Window 7

Los sistemas operativos modernos tienen como reto importante la relación con sus usuarios. Ya no es suficiente un sistema robusto y rápido, sino que la facilidad de uso entra dentro del menú del sistema de éxito, y Windows 7 lo es. Una vez más, en esta tercera radiografía de las ventajas que ofrece Windows 7 (ya tras su lanzamiento) veremos qué elementos del sistema hacen que podamos decir que Windows 7 es más sencillo de usar que sus rivales y antecesores.

La relación entre los sistemas operativos y el usuario es un idilio que se prolonga desde hace años. Con los primeros entornos gráficos como el GEM de Digital Research y las propuestas de Apple heredera de los inventos del laboratorio Parc de Xerox, ya se apuntaba que los que utilizaban los ordenadores no querían volver a ver las crípticas órdenes que había que proporcionar a la ya olvidada (aún no del todo) línea de comandos. Nacía entonces lo que en Estados Unidos se vino a llamar User Friendly, es decir, amigable con el usuario. Un sistema operativo moderno ya no se puede permitir ignorar al usuario y luce ahora un entorno gráfico en el que las ventanas y los iconos son los protagonistas. Sin embargo, solamente tener ventanas e iconos no significa que un sistema operativo sea amistoso con el usuario.

En sus años de evolución Windows ha ido madurando varios conceptos, como la organización por carpetas, las ventanas, el escritorio, la barra de tareas. Si echamos un vistazo a los primeros Windows, nos daremos cuenta que todos esos conceptos y su aplicación al entorno gráfico han ido evolucionando para convertir el uso del ordenador en algo intuitivo.

La facilidad de uso no se limita a un entorno gráfico racional e intuitivo, sino también a proporcionar herramientas como asistentes y utilidades más sencillas de usar y que requieran la mínima intervención por parte del usuario y a la vez menos conocimientos técnicos. Es decir, para que el sistema sea más amistoso tiene que convertirse también en más inteligente.

Una vez más nos atrevemos a hacer una afirmación categórica: Windows 7 es más fácil. Es difícil medir la facilidad de uso de forma científica, pero sí que hemos podido comprobar que el número de clics e intervenciones por parte del usuario se han reducido mucho, y que por ejemplo organizar las ventanas del escritorio (comparar dos de ellas, dejar una sola en pantalla...) es mucho más fácil. Sin embargo, lo más significativo han sido las opiniones subjetivas. Incluso apasionados del Mac, el sistema con fama de ser el más intuitivo, han tenido que reconocer el gran paso adelante de Windows 7. ¿A qué es debido todo este avance? Vamos a verlo.

Un entorno gráfico más intuitivo

El primer trabajo de los programadores de Windows 7 ha sido retomar los viejos conceptos que usa Windows desde hace 25 años y darles nueva vida. Para todo aquel que utilice por primera vez Windows 7 y hasta ahora solo haya conocido a sus antecesores, quizás la primera cosa que le llame la atención sea la nueva barra de tareas.

Se trata de un rediseño que no solamente es un cambio estético, con los iconos de las aplicaciones más grandes y dispuestos de forma más racional y un área de notificaciones a la derecha de la barra de tareas menos poblada y más clara, que incluye el icono del centro de actividades que veremos más adelante. La barra de tareas ha sido perfeccionada a partir de la de Windows Vista y quizás con un toque de inspiración derivada del Dock de Apple.

Los iconos de la barra de tareas tienen dos funciones: por un lado indican los programas que tenemos abiertos y por el otro podemos anclar en ella los iconos de los programas que más utilicemos para tener un acceso más fácil a ellos. El sistema por defecto ancla en la barra de tareas en su parte izquierda el icono del explorador de archivos, nternet Explorer y Windows Media Player.Si el icono muestra un programa en ejecución el color del fondo del mismo cambiará, "cobrará vida". Al pasar el cursor sobre un icono con programas en memoria, mostrará las instancias programa en ejecución. En el caso del Internet Explorer muestra no solo las ventanas por separado sino también las pestañas. Podemos previsualizar las ventanas que corresponde a una aplicación mostrada en la barra de tareas haciendo clic en el icono correspondiente.

También podemos aislarlas y que se muestren en el escritorio haciendo desaparecer a las demás con solo pasar el cursor sobre la previsualización. Si hacemos clic sobre una de ellas obviamente la abriremos. Si utilizamos el botón derecho del ratón, podremos acceder a la Jumplist (también accesibles desde el menú inicio). En éstas podremos acceder directamente a los archivos más utilizados y a las funciones principales del programa en cuestión. Las Jumplist tienen distinta configuración dependiendo del programa a la que pertenezcan.

