AMARGURA Y ENOJO

Amargura y Enojo

¿Cuándo fue la última vez que te amargaste y porque?

La ira se nota en el rostro, cualquier situación que nos molesta se refleja en el semblante.

La conocida historia de Caín y Abel reflejan claramente la amargura que atormento a Caín

Génesis 4:5 dice que su semblante decayó

El no saber manejar su enojo trajo serias consecuencias que afecto no solo su vida sino la de los seres queridos.

¿ Cuales son las consecuencias que hemos vivido al no saber manejar el enojo ?

Veamos que opina Dios sobre el tema Leemos Colosenses 3.8 y Efesios 4.31-32

Dios nos manda abandonar y quitar el enojo de nuestra vida.

Ahora la pregunta es: “¿Es pecado enojarse ?

Efesios 4:26-27 en este verso bíblico nos damos cuenta que nos es pecado enojarse, ya que el enojo es una reacción frente a una situación que nos desagrada, nadie se prepara para enojarse, es algo generado por una situación x.

Ya que el enojo es una reacción de nuestras emociones es algo a lo que debemos colocarle limite, así como tenemos diferentes emociones, también tenemos la capacidad de controlarlas.

En la cita bíblica anterior nos aconseja resolver los sentimientos de enojo sanamente con quien corresponda.

¿Que haces cuando te enojas ?

Elige una opción:

a) Lo hablo tranquilamente con quien me enoje.

b) Me lo guardo para mi.

c) Me enojo y grito con cualquiera que se aparece.

Hablarlo tranquilamente con quien nos enojamos es una buena forma de colocar limite al enojo, y permite dar a conocer al otro nuestro punto de vista.

Guardar el enojo, no es una buena opción ya que esto nos reprime, nos llena de amargura y hará que en cualquier momento salga a flote esos sentimientos y traerán consecuencias.

La opción c definitivamente, trae amargura al corazón y daña las relaciones con los demás aun con los que no tienen nada que ver con el conflicto.

Controlar el enojo es algo en lo que debemos trabajar, no es fácil pero se puede, es importante reconocer que si le damos rienda suelta a nuestro enojo nos hacemos daño a nosotros mismos y a los demás.

Hay diferentes maneras sanas de reaccionar frente a situaciones que nos desagradan.

1. PERDONANDO: esto se puede lograr valorando la otra persona, entendiendo que todos cometemos errores, y que así como deseamos que nos comprendan debemos comprender a otros. Mateo 6:14

2. Deseando lo mejor para los demás: dicen que todo lo que uno desea para otro se le devuelve, hay personas que nos menosprecian, que hablan mal de nosotros, ante situaciones como estas no debemos permitir que el enojo nos lleve a vengarnos, debemos bendecir a aquellos que nos están haciendo daño, desear que nadie los menosprecie, que nadie hable mal de ellos y tarde que temprano esos buenos deseos se te devolverán. Romanos 12:14

3. Procurar la paz con todos: mantener un ambiente de paz es algo que beneficia a todos, no permitamos quebrantar la paz por cualquier cosa, (que si el niño rego el jugo, no es para enojarse, para quebrantar la paz), es cuestión de enseñarle al niño. Hebreos 12:14

Cuando digo que debemos colocar límite al enojo, no estoy diciendo que debemos permitir todo sin decir nada.

Es necesario manifestar lo que nos molesta, pero debemos hacerlo con respeto procurando practicar los pasos anteriores.

Cuando aprendemos a manejar el enojo, tendremos una conciencia limpia que no nos acusa, tanto con Dios como con los hombres.

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