Abordaje Del Docente En Caso De Abuso Sexual,infantil
rosamoncada20 de Marzo de 2014
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La prevención del Abuso Sexual Infantil es una tarea ineludible del sistema escolar y de la comunidad educativa en su conjunto, ya que es en este ámbito donde se espera contribuir a que los y las estudiantes alcancen un desarrollo afectivo y social pleno y saludable. El tema de la prevención tiene relación con los principios inspiradores de la educación, expresados en el currículum nacional, principalmente en los Objetivos de Aprendizaje Transversales, donde a través de conocimientos, habilidades, actitudes, valores y comportamientos se espera que los y las estudiantes se desarrollen en el plano personal, intelectual, moral y social, en todos los niveles educacionales. Especialmente relevantes para este tema son todos aquellos objetivos que se refieren al Ámbito: Crecimiento y Autoafirmación Personal, ya que promueven en los y las estudiantes un desarrollo físico personal en un contexto de respeto y valoración por la vida y el cuerpo humano, el desarrollo de hábitos de higiene, el cumplimiento de normas de seguridad, la promoción de una adecuada autoestima, confianza en sí mismo y un sentido positivo ante la vida, entre otros. Desde el espacio educativo, la prevención del Abuso Sexual Infantil se enmarca en una educación en sexualidad y afectividad que permita a los y las estudiantes manejar situaciones ligadas a la vulneración y adquirir capacidades de autocuidado. De esta manera, podrán lograr una autoestima que los habilite para una sana convivencia e inserción social. Sin embargo, la tarea preventiva en estas materias va mucho más allá del fortalecimiento de las capacidades personales en los y las estudiantes. De ninguna manera debe recaer en ellos y ellas la responsabilidad de la ocurrencia del abuso. La prevención de este fenómeno es una tarea que compete fundamentalmente a los adultos de la sociedad, en su deber de proteger y movilizarse para evitar hechos abusivos en contra de los niños, niñas y adolescentes, y para subsanar las consecuencias de éstos cuando ocurren. Además, como observadores más cercanos y directos de los niños y niñas, están en una posición privilegiada con respecto a sus alumnos, lo que les permite reconocer cambios y actitudes y atender a señales sospechosas de problemas de esta índole. Tener claridad acerca de las responsabilidades y las limitaciones de la acción es un proceso necesario para un buen abordaje del Abuso Sexual Infantil, ya que permite reconocer el papel que les cabe a otras instituciones y demanda la generación de vínculos y coordinación con las redes sociales locales correspondientes. Es necesario que la comunidad educativa conozca la existencia de diversas instituciones a nivel local que están abordando los casos de abuso sexual, lo que puede ser de gran ayuda tanto para el proceso de capacitación a los profesores y familias, como para coordinar las acciones en las situaciones donde se detecten o denuncien situaciones de abuso sexual en la escuela. Es importante saber que existen recursos humanos e institucionales a nivel del país y de la comuna, con los cuales es fundamental coordinarse para actuar en colaboración.
EL/LA DOCENTE FRENTE AL ASI
Los estudios internacionales mencionan al ámbito educativo como un lugar privilegiado para la detección del maltrato infantil y por ende del ASI.
El sector docente es considerado un gran aliado en la detección del ASI, porque al compartir gran cantidad de tiempo con los niños/as logran obtener una visión muy amplia de todo aquello que se relaciona con él; su entorno familiar; los cambios de conducta; las conductas anormales según el desarrollo evolutivo esperable, y todos los indicadores inespecíficos que reflejan situaciones anormales, aunque no se relacionan directamente con el abuso funcionan como síntomas de alarma ante un/a docente atento/a205. A todo esto se suma la posibilidad de detección en el nivel primario, porque en esa etapa se dan los picos de ocurrencia de abuso
Hay que tener en cuenta, además, que para muchos niños, la Escuela representa la única institución social de pertenencia fuera de la familia. En algunos casos, debido a que la las dificultades económicas no permiten el acceso o la inserción en otras entidades de salud, recreativas, culturales, deportivas, etc.; y por otra parte, porque aún los padres que limitan la vida social de los niño/as para ocultar el abuso, los envían a la escuela.
Está comprobado estadísticamente que los niños/as abusados o sus madres, buscan ayuda en personas próximas diferenciadas (preferentemente el/la docente o el/la pediatra) y es por eso que el/la docente debe prepararse para afrontar la angustia que la revelación le puede generar.