Las ventanas más ordenadas...

En la parte de visualización de ventanas, Windows 7 mejora el entorno Aero que ya pudimos ver con Windows Vista. Ahora Aero ofrece la posibilidad de gestionar las ventanas de una forma novedosa. Arrastrando la ventana y "aplastándola" contra el lado derecho o izquierdo hace que la ventana ocupe y se quede anclada a la mitad derecha o izquierda de la pantalla. Si "sacudimos" la ventana, las otras ventanas del escritorio se "caerán" y se minimizarán. Si "aplastamos" la ventana contra la parte superior ésta se maximizará

También pudimos ver cómo funcionaba la función de mostrar el escritorio. Ya vimos que al pasar el cursor del ratón sobre una ventana previsualizada en la barra de tareas el resto de las ventanas se ocultarán, pero sin cambiar el foco, es decir, sin cambiar de ventana activa. También podemos hacer que se oculten todas las ventanas para "echar un vistazo" al escritorio (Aero Peek) llevando el cursor del ratón (en este caso, el dedo) al extremo derecho de la barra de tareas, sin hacer click.

Otra función curiosa es el llamado Aero Shake, que permite que cuando tengamos más de una ventana abierta pulsar con el ratón sobre una de ellas y "sacudirla". De esta forma el resto de ventanas se minimizarán y solo quedará en pantalla la que nos interese. Podemos devolver las ventanas al estado inicial repitiendo exactamente la misma operación.

Más facilidades para acceder y ordenar ficheros

En Windows 7 también se ha querido mejorar la forma de gestionar los ficheros y las aplicaciones así como implementar una forma más eficaz de acceder a ellos. Una de las más eficaces y novedosas es la de las Bibliotecas. En Windows 7 se abandona el concepto de que tengamos que tener ordenados nuestros ficheros en carpeta muy determinadas, como las de Mis Documentos o Mis Ímágenes.

Con el concepto de Bibliotecas, podemos almacenar los archivos en carpetas tal y como queramos y luego tenerlos a mano según el tipo de archivo gracias a dichas Bibliotecas. Se trata de carpetas virtuales, que simplemente apuntan a ficheros y carpetas reales que podemos tener en distintos lugares del disco o incluso en unidades externas. De esta forma en la Biblioteca imágenes podemos tener archivos de imagen de distintas carpetas dentro y fuera del disco pero siempre ordenados y accesibles desde la Biblioteca correspondiente.

Las Bibliotecas son una aportación conceptual importante y una de las revoluciones, quizás de las menos vistosas, que aporta Windows 7 a la mejora de la efectividad y ahorro de tiempo en el uso diario del ordenador. Podemos ver un extenso artículo sobre las Bibliotecas y sus posibilidades en el siguiente enlace.

Otro aspecto que se ha mejorado es el del buscador, ahora Windows Search 4. Según sus desarrolladores, se ha mejorado el código para obtener un ahorro de uso del procesador de un 80% y un ahorro de memoria de un 20%. El resultado es que realizar una búsqueda es más rápido que antes. Además se han agregado funciones como filtros, posibilidad de salvar búsquedas y otras que hacen más eficaz la herramienta.

Además la nueva herramienta de búsqueda soporta búsquedas federadas. Se trata de una funcìón a través de la cual podemos realizar búsquedas de elementos que no se encuentren en nuestro ordenador. Por ejemplo es posible agregar un buscador de Internet para que podamos realizar la búsqueda en la Red además de en nuestro propio PC sin necesidad de abrir un navegador.

Facilitar las tareas

Como hemos visto no basta con un entorno gráfico atractivo y funcional para que un sistema operativo sea completamente amistoso con el usuario. También es necesario facilitar las tareas más complejas que normalmente tiene que acometer y resolver a ser posible de forma automática los problemas que se le puedan presentar.

En el caso de Windows 7 se han intentado simplificar tareas que en otros tiempos requerían una configuración compleja por parte del usuario e incluso conocimientos técnicos. Ahora muchas de esas tareas son asistidas por el sistema o simplemente se realizan de forma automática. Vamos a ver algunas de ellas, como la conexión a redes locales a través de Grupo en el hogar, las mejoras en el control de dispositivos con Device Stage, resolver problemas con el Centro

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