Tratamiento Biologico De Suelos

LA enzima constructora de celulosa ha sido revelada

Los científicos han hecho un último descubrimiento, este se refiere al marco estructural de la proteína supercompleja de celulosa, el biopolimero fundamental de las plantas y algunas células. La investigación data como la celulosa está formada de infinidad de moléculas de glucosa cosidas juntas. Esto podría ayudar a reproducir mejores fibras sintéticas y el fácil camino para poder desglosar la biomasa.

El complejo de proteína que produce celulosa esta hecho de 36 unidades enzimáticas, así lo redacta el trabajo dirigido por el investigador Nicholas C. Carpita de la Universidad de Purdue, estas enzimas denominadas celulosa sintasa, con cadenas independientes cada una. Con pruebas de rayos X hacen más fácil ver las uniones enzimáticas, que forman regiones para formar dímeros y así sucesivamente. Todos estos dímeros se unen para formar la biomoléculas compleja de celulosa.

Tarjetas de circuitos “verdes” que biodegradan

Con cada celular, tableta o laptop que comienza a salir al mercado, hay un modelo que se debe desechar. Se estima que casi 25 millones de toneladas de basura electrónica son producidas globalmente cada año. Aproximadamente un 82% de esta basura es depositado en vertederos. A. Roger, de la universidad de Illinois tiene una campaña urbana, y ha logrado hacer circuitos verdes biodegradables. Algunas herramientas fueron cambiadas, pudiendo reducir la basura electrónica. Estas placas están hechas usualmente de metales como oro, plata, paladio, titanio y cobre, cambiados por magnesio, tungsteno zinc, creando micro o nano partículas y una impresión con un sustrato biodegradable como el carboxymetilcelulosa de sodio.

Los investigadores reportan que este circuito impreso biodegradable se puede desintegrar en agua en alrededor de 10 minutos, dejando libres solamente a los metales de transición, que con el curso del tiempo forman hidróxidos solubles

Encuesta sobre uso de solventes

Los solventes componen la mitad de las sustancias utilizadas en la industria y la farmacéutica, así que se han hecho esfuerzos para minimizar su impacto en el medio amiente y no dejar una marca. Para ver cómo han evolucionado las practicas industriales el equipo de Andrew S. Wells se dio a la Tarea de encuestar a empresas y buscar en alrededor de 388 publicaciones realizadas en ACS sobre los solventes más comúnmente usados. Esto conduce al CHEM 21, un documento de Europa dedicado al desarrollo de métodos sostenibles para el cuidado del medio ambiente. Una noticia alentadora de los autores es que el uso de solvente en mayor escala hace que su peligrosidad disminuya (mayor de 100 kg). Otro signo positivo es incrementar el uso de 2 MeTHF, que es un disolvente basado en azucares renovables.

Menos alentador es que a pesar de que muchas

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