Si usted Sospecha que algún Alumno/a está siendo Víctima de Abuso Sexual, se sugiere:
Pedir apoyo a los profesionales del área social del establecimiento (psicólogo/a, asistente social), ya que ellos son personas competentes para manejar este tipo de situaciones. Es muy importante evitar -en todo momento- contaminar el discurso del niño/a, por lo cual este procedimiento requiere de un delicado abordaje
Informar al apoderado/a: se debe citar al apoderado/a y comunicarle sobre la información que se maneja en el colegio. Junto con informarle, se debe acoger al padre/madre y ofrecerle todo el apoyo educativo al niño/a. En el caso que sea el mismo apoderado/al sospechoso de cometer el abuso, se sugiere no entrevistarlo/a, ya que tienden a negar los hechos o a retirar a los alumnos de los establecimientos.
No exponer al niño/a a relatar reiteradamente la situación abusiva. Se debe procurar el cuidado y protección al niño/a que ha sido abusado, por lo que no se lo debe exponer a contar reiteradamente la situación. Si un funcionario ya ha escuchado el testimonio del niño/a, será él el único que maneje esa información, siendo responsable de comunicarla al Director/a del colegio. Esta estrategia da respuesta a una medida de protección que realiza el colegio hacia él/los alumnos involucrados en el hecho. Recuerde que la confidencialidad de la información que se maneja sobre los alumnos se mantiene sólo si esa información no pone en riesgo su vida. Al momento de enterarse de alguna vulneración de derecho o de peligro de vida del menor, usted debe informar a la autoridad correspondiente.
En caso de tener dudas y/o de no contar con los profesionales idóneos para realizar la entrevista (psicólogo/a, asistente social) debe contactarse con la OPD, SENAME, entre otros organismos para solicitar orientación.
Informar inmediatamente al Director/a del establecimiento, quien junto al equipo directivo y psicosocial definirán líneas a seguir (denuncia, redacción de oficio u informe, traslado al hospital).
Una vez que el caso esté ante la Justicia, serán ellos (profesionales especializados) quienes se encargarán de indagar y sancionar si corresponde.
DIFICULTADES PARA DETECTAR INDICADORES DE ASI EN NIÑOS Y NIÑAS
Las dificultades que enfrentan los/las docentes para detectar el ASI, solo puede ser vencidas a través de la Educación Sexual Integral que reciban los/las docentes en su capacitación. En ella debería estar incluida la sexualidad infantil y las manifestaciones esperables según cada etapa y el desarrollo evolutivo del niño, para poder contrastarlo con aquello que observa, además del conocimiento de los indicadores específicos e inespecíficos anteriormente detallados y de las secuelas psicológicas que deja el ASI El/la docente debe, ante todo, poder diferenciar un indicador de ASI de una conducta sexual esperable en el niño, sobretodo en la edad preescolar, que es cuando se observan mayor cantidad de conductas sexuales en la escuela .
LA REVELACIÓN AL DOCENTE
La revelación en la escuela suele ser frecuente, y tiene características complejas y muy personales. Puede darse por casualidad o porque el niño confía en el/la docente y decide contarle lo que le pasa. La respuesta que el niño reciba por parte de el/la docente es muy importante, por lo cual, el mismo debería tener, por lo menos, las mínimas nociones de cómo proceder para contener al niño y no revictimizarlo. Se recomienda siempre creer en el relato y hacer la derivación a especialistas lo antes posible para que lo validen, ya que si se lo desestima y no se interviene, el niño permanecerá callado durante meses o quizás años, y el abuso continuará, mientras el niño caerá en la desesperanza216. Aún en los casos en que los detalles que nos da el niño puedan resultar inquietantes y angustiantes o inverosímiles, conviene registrarlos de manera textual (evitando hacer preguntas) y consultar al especialista ya que a través de su experiencia podrá interpretar todos los datos que le brindemos, y que muchas veces no estarán a su alcance en siguientes entrevistas, ya que la revelación inicial nunca suele estar en manos de los profesionales. El relato de niños/as muy pequeños puede incluir un pensamiento mágico, figuras monstruosas, o seres sobrenaturales, y no por ello deben ser tenidos como fantasías o ensoñaciones porque estas asociaciones son propias de la edad, o pueden responder a otros factores que desde la disciplina docente no son posibles de evaluar. En presencia de estos relatos, se debe prestar suma atención a la aparición de detalles sensoriales para retransmitírselos a los profesionales que los atiendan posteriormente, ya que su mención raramente existe si los episodios no han sido verdaderamente vividos.
Recomienda además, ciertas pautas en el momento de escuchar la revelación
• mantener la calma y el control de las emociones.
• no expresar desaprobación por el supuesto agresor, ya que es posible que el niño lo quiera y lo proteja a pesar de
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