es impredecible. Si hubiera objetos en el trayecto de la caída, impactaríamos contra ellos. Si otro fuera el caso, la fuerza del golpe también depende de la velocidad que exista al inicio de la caída, por ejemplo, si hubiera antes un desplazamiento horizontal.
Por lo tanto, como no tenemos tiempo de reaccionar y toda la energía acumulada durante la caída debe liberarse y aboserverse, el suelo, que por su rigidez, no absorberá la energía, provocará que nuestro cuerpo, a través de su deformación, sea el que la libere a expensas de graves daños (concepto físico: choque inelástico).
Cambiemos sólo un factor en la hipotética situación. Ahora llevamos un EPP para trabajo en alturas, compuesto de elemento prensor del cuerpo (arnés de cuerpo completo), elemento de amarre, absorvedor de energía y conexión a un anclaje debidamente elegido y posicionado (veri figura 3: cálculo de la distancia de caída). El elemento de amarre está conectado a la argolla en D que tiene el arnés en su parte dorsal. Como antes, estamos apretando el perno en el borde de la máquina y resbalamos perdiendo el equilibrio, cayendo al vacío.
Esta vez, a los 50 centímetros de caída, se activa el amortiguador iniciando el frenado del cuerpo a través del arnés. Sólo ha transcurrido 1/3 de segundo y la energía acumulada es menor pues la distancia recorrida es menor y se aplica al cuerpo en los lugares adecuados en que se ha colocado el arnés. La argolla en D de la espalda del arnés reparte y aplica las fuerzas de frenado sobre los huesos y músculos del trasero. Durante esta fase se llega a la parada completa y el amortiguador absorbe la energía de caída transmitiéndola al cuerpo a un nivel considerado generalmente tolerable.
En la posición de parada, el arnés nos mantiene en suspensión, hasta que podemos autoliberarnos o recibir ayuda. Durante este tiempo la masa corporal es soportada por el sistema anticaída y no ha sufrido ningún traumatismo (Ver más adelante: Suspensión de una caída).
A pesar que los resultados en ambos casos son completamente diferentes, los principios se rigen por las mismas leyes naturales, que describiremos a continuación.
MOVIMIENTO
Decimos que cuando un cuerpo cambia de posición, se mueve. En general, cuando se mueve sus puntos describen diferentes trayectorias. Por lo tanto, podemos intuir que cuando un cuerpo humano se mueve, la descripción completa de las trayectorias de las diferentes partes del cuerpo es muy compleja. La ley de la naturaleza que rige el movimiento del cuerpo es la primera Ley de Newton (Ley de la Inercia): Un cuerpo continúa en su estado de reposo o de movimiento uniforme en línea recta a menos que le apliquen fuerzas para modificar su estado.
VELOCIDAD
Es la relación que existe entre la distancia recorrida y el tiempo invertido. Se dice que un cuerpo se mueve a velocidad uniforme cuando a tiempos iguales el recorrido es el mismo. La velocidad no basta para describir el movimiento de un cuerpo, para ello deben especificarse velocidad y dirección. La unidad de medida comúnmente empleada es el metro por segundo (m/s).
ACELERACIÓN Y DESACELERACIÓN
El caso más simple para describirlas sería el cambio en la magnitud de la velocidad de un cuerpo en movimiento. Si este cambio es positivo hay aceleración, si es negativo hay deceleración. Para que un cuerpo se acelere debe actuar una fuerza sobre el mismo. En el caso de una caída, esta fuerza es la gravedad (g) la que en nuestro caso aproxiremos al valor g=10 m/s2
MATERIA, INERCIA Y MASA
Todos los cuerpos físicos están compuestos de materia, constituida de átomos y moléculas, los cuales los hacen tangibles. Si aplicamos una determinada fuerza a una bola de billar y a una de bolos, la primera alcanza mayor velocidad que la segunda. Todos los objetos tienen una propiedad que determina su respuesta a una fuerza que origina su movimiento, denominada inercia, la cual cuantitativamente se expresa en términos de masa. Decimos que un cuerpo es másico, para expresar que tiene mucha masa o bien mucha inercia. Una manera de determinar la masa de un objeto es pesarlo y dividir este valor por la gravedad. Una forma de describir la fuerza, sin usar las matemáticas, es asociarla a la aceleración que se comunica a un objeto por un determinado esfuerzo muscular. Si queremos imprimir mayor aceleración debemos aplicar mayor esfuerzo muscular. Así pues, podemos relacionar la fuerza necesaria para imprimir una aceleración a un cuerpo con su masa. En otras palabras, fuerza es igual a la masa por la aceleración y recordemos que la aceleración es el incremento de la velocidad por unidad de tiempo. La unidad para medir la fuerza es el Newton (Equivalencias : 1Kg <> 10N).
GRAVEDAD Y PESO
Cuando estamos de pié, sentados o acostados, notamos que la fuerza de la gravedad actúa sobre nuestro cuerpo. Esta fuerza se denomina peso. El origen de esta fuerza es la presencia de la enorme masa de nuestro planeta Tierra. Experimentalmente se conoce que dos objetos, de masas determinadas, se atraen mutuamente en virtud de su masa. Cuando uno de ellos es la Tierra, esta fuerza de atracción es la fuerza de la gravedad (g). No debemos confundir este tipo de fuerza con la que aplicamos directamente sobre un objeto (bola billar o bolo), sino que es una fuerza que actúa a distancia. No hay contacto aparente y directo con el cuerpo, es como la fuerza de atracción de un imán sobre un cuerpo metálico.
TRABAJO Y ENERGÍA
Si movemos un objeto a una determinada distancia por la acción de una fuerza, decimos que hemos efectuado un trabajo. Un ejemplo muy simple de ello es el trabajo requerido para levantar un objeto venciendo la fuerza de la gravedad que es igual a su peso. La unidad de medida es el Joule (Equivalencia: 1 J = 1 N x metro).Así pues, si levantamos un objeto a una altura H, el trabajo será H veces su peso. Siguiendo el ejemplo anterior hemos realizado un trabajo para situar el cuerpo a una altura H sobre el suelo. Decimos que el cuerpo tiene una energía potencial, capaz de restituir el trabajo realizado si permitimos que retorne a su posición original. Cuando soltamos el cuerpo, en esta posición elevada, la velocidad que adquiere se incrementa desde cero (punto en reposo) a un determinado valor, en función de su altura H. Durante la caída decimos que el cuerpo adquiere energía cinética, que es función de su masa y velocidad. La altura sobre el suelo va disminuyendo mientras que se incrementa la velocidad. En otro aspecto decimos que la energía potencial disminuye conforme aumenta su energía cinética. Cuando el cuerpo alcanza el suelo la energía potencial es nula; toda se ha convertido en energía cinética.
Un ejemplo numérico nos clarificará los conceptos:
Sea la altura H = 1.8 m,
La masa de un objeto 80Kg,
y g= 10 m/s2
La energía potencial del cuerpo a esta altura será Ep = 1440 J.
Cuando el cuerpo llega al suelo H y Ep son cero, pero su velocidad es de 6 m/s (Velocidad = √[(Velocidad inicial)²+2gH]), siendo una energía cinética Ec = Ep = 1440 J. Sin embargo, al impactar contra el suelo, instantáneamente se para, su velocidad es nula y la energía cinética desaparece. ¿A dónde va esta energía?. Pues, se consume en deformación instantánea del cuerpo. Si se trata de un cuerpo humano, se originan lesiones y daños graves en su organismo.
Energía Cinética: capacidad
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